Es lo que pasa con lo de la paridad, que de paridad se pasa a parida.
La chica que es funcionaria y trabaja en la lavanderia y la plancha de los mossos se queja por ser de la plantilla y ganar menos de la mitad que sus compañeros varones.
Se dirige a su jefe con la amenaza de denunciarlo. Su jefe, que no quiere problemas con feministas radicales, le cambia el puesto y la mete en la BRIMO.
Al cabo de un par de semanas la chica acabará lavando y planchando pero con nómina de BRIMO, o haciendo una "Zaida".