Cuak Cuak
Pato foril
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Estaba pensando en un dilema filosófico propio de novela de ciencia ficción.
Supongamos que dentro de unos años la tecnología permite escanear toda tu composición molecular y guardar una copia de esa información molecular tuya en un superordenador. Con esa copia se podría crear, en caso de necesidad, un clon tuyo por medio de una impresora molecular, que imprimiría tu clon en cuestión de unas horas. El clon tuyo sería idéntico a ti no sólo genéticamente, sino también molecularmente, de modo que tendría exactamente tus mismos circuitos neuronales, mismo carácter, incluso mismos recuerdos que cuando te "escanearon".
Bien, ahora imaginemos que todo el mundo va una vez al mes al ambulatorio a hacerse la copia molecular por si las moscas. La gente diría: "Voy a hacerme el backup molecular, ahora vengo".
Y ahora viene el dilema filosófico que me atormenta:
Un buen día, tú tienes un accidente de tráfico y mueres en el acto.
A tu familia le dan la posibilidad de "imprimirte" otra vez usando tu backup molecular del mes pasado. En unas horas, tu familia tendría una copia idéntica a ti en casa, tal como eras hace un mes, con los mismos recuerdos que tenías hace un mes, convencido de ser tú mismo, sin ser consciente de haber muerto.
La pregunta es: ¿Qué porcentaje de la población aceptaría clonar a su familiar muerto sin ni siquiera darse cuenta de que el Yo real de su famliar ya está muerto? ¿Cuánta gente sostendría que el Yo real no está muerto sino que sigue vivo en el clon, porque al fin y al cabo el clon sería idéntico molecularmente al original?
Pero recordemos, tú estarías ya muerto y enterrado. Seguramente en una fosa común para originales desahuciados, porque ni entierro se habría celebrado en tu honor.
Aquí en España, por ejemplo, con el nivel de empatía que tiene la población, qué porcentaje de familias españolas aceptarían la clonación del muerto sin ni siquiera plantearse que el original ya ha muerto?
¿Un 20%? ¿Un 40%? ¿Un 60%? Yo me temo que el porcentaje sería muy pero que muy alto.
Y los debates filosóficos sobre el alma y el Yo serían de órdago.
En fin, espero que alguien haya entendido esta trabajo manual mental.
Supongamos que dentro de unos años la tecnología permite escanear toda tu composición molecular y guardar una copia de esa información molecular tuya en un superordenador. Con esa copia se podría crear, en caso de necesidad, un clon tuyo por medio de una impresora molecular, que imprimiría tu clon en cuestión de unas horas. El clon tuyo sería idéntico a ti no sólo genéticamente, sino también molecularmente, de modo que tendría exactamente tus mismos circuitos neuronales, mismo carácter, incluso mismos recuerdos que cuando te "escanearon".
Bien, ahora imaginemos que todo el mundo va una vez al mes al ambulatorio a hacerse la copia molecular por si las moscas. La gente diría: "Voy a hacerme el backup molecular, ahora vengo".
Y ahora viene el dilema filosófico que me atormenta:
Un buen día, tú tienes un accidente de tráfico y mueres en el acto.
A tu familia le dan la posibilidad de "imprimirte" otra vez usando tu backup molecular del mes pasado. En unas horas, tu familia tendría una copia idéntica a ti en casa, tal como eras hace un mes, con los mismos recuerdos que tenías hace un mes, convencido de ser tú mismo, sin ser consciente de haber muerto.
La pregunta es: ¿Qué porcentaje de la población aceptaría clonar a su familiar muerto sin ni siquiera darse cuenta de que el Yo real de su famliar ya está muerto? ¿Cuánta gente sostendría que el Yo real no está muerto sino que sigue vivo en el clon, porque al fin y al cabo el clon sería idéntico molecularmente al original?
Pero recordemos, tú estarías ya muerto y enterrado. Seguramente en una fosa común para originales desahuciados, porque ni entierro se habría celebrado en tu honor.
Aquí en España, por ejemplo, con el nivel de empatía que tiene la población, qué porcentaje de familias españolas aceptarían la clonación del muerto sin ni siquiera plantearse que el original ya ha muerto?
¿Un 20%? ¿Un 40%? ¿Un 60%? Yo me temo que el porcentaje sería muy pero que muy alto.
Y los debates filosóficos sobre el alma y el Yo serían de órdago.
En fin, espero que alguien haya entendido esta trabajo manual mental.
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ienso: en realidad lo que se muere es la "carcasa". No habría diferencia.