Estaba el otro día de regreso a casa, tras hacer la compra en el mercado, cuando al dirigirme a las escaleras mecánicas para llegar al parking vi a un grupo de unos 12 chavales, que no debían superar los 15 años, haciendo corrillo justo en el espacio que hay para poder acceder a las escaleras. Viendo el percal, y con unas cuentas bolsas a cuestas, aminoré la marcha con la idea de, por un casual, que alguno me viera y dejaran paso. Efectivamente, no lo hicieron.
Al llegar allí, tuve que ponerme delante y decirle al que estaba hablando, “perdona, ¿me dejas pasar?”. Y no lo dije de malas maneras o con mala cara, tampoco pesaban tanto las bolsas, pero si abultaban, lo necesario para no pasar "entre ellos haciendo eses"; así que no era “por jorobar”. Pues su respuesta fue girarse, mirarme de arriba abajo y decir un “ah sí”, medio musitando y mirando al suelo.; no por vergüenza o darse cuenta del error, más bien como si les "hubiera cortado el rollo". Se apartaron pero poco eh, y ahí ya pude continuar mi camino.
Mientras iba conduciendo, pensando en aquello, no tuve un sentimiento de enfado o ira, el típico de “puñeteros niñatos de cosa”, al que puedes llegar en ese momento, especialmente como hayas tenido un día cojonudo en otros aspectos de tu vida. Pero sí repensé, porque lleva tiempo ocurriéndome, que en realidad no lo hicieron a mala voluntad, o por hacerse los malotes, no, en realidad es como si no se dieran cuenta.
De hecho ya me ha pasado varias veces. Lo típico que vas andando, y de frente viene un grupo de “bros” andando en sentido contrario, ocupando toda la calzada y ninguna se aparta. Al principio sí pensaba que lo hacían a mala idea, como demostración “de poder”, pero poco a poco me he ido dando cuenta que, probablemente en algunos sí sea el caso, pero en otros MUCHOS directamente no se dan ni cuenta. Es como si no existieras. Ahora la estrategia ha terminado siendo, cuando lo veo venir es: me paro, saco el móvil y hago como que estoy revisando el correo o una llamadas; y se apartan pero…tampoco es una cosa loca, en más de una ocasión te llegan a rozar.
Y esto lo enlazo, ya con algunos añitos más, a algo que en mi caso era impensable cuando era un nano. Los típicos padres jóvenes que dejan sueltos a sus vástagos en el bar, y los ves IMPASIBLES, mientras la barbarie de gritos y saltos inunda la sala. Salvo que les llame la atención alguien, lo cual puede implicar jarana (y en realidad no debería ser así) o los responsables del bar (que sería lo suyo), les importa tres pepinos. En serio esto me alucina, es que les da igual.
Por otro lado, no sé muy bien cómo explicarlo pero tampoco creo que sea una cuestión de falta de educación en casa, no al 100% o como factor absoluto. Por ejemplo, en mi caso, somos dos hermanos, y nuestros padres, que yo recuerde, nunca nos dijeron “cállate, siéntate y no molestes” o “deja pasar”, puede ser que otras acciones derivasen en ese sentido pero lo cierto es que desde pequeños a nosotros no se nos ocurría pegar voces en espacios llenos de gente o ponernos justo frente a una puerta para no dejar pasar a nadie, mientras estábamos hablando con alguien. Era algo “normal” no hacerlo. Lo veías lógico. Y esto partiendo de la base que maleducados los hay en todas partes y eras, que conste.
Es lo que más me alucina en realidad. La total falta no ya de interés o respeto, sino simplemente de observación del entorno o valoración de otros "entes andantes" como individuos.
Y sé que nosotros tendríamos 200.000 fallos y este discurso es de viejales, que hay hasta poemas de más de 2.000 años que hablan de esto, etc. Pero no sé, a veces tengo la impresión que se ha producido como una especie de “salto” y la brecha entre generaciones no solo es mayor, sino que cada vez se acelera más.
Así que nada, ya me podéis decir eso de “ok boomer”.
