¿Qué ventajas laborales tiene un ingeniero frente a una cajera de mercadona?

Para empezar, en España, ingenieros en ejercicio hay pocos. La ingeniería no es mover papeles. Pero como en España se hace poca cosa interesante, el ingeniero termina siendo el que se come todos los marrones y burocracias.

La ingeniería de verdad es cojonuda y gratificante, mover papeles para complacer a la aapp de turno es un marron.
 
Tengo la sensación de que sois asalariados.

Cualquier ingeniero monta su despacho y en un año, salvo que sea simple, cobra tres veces lo que una cajera de Mercadona.

Pero si queréis ser asalariados y sueldo de jefe pues no puede ser. No sé puede estar a la vez en misa y repicando.

Soy ingeniero, soy asalariado, no tengo el sueldo de una cajera del mercadona (pero no porque tenga menos), no tengo ni la mitad de su estrés o desgaste físico, buena parte del trabajo que hago (o no hago) lo decido yo con relativa libertad, intelectual tampoco mucho porque manejo conceptos del 2000, como mucho, y ya los aprendí en la universidad, el resto son herramientas informáticas a nivel programador usuario, y algo (poco) de diseño, tengo gente a cargo para las tareas más repetitivas, rutinarias, o que no requieran tanto conocimiento o especialización, tengo teletrabajo, fruta y café ad libitum en la oficina, seguro médico privado, no tengo que cocinarme la comida porque me dan los tickets, tenemos una play station para la sobremesa, el que quiera echar un rato.

Me cambio de empresa en cuanto veo que la cosa se agota, o me empiezan a tocar los narices, normalmente con incrementos sustanciales de salario en cada salto. Dile a la cajera del mercadona que haga lo mismo, aparte del tema de la edad, porque, como a nosotros, he notado que a Mercadona también les gustan jovencitas.

Hay gente con titulación ingenieril, que es un oficinista, no es el título lo que distingue al ingeniero del oficinista. Y sí, la mayoría lo son, y ya se veía en la carrera que el tema les quedaba grande, y por eso salen como salen, y encuentran lo que encuentran.

Si cobras como alguien no cualificado, es porque haces un trabajo no especializado, que casi cualquiera puede hacer. Si eres un "ingeniero", asimilable a una "administrativa", pues no veo qué pretendes.

Eso dejando de lado cómo esta el sector en España, que es para echarlo de comer aparte. Ten por seguro que no es lo mismo trabajar para Microsoft que para Informática El Corte Inglés, de hecho, si tu cuentas fuera que existe algo como eso último, probablemente se crean que les estás contando un chiste.

Dejando también de lado la mentalidad esclava y el padefismo del español medio y el mercado laboral.

Mira que no quería entrar al trapo del cosa-hilo, al final me liáis.
 
Yo trabajé en una multi muy subida de peso con mucho complejo de ingenieritis, y contrataban ingenieros para todo, aunque sea para pasar un mocho a los suelos y ponerlo como "aesthetic engineer".

El caso es que cerca de la multi hay un mercadona al que va todo el que trabaja allí, y era muy conocido por aquellos lares que los cajeros y reponedores de ese Mercadona les doblaba el sueldo a los ingenieros y echaban sus 8 horas y fuera, y no como los otros que eran 12 horas mínimo.
 
En el mercadona hay ostras por entrar.
No descarto trabajar ahí.

Yo dejé el currículum hace tiempo en el Mercadona y un día me dieron cita para la entrevista. Se trataba de un juego de rol con otros candidatos, en el que teníamos que explicar qué objetos nos llevaríamos (de una lista que nos daban) si se inundara nuestra casa. Al final no me cogieron.
 
Última edición:
En general, el capitalismo salvaje de Estados Unidos es la verdad de la vida.

Alguna vez te he leído, y aunque tienes tu inteligencia y tus conocimientos, y no creo que digas ninguna mentira, me temo que aquí fallas y creo que te puedo ayudar.

En primer lugar, la vida no se agota en el desempeño en la "carrera de la rata" en la que te has, de alguna forma, hecho experto. Es algo que, también con la edad, se debe aprender. ¿Tienes hijos? Quizás formar una familia te quite definitivamente el deje protestante del tanto tienes, tanto vales. El capitalismo salvaje de EEUU sólo es una realización histórica, que se irá por el desagüe igual que el régimen de sacrificios azteca o los saqueos del imperio húnico. Nuestro país, precisamente, se caracteriza por plantear o haber planteado un proyecto que trasciende completamente esa mentalidad.

La "carrera de la rata" es un medio, no un fin; nadie psicológicamente sano encuentra un motor válido ni funcional en querer ser el más mejor de la empresa. Muchas veces es al revés, la producción material sigue a un proyecto y a una misión bien planteadas de antemano. Al final encuentro espiritualmente más sano a cualquier gañán conserje de viviendas en un bloque español que a mucho emigrado obsesionado con el ascenso material, incluso colaborando en la piratería de diferentes países.

Desde aquí llegamos a la pura geopolítica. En lo profundo, el segundo sólo sirve a intereses imperiales extranjeros, se diluye en ellos. Como persona inteligente en un foro de "aplastados por el sistema", todos hispanohablantes, creo que deberías tener en cuenta esto. El problema de España no se soluciona estudiando todos ingeniería y yendo a Suiza; esta situación forma parte del problema. Al contrario, es necesario un plan de capitalización industrial patrio y a eso deberíamos tender. Y si se descapitaliza la City, o Suiza, o Luxemburgo, y se deja de ganar tanta pasta por allí, eso sería lo correcto (ya que esos países defienden y representan históricamente el error en el planteamiento de la vida descrito) y a eso deberemos apuntar.

No será la primera vez que ocurre. La Holanda histórica ya fue defenestrada militarmente y su "edad de oro" fue cortada de cuajo por países con un proyecto más serio.
 
  • Zanx
Reacciones: Svl
Con casa en la urbanización del pocero en Seseña y berzas de silicona.
Ese entorno es una de las mayores podredumbres de España. Gente que vive de subsidios sociales a tutiplén, y si vais a hacia los pueblos de Toledo inmediatos a Parla es peor.

Chozas de Canales es uno de los lugares más perturbadores que conozco. En realidad toda la comarca de la Sagra.

Impacta la cantidad de neցros que hay, tienen la plaza del pueblo tomada. Hay uno que lleva la mano en la oreja y simula tener un móvil y hablar con alguien.

Una vez que estaba en el ayuntamiento, un neցro pedía audiencia con el alcalde en el mostrador. ¿Pa qué le quieres? Le decían, y el neցro que era muy importante, que tenía que hablar con el alcalde, y venga y dale. Sale el alcalde y ve el tinglado y le dice al neցro que qué narices quiere. Y el neցro, todo solemne, le dice que es el encargado de comunicarle que un ministro de su país va a visitar el pueblo. Todo Dios allí descojonandose, y el neցro to serio, que sí, que iba a ir un ministro de su país al pueblo a visitar a sus compatriotas y que había que recibirle con honores. Y el alcalde tratando de quitarse al neցro de encima, venga, venga, pues que me mande una carta y ya veremos si no hay que llamar también a un ministro nuestro, venga, venga, haz el favor. Luego resultó que era un hijo de un jefe de una tribu.

Por no hablar de las dos urbanizaciones enormes que hay a cada lado del pueblo con casas a mitad de construir muchas de ellas y muchos enganches de luz ilegales y cosa a tutiplén en los ¿jardines?. Y todo eso en medio de esos secarrales infames, es un lugar sólo apto para querersese o suicidarse.

Estoy harto de decir que la zona norte de Toledo y Parla y sus alrededores son una zona extraña. Es un lugar raro que trasmite sensaciones raras. Pueblos llenos de urbanizaciones en medio de la nada, medio vacías, aceras sin árboles, chalet abandonados o con puertas y ventanas tapiadas junto a otros bien cuidados. Gente extraña, neցros deambulando sin oficio ni beneficio, paisanos con sus Ebros sin capota y la cuba de sulfatar las viñas, pilinguis de saldo que ya no son competitivas en Madrí, jovenlandeses, jovenlandeses a tutiplén con las jovenlandesas cubiertas de pies a cebeza. Páramos infinitos, cielos inmensos que te aplastan y te recuerdan que solo eres un simple mortal.
Hay algo en esa tierra que perturba el alma, los que hemos estado allí lo sabemos, aunque no sepamos qué es.

El alma y el cuerpo, hay una cantidad enorme de cáncer y esquizofrenia, más que en ninguna otra parte de España.

El ambiente perturba el alma y la tierra se alimenta de sus cuerpos. Está maldita.

Es mirar la zona en un mapa y ya te trepan todos los males, como raíces negras, cartografía maldita, como si de una impúdica auscultación de aullidos de galgos nocturnos en su última penúria se tratara... el mapa late envilecido.

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Decía José Antonio Primo de Rivera que los castellanos conquistaron el mundo porque no tenían otra opción, quien haya vivido en Toledo Norte sabe que esto es un dogma de fe.

Es una tierra de desdicha. Desdicha mala...

Siempre que hay un secuestro en Madrí, no sé el porqué pero si la cosa sale mal, el cadáver lo encuentra semienterrado en la Sagra, escarbado por unos perros de caza o en alguna antigua fábrica de ladrillos de esa maldita zona.

Esa zona esta maldita. Los perros huyen espantados por el hedor a fin y sin embargo la tierra engulle desdicha. Pide desdicha.

Siempre galgos, porque allá no hay más que galgos, y a montones abandonados.

Colgados, ahorcados, devorados por las pulgas mientras todavía sigue fluyendo la cosa de sus tripas por el tronco que les sirve de patíbulo. Cae la tarde; se va poniendo el sol... Los lugareños, apestando a sudor, dejan de un lado sus aperos y se dirigen a la taberna a gastarse el jornal en vino tinto.

Y cuando sopla el aire, el solano, que es el único aire que allí recorre los llanos y que además les seca la ropa, cuando éste corre se puede oír los lamentos de la almas de los oriundos que calladamente agonizan e impregnan el ambiente de dolor y fatigas. En verano el calor te achicharra como si del mismo infierno se tratase, y en invierno castañean los dientes y el moquillo cae de la nariz. No hay mujeres guapas, solo viejas y extranjeras. No cantan los pájaros, no hay sombras de árboles porque no hay árboles, ni pájaros que se posen. Todo es desasosiego y una extraña sensación de angustia.

Por la noche en verano no refresca jamaś y oyes a las chicharras cantar con su monótono canto hasta volverte loco. Y se oyen cantos de pájaros pero sólo de perdices ya que no hay otras aves, perdices sí que hay en muchísima abundancia, y también muchos conejos. Infinidad de conejos atropellados se ven en las cunetas.

Y los contenedores de la Maersk reciclados para vivienda con un tinajón enorme de cemento al lado para tener agua son todo un clásico.

Siempre creí que yo era uno, indivisible. Pero la Sagra me desdobló, fue allí donde pude comprobar que no era uno, sino dos. Un cuerpo y un alma que formaban un conjunto. Recuerdo como al pisar esa maldita tierra quiso arrebatarme mi alma. Y juro por Dios que noté como se me escapaba del cuerpo y era engullida por aquel lugar. Pero la atrapé y pude mantenerla unida a mi cuerpo, no me extraña que la gente del lugar hayan perdido todos la cabeza. Esa tierra te vacía, que roba el ser espiritual y mantiene el cuerpo orgánico, que deambulan por las urbanizaciones sin brillo en las miradas.

Levantas el lomo, el azadón al lado y respiras y el aire te quema las entrañas de miseria y el hedor es más profundo que la mismísima náusea.

Conejos con mixomatosis, perdices de granjas que sueltan para que escapen y en su huida mueran. Galgos famélicos, tiñosos, muertos de frío o de miedo que no paran de temblar. Estos son los tres animales que habitan esa tierra, una tierra seca que niega el agua. La antesala al infierno de Dante.

Por eso su vino es tan fuerte, porque se hace con el sufrimiento de los que trabajan la tierra. Un vino con regusto a polvo, amargo, áspero al paladar, que emborracha y hace mal vino en los que lo beben. Sacando lo peor de cada uno. Es la sangre maldita del lugar, beber ese brebaje es como probar la sangre de un vampiro.
Denominación de origen Méntrida. Si lo veis por ahí no lo probéis, bueno, haced lo que queráis, pero que sepáis que son las lagrimas de esa gente que vive atrapada en un universo paralelo.

Una tierra yerma, estéril que aúlla de dolor, la sangre derramándose en la sementera. No lloverá en meses. Oscurece y el paisano camina entre los cipreses... ¿Quedará algún mendrugo de pan de ayer? La noche abrasa, el regreso duele.

¿Y los olivos? Siempre enfermos, siempre afectados. Solía preguntar por cortesía a los lugareños que qué tal hogaño la cosecha. Y siempre, siempre, pasaba algo al olivo. Cuando no les pica la mosca, no llueve; cuando llueve, les entra repilo; o las heladas tiran el fruto o la sequía no da rendimiento de aceite. Siempre están enfermos o afectados, son como un reflejo de sus dueños. Cuando hay mucha producción, baja el precio. Si no dan nada, sube el precio del aceite. Cuando no es granizo, es la tuberculosis del olivo. Si un año les pagan pronto la subvención, ese año los rumanos y etnianos arrasan los olivares. Siempre, siempre tiene algo malo. No he visto árbol más sufrido que los olivos de esa zona. Y con que orgullo te cuentan sus enfermedades los agricultores, parece que están deseando que les preguntes para empezar a quejarse amargamente de su existencia.

No se si serán fuerzas telúricas o arcanos secretos, pero en esa zona el número de niños badulaques es llamativo. Cuando me la recorrí, raro era el día que alguien no me confesaba que tenía un hijo en un colegio especial, o una hija con paga, o algún ser de luz en la familia. Llegué a pensar que los hombres de allí son estériles y que es el mismísimo Belcebú el que engendra en sus mujeres esos abominables seres. Preñando la región de mongolismo y atraso.

Los oriundos de La Sagra jamás te dirán lo que piensan. Para ellas decir lo que piensan es el mayor pecado que existe. Mayor que el incesto o el asesinato. Si agarras a un sagreño, lo atas a un sillón, le arrancas una muela con unas tenazas oxidadas a lo vivo y el preguntas si le duele... pues te dirá que no.

El sagreño es celoso de sus pensamientos. Sin embargo si ves a dos sagreños juntándose al azar por la calle es fácil adivinar lo que se dicen el uno al otro: Se mienten.

Porque mentir es su deporte comarcal. No hacen sino manipular a los otros mintiéndoles para sonsacarles. "Sacar mentira por verdad" como dicen ellos. Se creen muy astutos con el forastero y no se dan cuenta de que en realidad quedan como unos cretinos.

Sus relaciones humanas son antinaturales, artificiales, extrañísimas. No saben lo que es la espontaneidad, la sinceridad, el trato abierto, cercano, cálido y franco. Y ni lo quieren saber.

Las casas de los muchos jovenlandeses que ves allí tampoco son nada halagüeñas. Ves un pequeño bloque de tres pisos en tres plantas y ves que hay tres antenas parabólicas y la cerradura de la entrada rota desde hace años y que nadie la arregla. Los buzones de los jovenlandeses tienen garrapateado un nombre con rotulador y nada más. Es desolador.

Gente que por las tardes apuran los vinos antes de ir al pilinguiclub de Valmojado o al del Lucio en Maqueda.

Ancianos que van a labrar viñas en tractores que se fabricaron cuando aún vivía Franco. Gestos huraños en sus curtidos rostros.

La mayor parte de los campos de cultivo están yermos y llenos de malas yerbas.

Cardos seteros por doquier pero no se os ocurra recoger setas de cardo. Las setas absorben muchos tóxicos y a saber qué comes. En una ocasión recogí un montón de setas de cardo en el interior de la rotonda de acceso a la autovía en Santa Cruz de Retamar y la diarrea que tuve fue histórica.

Ancianos de pinta siniestra que van a misa todos los domingos. Vestidos de neցro y con rostro lleno de amargura, soberbia y desesperación. Agarran los rosarios fuertemente en sus a vez temblorosos dedos.

Un consejo añadido os doy, para que veías que soy buena persona y que os aprecio. No vayáis nunca a La Sagra, y si vais no paréis, y si tenéis que parar por necesidad o emergencia, procurad estar lo menos posible y evitar tocar nada o relacionaros con nadie, no intentéis comprender la idiosincrasia de la gente y los motivos o razones que allí pudieran existir. Y otro consejo que va de la mano del anterior es no leer a Mister Nini, ponedle en ignorado, escrolear, pasar de él; os robará la energía vital.
Y por supuesto, bajo ningún concepto, nunca jamás de los jamases, vayáis con Mister Nini a La Sagra.

Móstoles, Alcorcón, Leganés, Getafe, Parla; son el cáncer. Hay un cinturón por la zona norte de Toledo que va desde Valmojado a Ocaña, y seguramente siga más para el norte, pero yo esa zona ya no la controlo. Hablo de Illecas, Yeles, Seseña y toda la zona de La Sagra en general. Que se podría decir que es la metástasis. Un páramo inhóspito, todo lleno de chalet adosados con setos sin cortar, renault 19 desguazados en la puerta, cada tres casas hay una a medio terminar y otra donde hay una caravana o un contenedor marítimo que sirve de vivienda. En las aceras no hay árboles, las calles son de cemento desprendido y no se ve a nadie por la calle. Uno pone malla verde del AKÍ y el otro unas lonas de publicidad para que no se vea que tiene todo el patio lleno de maleza y de cosa. En medio del secarral se levantan calles donde se supone que vive gente. ¿Pero qué clase de persona se iría a vivir en medio de un pastizal con un etniano y un rumano de vecinos? Es una zona extraña, rara, es un lugar que da miedo, un lugar poblado de espíritus, de almas en pena, de gente que se esconde de algo.
He visto zonas antiestéticas en mi vida, pero esa comarca siempre me ha parecido el lugar más perturbador en el que haya estado.

La Sagra es una comarca maldita. Debe de ser un cruce de capas tectónicas o albergar una de las puertas del infierno, pero es un lugar que da desasosiego.

Los que somos de secano cuando vemos el mar por primera vez experimentamos una sensación de insignificancia por la grandiosidad y la fuerza que transmite esa enorme masa de agua, el olor a libertad, la luz brillante que se refleja en el agua como un espejo, el rítmico sonido de las olas rompiendo con la costa. Uno se siente reconfortado y en paz con el universo.
En la comarca de la Sagra cuando se visita por primera vez una siente una sensación de vacío y soledad. Desasosiego y angustia al verse rodeado de secarrales yermos salpicados por urbanizaciones inhóspitas. Un calor sofocante que hace brotar al cardo borriquero por todas partes y un frío neցro, en invierno, que te llena las orejas de sabañones. Y uno se pregunta, ¿qué tipo de personas decide vivir en esta tierra maldita?

Una cosa es segura, la comarca de La Sagra es el equivalente a Las Hurdes de hace 100 años. En un área geográfica de tal antiestéticaldad que produce miedo y compasión. Es como el trastero de una casa, un lugar sucio, lleno de trastos inservibles, todo desordenado y que se mantiene oculto a las visitas por vergüenza.

Otro área maldita es la zona de Otero/El Casar de Escalona y todas las urbanizaciones infectadas de latinoamericanos que hay a la ribera del Alberche. ¿Alguien me puede explicar qué hay de interesante en vivir en una urbanización de cosa teniendo como vecinos a latinoamericanos? Esos seres estrafalarios deprecian la belleza de cualquier lugar donde se les vea por las calles.

El desierto, shishi, el desierto de Arabia, es visualmente más atractivo que La Sagra.. Al desierto llega David Lean y se pone a rodar Lawrence de Arabia y es capaz de sacártelo majestuoso; a La Sagra llega David Lean a rodar algo y se pega un tiro en el paladar de la pura miseria que le invade.

Por no hablar de Fuensalida: Uno de esos sitios por los que uno echa de menos tener un delorean y avisarse a si mismo 3 minutos antes de tomar la decisión de ir, gran lugar (!)

Fuensalida, lugar que tiene una lengua propia extrañísima que se parece a ratos vagamente al castellano pero no es castellano, no se confundan. Hablan tal que así en este video:



Fuensalida: Montón de solares y casas en ruinas en el pueblo. Trazado urbanístico demencial sin centro definido. Casas que se hicieron deprisa y corriendo y se empalmaron los desagües donde primero les ocurría. Caminas por sus calles en verano y los hedores que salen de los sumideros de agua de lluvia son espantosos.

jovenlandeses y gente rara a tutiplén. En el último censo había entre marroquíes y argelinos algo más de 1.000, de los cuales sólo trabajaban seis. jovenlandesas sin embargo trabajan más. En una ocasión repartí publicidad en Fuensalida y aprendí a reconocer los buzones de los jovenlandeses a mucha distancia. Si veías que el nombre estaba pintarrajeado en directamente sobre el metal del buzón con un rotulador era un jovenlandés. Es que no fallaba. Esa raza es descuidada, y eso se puede ver en detalles tan idiotas como éste.

También hay un montón de casas a mitad de construir que se quedaron así cuando explotó la burbuja inmobiliaria. Y otras terminadas donde no ha vivido nadie nunca o hay okupas. Mucha gente rara de los arrabales de madrid, paguiteros, traficantes de drojas a porrillo (el consumo de drojas en esa localidad es demencial).

Hay un barrio en esa localidad que le llaman graciosamente "El Bron" por la cantidad de ralea que hay (En referencia al Bronx, pero dicen "elbrón" porque no saben pronunciar). Están los "Pelones" que piden dinero a gritos siempre a la salida de misa.

Los autóctonos son gente desconfiada que te mirarán siempre de medio lado, que no te dirán jamás lo que piensan pero que tratarán de sonsacarte siempre. Desde el año 34 hasta las últimas elecciones municipales ganó siempre la derecha. Y ahora hay uno sociata de alcalde pero por el apoyo de ciudagramos. Es poco probable que vuelva a haber otro de izquierdas, si es que se puede llamar de izquierdas al PSOE, claro está.

Mucha gente con mucho dinero y sin estudios ni cultura ni morigeración de ninguna clase, lo cual es una combinación espantosa. Casoplones increíbles entre ruinas y casas de mal vivir. Calles enteras de casas en las que nunca ha vivido nadie. Parece a veces la pinícula "Soy Leyenda".

antiestéticaldad absoluta. El entorno es desolador. Viñas y olivares yermos en medio de una planicie que no acaba nunca, todo seco, nada agradable donde echar la vista. Mal paisaje y peor paisanaje.

Vertederos ilegales, olor de las quemas de los mismo, cementerios de neumáticos y pestazos de depuradoras.

Fábricas donde se trabaja más horas de las que se debiera sin cobrar extras y sin cotizar y donde los encargados son capaces de arrojar objetos a quienes consideran que no siguen el ritmo. En tiempos había infinidad de talleres clandestino de zapatos, creo que todavía queda uno. Hedores nauseabundos por las noches de las quemas ilegales de los residuos de la fabricación de zapatos.

En verano no refresca jamás, ni siquiera a las siete de la mañana. En invierno el frío es húmedo y cae como una losa sobre los cuerpos y las almas. Y cuando acaba la temporada de caza galgos, galgos famélicos abandonados por las calles. A montones.

No vayáis a La Sagra ni a ningún lado de Toledo Norte. No vayáis.

La autovía que va de Toledo a Tomelloso es una carretera fantasma. Ciento treinta km donde tienes que ir luchando contra el sueño. En todo el trayecto te puedes encontrar con 20 vehículos contando los dos sentidos. La primera vez que la cogí creía que me había colado y que aquello todavía no estaba abierto al público.

La zona más antiestética de toda España es la zona norte de Toledo. Es el lugar más decadente que existe en el orbe. Todo salpicado de urbanizaciones antiestéticas a medio terminar en medio de secarrales, una urbanización del territorio sin orden ni concierto, es como el vómito de un país borracho de especulación inmobiliaria.
Los que somos de secano cuando vemos el mar por primera vez experimentamos una sensación de insignificancia por la grandiosidad y la fuerza que transmite esa enorme masa de agua, el olor a libertad, la luz brillante que se refleja en el agua como un espejo, el rítmico sonido de las olas rompiendo con la costa. Uno se siente reconfortado y en paz con el universo.

En la comarca de la Sagra cuando se visita por primera vez una siente una sensación de vacío y soledad. Desasosiego y angustia al verse rodeado de secarrales yermos salpicados por urbanizaciones inhóspitas. Un calor sofocante que hace brotar al cardo borriquero por todas partes y un frío neցro, en invierno, que te llena las orejas de sabañones. Y uno se pregunta, ¿qué tipo de personas decide vivir en esta tierra maldita?

Los padres de Cervantes eran de Maqueda y su señora de Illescas.Yo no entendí el Quijote hasta que fui a vivir a Toledo Norte. Don Quijote y Sancho no son arquetipos de nada sino la excusa argumental para ridiculizar a los tipejos con los que se iban encontrando. Tipos humanos que Cervantes conocía muy bien. Han pasado 4 siglos y siguen igual, no han cambiado nada.

No vayáis a la Sagra hijos míos.

Tan cerca de Madrid, tan lejos de Dios.
 
Cuando en este hilo se habla de tomar una decisión a quien se refieren ¿a la cajera o al ingeniero?
 
Pues eso. Yo creo que la cajera tiene mejor calidad de vida y mejores condiciones.

Es triste pero es así.
A corto plazo la vida de la cajera del Mercadona parecerá más comoda. El ingeniero puede sufrir unos años mientras adquiere experiencia, aprende ingles y alemán y al final probará suerte en el continente de las personas rubias. La cajera ascenderá a encargada sin que su anodina vida mejore substancialmente.
 
El ingeniero en España, salvo que pille empresa cuasi pública rollo Airbus, está condenado al cuenco de arroz y los latigazos del jefe boomer con coche de empresa

De mi clase de hinjenieros más o menos el 50% ha opositado o metido cabeza en la universidad después de ver el percal en la privada. Y el otro 50 pues fuera de España
 
En el mercadona trabajas todos los días excepto el domingo. Y en diciembre los domingos incluido.
 
Ese entorno es una de las mayores podredumbres de España. Gente que vive de subsidios sociales a tutiplén, y si vais a hacia los pueblos de Toledo inmediatos a Parla es peor.

Chozas de Canales es uno de los lugares más perturbadores que conozco. En realidad toda la comarca de la Sagra.

Impacta la cantidad de neցros que hay, tienen la plaza del pueblo tomada. Hay uno que lleva la mano en la oreja y simula tener un móvil y hablar con alguien.

Una vez que estaba en el ayuntamiento, un neցro pedía audiencia con el alcalde en el mostrador. ¿Pa qué le quieres? Le decían, y el neցro que era muy importante, que tenía que hablar con el alcalde, y venga y dale. Sale el alcalde y ve el tinglado y le dice al neցro que qué narices quiere. Y el neցro, todo solemne, le dice que es el encargado de comunicarle que un ministro de su país va a visitar el pueblo. Todo Dios allí descojonandose, y el neցro to serio, que sí, que iba a ir un ministro de su país al pueblo a visitar a sus compatriotas y que había que recibirle con honores. Y el alcalde tratando de quitarse al neցro de encima, venga, venga, pues que me mande una carta y ya veremos si no hay que llamar también a un ministro nuestro, venga, venga, haz el favor. Luego resultó que era un hijo de un jefe de una tribu.

Por no hablar de las dos urbanizaciones enormes que hay a cada lado del pueblo con casas a mitad de construir muchas de ellas y muchos enganches de luz ilegales y cosa a tutiplén en los ¿jardines?. Y todo eso en medio de esos secarrales infames, es un lugar sólo apto para querersese o suicidarse.

Estoy harto de decir que la zona norte de Toledo y Parla y sus alrededores son una zona extraña. Es un lugar raro que trasmite sensaciones raras. Pueblos llenos de urbanizaciones en medio de la nada, medio vacías, aceras sin árboles, chalet abandonados o con puertas y ventanas tapiadas junto a otros bien cuidados. Gente extraña, neցros deambulando sin oficio ni beneficio, paisanos con sus Ebros sin capota y la cuba de sulfatar las viñas, pilinguis de saldo que ya no son competitivas en Madrí, jovenlandeses, jovenlandeses a tutiplén con las jovenlandesas cubiertas de pies a cebeza. Páramos infinitos, cielos inmensos que te aplastan y te recuerdan que solo eres un simple mortal.
Hay algo en esa tierra que perturba el alma, los que hemos estado allí lo sabemos, aunque no sepamos qué es.

El alma y el cuerpo, hay una cantidad enorme de cáncer y esquizofrenia, más que en ninguna otra parte de España.

El ambiente perturba el alma y la tierra se alimenta de sus cuerpos. Está maldita.

Es mirar la zona en un mapa y ya te trepan todos los males, como raíces negras, cartografía maldita, como si de una impúdica auscultación de aullidos de galgos nocturnos en su última penúria se tratara... el mapa late envilecido.

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Decía José Antonio Primo de Rivera que los castellanos conquistaron el mundo porque no tenían otra opción, quien haya vivido en Toledo Norte sabe que esto es un dogma de fe.

Es una tierra de desdicha. Desdicha mala...

Siempre que hay un secuestro en Madrí, no sé el porqué pero si la cosa sale mal, el cadáver lo encuentra semienterrado en la Sagra, escarbado por unos perros de caza o en alguna antigua fábrica de ladrillos de esa maldita zona.

Esa zona esta maldita. Los perros huyen espantados por el hedor a fin y sin embargo la tierra engulle desdicha. Pide desdicha.

Siempre galgos, porque allá no hay más que galgos, y a montones abandonados.

Colgados, ahorcados, devorados por las pulgas mientras todavía sigue fluyendo la cosa de sus tripas por el tronco que les sirve de patíbulo. Cae la tarde; se va poniendo el sol... Los lugareños, apestando a sudor, dejan de un lado sus aperos y se dirigen a la taberna a gastarse el jornal en vino tinto.

Y cuando sopla el aire, el solano, que es el único aire que allí recorre los llanos y que además les seca la ropa, cuando éste corre se puede oír los lamentos de la almas de los oriundos que calladamente agonizan e impregnan el ambiente de dolor y fatigas. En verano el calor te achicharra como si del mismo infierno se tratase, y en invierno castañean los dientes y el moquillo cae de la nariz. No hay mujeres guapas, solo viejas y extranjeras. No cantan los pájaros, no hay sombras de árboles porque no hay árboles, ni pájaros que se posen. Todo es desasosiego y una extraña sensación de angustia.

Por la noche en verano no refresca jamaś y oyes a las chicharras cantar con su monótono canto hasta volverte loco. Y se oyen cantos de pájaros pero sólo de perdices ya que no hay otras aves, perdices sí que hay en muchísima abundancia, y también muchos conejos. Infinidad de conejos atropellados se ven en las cunetas.

Y los contenedores de la Maersk reciclados para vivienda con un tinajón enorme de cemento al lado para tener agua son todo un clásico.

Siempre creí que yo era uno, indivisible. Pero la Sagra me desdobló, fue allí donde pude comprobar que no era uno, sino dos. Un cuerpo y un alma que formaban un conjunto. Recuerdo como al pisar esa maldita tierra quiso arrebatarme mi alma. Y juro por Dios que noté como se me escapaba del cuerpo y era engullida por aquel lugar. Pero la atrapé y pude mantenerla unida a mi cuerpo, no me extraña que la gente del lugar hayan perdido todos la cabeza. Esa tierra te vacía, que roba el ser espiritual y mantiene el cuerpo orgánico, que deambulan por las urbanizaciones sin brillo en las miradas.

Levantas el lomo, el azadón al lado y respiras y el aire te quema las entrañas de miseria y el hedor es más profundo que la mismísima náusea.

Conejos con mixomatosis, perdices de granjas que sueltan para que escapen y en su huida mueran. Galgos famélicos, tiñosos, muertos de frío o de miedo que no paran de temblar. Estos son los tres animales que habitan esa tierra, una tierra seca que niega el agua. La antesala al infierno de Dante.

Por eso su vino es tan fuerte, porque se hace con el sufrimiento de los que trabajan la tierra. Un vino con regusto a polvo, amargo, áspero al paladar, que emborracha y hace mal vino en los que lo beben. Sacando lo peor de cada uno. Es la sangre maldita del lugar, beber ese brebaje es como probar la sangre de un vampiro.
Denominación de origen Méntrida. Si lo veis por ahí no lo probéis, bueno, haced lo que queráis, pero que sepáis que son las lagrimas de esa gente que vive atrapada en un universo paralelo.

Una tierra yerma, estéril que aúlla de dolor, la sangre derramándose en la sementera. No lloverá en meses. Oscurece y el paisano camina entre los cipreses... ¿Quedará algún mendrugo de pan de ayer? La noche abrasa, el regreso duele.

¿Y los olivos? Siempre enfermos, siempre afectados. Solía preguntar por cortesía a los lugareños que qué tal hogaño la cosecha. Y siempre, siempre, pasaba algo al olivo. Cuando no les pica la mosca, no llueve; cuando llueve, les entra repilo; o las heladas tiran el fruto o la sequía no da rendimiento de aceite. Siempre están enfermos o afectados, son como un reflejo de sus dueños. Cuando hay mucha producción, baja el precio. Si no dan nada, sube el precio del aceite. Cuando no es granizo, es la tuberculosis del olivo. Si un año les pagan pronto la subvención, ese año los rumanos y etnianos arrasan los olivares. Siempre, siempre tiene algo malo. No he visto árbol más sufrido que los olivos de esa zona. Y con que orgullo te cuentan sus enfermedades los agricultores, parece que están deseando que les preguntes para empezar a quejarse amargamente de su existencia.

No se si serán fuerzas telúricas o arcanos secretos, pero en esa zona el número de niños badulaques es llamativo. Cuando me la recorrí, raro era el día que alguien no me confesaba que tenía un hijo en un colegio especial, o una hija con paga, o algún ser de luz en la familia. Llegué a pensar que los hombres de allí son estériles y que es el mismísimo Belcebú el que engendra en sus mujeres esos abominables seres. Preñando la región de mongolismo y atraso.

Los oriundos de La Sagra jamás te dirán lo que piensan. Para ellas decir lo que piensan es el mayor pecado que existe. Mayor que el incesto o el asesinato. Si agarras a un sagreño, lo atas a un sillón, le arrancas una muela con unas tenazas oxidadas a lo vivo y el preguntas si le duele... pues te dirá que no.

El sagreño es celoso de sus pensamientos. Sin embargo si ves a dos sagreños juntándose al azar por la calle es fácil adivinar lo que se dicen el uno al otro: Se mienten.

Porque mentir es su deporte comarcal. No hacen sino manipular a los otros mintiéndoles para sonsacarles. "Sacar mentira por verdad" como dicen ellos. Se creen muy astutos con el forastero y no se dan cuenta de que en realidad quedan como unos cretinos.

Sus relaciones humanas son antinaturales, artificiales, extrañísimas. No saben lo que es la espontaneidad, la sinceridad, el trato abierto, cercano, cálido y franco. Y ni lo quieren saber.

Las casas de los muchos jovenlandeses que ves allí tampoco son nada halagüeñas. Ves un pequeño bloque de tres pisos en tres plantas y ves que hay tres antenas parabólicas y la cerradura de la entrada rota desde hace años y que nadie la arregla. Los buzones de los jovenlandeses tienen garrapateado un nombre con rotulador y nada más. Es desolador.

Gente que por las tardes apuran los vinos antes de ir al pilinguiclub de Valmojado o al del Lucio en Maqueda.

Ancianos que van a labrar viñas en tractores que se fabricaron cuando aún vivía Franco. Gestos huraños en sus curtidos rostros.

La mayor parte de los campos de cultivo están yermos y llenos de malas yerbas.

Cardos seteros por doquier pero no se os ocurra recoger setas de cardo. Las setas absorben muchos tóxicos y a saber qué comes. En una ocasión recogí un montón de setas de cardo en el interior de la rotonda de acceso a la autovía en Santa Cruz de Retamar y la diarrea que tuve fue histórica.

Ancianos de pinta siniestra que van a misa todos los domingos. Vestidos de neցro y con rostro lleno de amargura, soberbia y desesperación. Agarran los rosarios fuertemente en sus a vez temblorosos dedos.

Un consejo añadido os doy, para que veías que soy buena persona y que os aprecio. No vayáis nunca a La Sagra, y si vais no paréis, y si tenéis que parar por necesidad o emergencia, procurad estar lo menos posible y evitar tocar nada o relacionaros con nadie, no intentéis comprender la idiosincrasia de la gente y los motivos o razones que allí pudieran existir. Y otro consejo que va de la mano del anterior es no leer a Mister Nini, ponedle en ignorado, escrolear, pasar de él; os robará la energía vital.
Y por supuesto, bajo ningún concepto, nunca jamás de los jamases, vayáis con Mister Nini a La Sagra.

Móstoles, Alcorcón, Leganés, Getafe, Parla; son el cáncer. Hay un cinturón por la zona norte de Toledo que va desde Valmojado a Ocaña, y seguramente siga más para el norte, pero yo esa zona ya no la controlo. Hablo de Illecas, Yeles, Seseña y toda la zona de La Sagra en general. Que se podría decir que es la metástasis. Un páramo inhóspito, todo lleno de chalet adosados con setos sin cortar, renault 19 desguazados en la puerta, cada tres casas hay una a medio terminar y otra donde hay una caravana o un contenedor marítimo que sirve de vivienda. En las aceras no hay árboles, las calles son de cemento desprendido y no se ve a nadie por la calle. Uno pone malla verde del AKÍ y el otro unas lonas de publicidad para que no se vea que tiene todo el patio lleno de maleza y de cosa. En medio del secarral se levantan calles donde se supone que vive gente. ¿Pero qué clase de persona se iría a vivir en medio de un pastizal con un etniano y un rumano de vecinos? Es una zona extraña, rara, es un lugar que da miedo, un lugar poblado de espíritus, de almas en pena, de gente que se esconde de algo.
He visto zonas antiestéticas en mi vida, pero esa comarca siempre me ha parecido el lugar más perturbador en el que haya estado.

La Sagra es una comarca maldita. Debe de ser un cruce de capas tectónicas o albergar una de las puertas del infierno, pero es un lugar que da desasosiego.

Los que somos de secano cuando vemos el mar por primera vez experimentamos una sensación de insignificancia por la grandiosidad y la fuerza que transmite esa enorme masa de agua, el olor a libertad, la luz brillante que se refleja en el agua como un espejo, el rítmico sonido de las olas rompiendo con la costa. Uno se siente reconfortado y en paz con el universo.
En la comarca de la Sagra cuando se visita por primera vez una siente una sensación de vacío y soledad. Desasosiego y angustia al verse rodeado de secarrales yermos salpicados por urbanizaciones inhóspitas. Un calor sofocante que hace brotar al cardo borriquero por todas partes y un frío neցro, en invierno, que te llena las orejas de sabañones. Y uno se pregunta, ¿qué tipo de personas decide vivir en esta tierra maldita?

Una cosa es segura, la comarca de La Sagra es el equivalente a Las Hurdes de hace 100 años. En un área geográfica de tal antiestéticaldad que produce miedo y compasión. Es como el trastero de una casa, un lugar sucio, lleno de trastos inservibles, todo desordenado y que se mantiene oculto a las visitas por vergüenza.

Otro área maldita es la zona de Otero/El Casar de Escalona y todas las urbanizaciones infectadas de latinoamericanos que hay a la ribera del Alberche. ¿Alguien me puede explicar qué hay de interesante en vivir en una urbanización de cosa teniendo como vecinos a latinoamericanos? Esos seres estrafalarios deprecian la belleza de cualquier lugar donde se les vea por las calles.

El desierto, shishi, el desierto de Arabia, es visualmente más atractivo que La Sagra.. Al desierto llega David Lean y se pone a rodar Lawrence de Arabia y es capaz de sacártelo majestuoso; a La Sagra llega David Lean a rodar algo y se pega un tiro en el paladar de la pura miseria que le invade.

Por no hablar de Fuensalida: Uno de esos sitios por los que uno echa de menos tener un delorean y avisarse a si mismo 3 minutos antes de tomar la decisión de ir, gran lugar (!)

Fuensalida, lugar que tiene una lengua propia extrañísima que se parece a ratos vagamente al castellano pero no es castellano, no se confundan. Hablan tal que así en este video:



Fuensalida: Montón de solares y casas en ruinas en el pueblo. Trazado urbanístico demencial sin centro definido. Casas que se hicieron deprisa y corriendo y se empalmaron los desagües donde primero les ocurría. Caminas por sus calles en verano y los hedores que salen de los sumideros de agua de lluvia son espantosos.

jovenlandeses y gente rara a tutiplén. En el último censo había entre marroquíes y argelinos algo más de 1.000, de los cuales sólo trabajaban seis. jovenlandesas sin embargo trabajan más. En una ocasión repartí publicidad en Fuensalida y aprendí a reconocer los buzones de los jovenlandeses a mucha distancia. Si veías que el nombre estaba pintarrajeado en directamente sobre el metal del buzón con un rotulador era un jovenlandés. Es que no fallaba. Esa raza es descuidada, y eso se puede ver en detalles tan idiotas como éste.

También hay un montón de casas a mitad de construir que se quedaron así cuando explotó la burbuja inmobiliaria. Y otras terminadas donde no ha vivido nadie nunca o hay okupas. Mucha gente rara de los arrabales de madrid, paguiteros, traficantes de drojas a porrillo (el consumo de drojas en esa localidad es demencial).

Hay un barrio en esa localidad que le llaman graciosamente "El Bron" por la cantidad de ralea que hay (En referencia al Bronx, pero dicen "elbrón" porque no saben pronunciar). Están los "Pelones" que piden dinero a gritos siempre a la salida de misa.

Los autóctonos son gente desconfiada que te mirarán siempre de medio lado, que no te dirán jamás lo que piensan pero que tratarán de sonsacarte siempre. Desde el año 34 hasta las últimas elecciones municipales ganó siempre la derecha. Y ahora hay uno sociata de alcalde pero por el apoyo de ciudagramos. Es poco probable que vuelva a haber otro de izquierdas, si es que se puede llamar de izquierdas al PSOE, claro está.

Mucha gente con mucho dinero y sin estudios ni cultura ni morigeración de ninguna clase, lo cual es una combinación espantosa. Casoplones increíbles entre ruinas y casas de mal vivir. Calles enteras de casas en las que nunca ha vivido nadie. Parece a veces la pinícula "Soy Leyenda".

antiestéticaldad absoluta. El entorno es desolador. Viñas y olivares yermos en medio de una planicie que no acaba nunca, todo seco, nada agradable donde echar la vista. Mal paisaje y peor paisanaje.

Vertederos ilegales, olor de las quemas de los mismo, cementerios de neumáticos y pestazos de depuradoras.

Fábricas donde se trabaja más horas de las que se debiera sin cobrar extras y sin cotizar y donde los encargados son capaces de arrojar objetos a quienes consideran que no siguen el ritmo. En tiempos había infinidad de talleres clandestino de zapatos, creo que todavía queda uno. Hedores nauseabundos por las noches de las quemas ilegales de los residuos de la fabricación de zapatos.

En verano no refresca jamás, ni siquiera a las siete de la mañana. En invierno el frío es húmedo y cae como una losa sobre los cuerpos y las almas. Y cuando acaba la temporada de caza galgos, galgos famélicos abandonados por las calles. A montones.

No vayáis a La Sagra ni a ningún lado de Toledo Norte. No vayáis.

La autovía que va de Toledo a Tomelloso es una carretera fantasma. Ciento treinta km donde tienes que ir luchando contra el sueño. En todo el trayecto te puedes encontrar con 20 vehículos contando los dos sentidos. La primera vez que la cogí creía que me había colado y que aquello todavía no estaba abierto al público.

La zona más antiestética de toda España es la zona norte de Toledo. Es el lugar más decadente que existe en el orbe. Todo salpicado de urbanizaciones antiestéticas a medio terminar en medio de secarrales, una urbanización del territorio sin orden ni concierto, es como el vómito de un país borracho de especulación inmobiliaria.
Los que somos de secano cuando vemos el mar por primera vez experimentamos una sensación de insignificancia por la grandiosidad y la fuerza que transmite esa enorme masa de agua, el olor a libertad, la luz brillante que se refleja en el agua como un espejo, el rítmico sonido de las olas rompiendo con la costa. Uno se siente reconfortado y en paz con el universo.

En la comarca de la Sagra cuando se visita por primera vez una siente una sensación de vacío y soledad. Desasosiego y angustia al verse rodeado de secarrales yermos salpicados por urbanizaciones inhóspitas. Un calor sofocante que hace brotar al cardo borriquero por todas partes y un frío neցro, en invierno, que te llena las orejas de sabañones. Y uno se pregunta, ¿qué tipo de personas decide vivir en esta tierra maldita?

Los padres de Cervantes eran de Maqueda y su señora de Illescas.Yo no entendí el Quijote hasta que fui a vivir a Toledo Norte. Don Quijote y Sancho no son arquetipos de nada sino la excusa argumental para ridiculizar a los tipejos con los que se iban encontrando. Tipos humanos que Cervantes conocía muy bien. Han pasado 4 siglos y siguen igual, no han cambiado nada.

No vayáis a la Sagra hijos míos.

Tan cerca de Madrid, tan lejos de Dios.
Multinick de Conor, el subnomal indepe catalán, que está corta-pegando este texto de cosa en multitud de hilos, con su nick y con sus multinicks, como este.

sarama indepe tironucable. Al ignore.
 
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