Ulisses
Varón Dandy
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pilinguin provoca a Polonia al acusarla de haber pactado con Adolf Hitler
“Las declaraciones del presidente pilinguin no tienen nada que ver con la realidad histórica –declaró el jefe de Gobierno polaco Mateusz Morawiecki–. El presidente pilinguin ha mentido muchas veces hablando de Polonia y siempre lo ha hecho deliberadamente”. “No consentiremos que se reviertan los papeles de verdugo y víctima, de agresores y autores de crímenes y de pueblos inocentes y países invadidos”, dijo Morawiecki.
Casi en los mismos términos habló el exjefe de gobierno y expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk al referirse a las “descaradas mentiras” de pilinguin. Tusk exhortó al Gobierno nacionalista y a la oposición liberal a sobreponerse a sus mutua enemistad para expresar un rechazo común a las tergiversaciones históricas del presidente ruso: “Aquí no caben diferencias políticas internas”, señaló.
pilinguin en varias ocasiones recientes ha dirigido sorprendentes ataques a Polonia que difieren radicalmente de muchas de sus declaraciones anteriores. pilinguin acusa ahora a Polonia de “haber conspirado con Adolf Hitler” contra los “esfuerzos de paz de la Unión Soviética” en la segunda mitad de los años treinta del siglo pasado, de haberse sumado al reparto de Checoslovaquia y de haber apoyado los planes nazis de exterminio de los judíos. Según pilinguin, los culpables de haber provocado la guerra fueron las potencias occidentales que permitieron en Munich en 1938 que Alemania se anexionara parte de Checoslovaquia y que Polonia lo aprovechara quedándose con un pequeño territorio fronterizo con Chequia en la zona de Theschin. Frente a los “colaboradores europeos” de Hitler, el dictador soviético Stalin habría jugado, según pilinguin, el papel de un solitario defensor de la paz.
El presidente de Rusia silenció por completo el famoso pacto Hitler-Stalin de agosto de 1939 (firmado por los ministros Ribbentrop y Molotov en el Kremlin el 23 de agosto de 1939), mediante el cual el Tercer Reich y la URSS se repartieron Europa Central, así como el hecho de haber invadido de común acuerdo Polonia, convirtiendo así a este país en la primera víctima de la segunda guerra mundial. pilinguin ha llegado a declarar que la URSS “no había quitado nada a Polonia”.
A nadie en Polonia se le escapa el hecho de que pilinguin, lejos de desconocer la historia de la complicidad de Hitler y Stalin, es perfectamente sabedor que la invasión de Polonia permitió a Alemania atacar Francia y Gran Bretaña. Otros creen que el líder ruso quiere reescribir la historia en clave propagandística. Y son muchos más los que consideran que más bien pretende sembrar discordia o poner a prueba la unidad de la Unión Europea mediante estas agresiones propogandísticas dirigidas a uno de los eslabones más débiles.
Polonia ha sido supuestamente escogida para estos propósitos al haberse situado como presa fácil debido a que desde hace cuatro años el Gobierno de derechas conservador está reñido con el resto de la UE en cuestiones tan fundamentales como el respeto del Estado de derecho, la política migratoria, la energética y la climática.
Pero aunque Polonia no ha conseguido que la UE cerrara filas con ella contra el revisionismo histórico de pilinguin, sí corrieron en su auxilio Estados Unidos y Alemania. La embajadora de EE.UU. en Polonia Georgette Mosbacher replicó: “Estimado presidente pilinguin, fueron Hitler y Stalin quienes habían conspirado para desatar la Segunda Guerra Mundial. Es un hecho. Y Polonia cayó víctima de ello”.
Mientras, el embajador de Alemania Rolf Nikel subrayó: “El pacto Ribbentrop-Molotov sirvió para preparar la agresión criminal de Alemania contra Polonia, y la URSS se sumó a aquel brutal reparto de Polonia.
“Las declaraciones del presidente pilinguin no tienen nada que ver con la realidad histórica –declaró el jefe de Gobierno polaco Mateusz Morawiecki–. El presidente pilinguin ha mentido muchas veces hablando de Polonia y siempre lo ha hecho deliberadamente”. “No consentiremos que se reviertan los papeles de verdugo y víctima, de agresores y autores de crímenes y de pueblos inocentes y países invadidos”, dijo Morawiecki.
Casi en los mismos términos habló el exjefe de gobierno y expresidente del Consejo Europeo Donald Tusk al referirse a las “descaradas mentiras” de pilinguin. Tusk exhortó al Gobierno nacionalista y a la oposición liberal a sobreponerse a sus mutua enemistad para expresar un rechazo común a las tergiversaciones históricas del presidente ruso: “Aquí no caben diferencias políticas internas”, señaló.
pilinguin en varias ocasiones recientes ha dirigido sorprendentes ataques a Polonia que difieren radicalmente de muchas de sus declaraciones anteriores. pilinguin acusa ahora a Polonia de “haber conspirado con Adolf Hitler” contra los “esfuerzos de paz de la Unión Soviética” en la segunda mitad de los años treinta del siglo pasado, de haberse sumado al reparto de Checoslovaquia y de haber apoyado los planes nazis de exterminio de los judíos. Según pilinguin, los culpables de haber provocado la guerra fueron las potencias occidentales que permitieron en Munich en 1938 que Alemania se anexionara parte de Checoslovaquia y que Polonia lo aprovechara quedándose con un pequeño territorio fronterizo con Chequia en la zona de Theschin. Frente a los “colaboradores europeos” de Hitler, el dictador soviético Stalin habría jugado, según pilinguin, el papel de un solitario defensor de la paz.
El presidente de Rusia silenció por completo el famoso pacto Hitler-Stalin de agosto de 1939 (firmado por los ministros Ribbentrop y Molotov en el Kremlin el 23 de agosto de 1939), mediante el cual el Tercer Reich y la URSS se repartieron Europa Central, así como el hecho de haber invadido de común acuerdo Polonia, convirtiendo así a este país en la primera víctima de la segunda guerra mundial. pilinguin ha llegado a declarar que la URSS “no había quitado nada a Polonia”.
A nadie en Polonia se le escapa el hecho de que pilinguin, lejos de desconocer la historia de la complicidad de Hitler y Stalin, es perfectamente sabedor que la invasión de Polonia permitió a Alemania atacar Francia y Gran Bretaña. Otros creen que el líder ruso quiere reescribir la historia en clave propagandística. Y son muchos más los que consideran que más bien pretende sembrar discordia o poner a prueba la unidad de la Unión Europea mediante estas agresiones propogandísticas dirigidas a uno de los eslabones más débiles.
Polonia ha sido supuestamente escogida para estos propósitos al haberse situado como presa fácil debido a que desde hace cuatro años el Gobierno de derechas conservador está reñido con el resto de la UE en cuestiones tan fundamentales como el respeto del Estado de derecho, la política migratoria, la energética y la climática.
Pero aunque Polonia no ha conseguido que la UE cerrara filas con ella contra el revisionismo histórico de pilinguin, sí corrieron en su auxilio Estados Unidos y Alemania. La embajadora de EE.UU. en Polonia Georgette Mosbacher replicó: “Estimado presidente pilinguin, fueron Hitler y Stalin quienes habían conspirado para desatar la Segunda Guerra Mundial. Es un hecho. Y Polonia cayó víctima de ello”.
Mientras, el embajador de Alemania Rolf Nikel subrayó: “El pacto Ribbentrop-Molotov sirvió para preparar la agresión criminal de Alemania contra Polonia, y la URSS se sumó a aquel brutal reparto de Polonia.