Eso era lo único positivo que veía yo en él. Sin embargo, al ver de que forma tan rastrera se ha agarrado al sillón a sabiendas de su falta de carisma, la desfachatez con la que se desentiendía de las derrotas electorales, mientras se apuntaba el primero a las victorias, y la indefinición política que representa. Me recuerda a los típicos oportunistas que le echan cara a costa de lo que sea con tal de beneficiarse ellos.
Es un patán. Todavía recuerdo como invitaba a irse del PP a los liberales y a los conservadores. Entonces ¿el PP qué es?, ¿el partido de Rajoy? ¿Qué es eso de centro reformista? Es puro marketing, propio de los mediocres acomplejados que no tienen nada en la cabeza más allá de su ego y sus ambiciones personales.
Rajoy es un mediocre, no será un chorizo o un asesino, pero desde luego no es ni de lejos la persona que debería dirigir uno de los países más desarrollados del mundo.
Saludos