magrebíes y todos los demás
Aunque los pagapensiones con más peligrosidad per cápita (a lo mejor, qué sé yo, un 2-5% pero realmente chungo) son albano-kosovares, croatas o serbios, los magrebíes tienen una caracterización única: son los protagonistas, a su pesar, de esta super-producción tan bonita para celebrar el fin del petróleo fácil que es el choque de civilizaciones hungtintoniano y esa deletérea al-Qaeda. Sobre ésta última, una característica realmente fascinante: da igual quién pone una bomba en Istambul, Djerba, Bali, Londres, Madrid o Nueva York - "alguien" asume la autoría en nombre de al-Qaeda y no hay más discusión.
Antes de continuar, quiero curarme en salud y desvincularme de cualquier tipo de conspiranoia, porque ya hemos tenido durante mucho tiempo festival del humor al respecto. Lo que menciono líneas arriba es un hecho: mientras que ETA o el IRA - o Hizballah, Amal, Ezzedine al Qassam, etc. son organizaciones físicas, con bases conocidas y métodos para confirmar la autoría de un atentado (Ayuda en carretera para ETA, la excepción más conocida es cuando los pelaos de Yihad Islamiya se tratan de atribuir los muertos de Hamas o de los Mártires de Al Aqsa), al Qaeda accede preferentemente a un medio, Al Yazira, se afirma la autoría y todos dicen amen. Y ojo, no niego categóricamente que sea posible una organización terrorista transnacional. Lo que me permito dudar es que un ente tan poco palpable sea el responsable directo de cada uno de los ataques atribuidos a Al Qaeda.
En otras palabras, casos como el londinense prueban que un grupo cualquiera de indoctrinados, con algo de entrenamiento y financiación justica pueden hacer una barbaridad a la que siempre se le pondrá la misma etiqueta que despierta terrores atávicos. No lo olvidemos, vivimos en la era de internet: todavía hoy en día, aunque sea delito en España, es trivial obtener información sobre manufactura de explosivos en los programas P2P.
En un mundo en el que el Islam ha sustituido de forma aventajada al comunismo como encarnación del mal en la tierra, y en el que, además, se usa al de la religión del amor genérico como excusa barata para las tropelías políticas (e.g., las armas secretas de Saddam, su asombrosa alianza con al Qaeda, o los bloques de pisos "detonados por los fundamentalistas chechenos" en el 99 que desencadenó la 2ª guerra de chechenia para beneficio decisivo del carnicero pilinguin), no podemos extrañarnos de que partes de las masas musulmanas desheredadas, en medio de tremendas trampas maltusianas de casi 4 hijos por pareja, con el sistema de valores tradicional cayéndose a pedazos y la peor clase política del planeta, se agarren al neofundamentalismo con más convicción que el proletariado industrial de finales del siglo XIX y principios del XX a las utopías libertarias y socialistas. Si nuestros abuelos y bisabuelos, aún mesiánicos, querían el paraiso en la tierra, los yihadistas viven en los tiempos del mahdi y quieren librarse de esta vida ayudando a sus hermanos al encaminarse al paraiso.
El caso de Chechenia lo considero un hecho aislado. Quiero pensar que sólo los políticos rusos - mejor, moscovitas - son tan insensibles al sufrimiento de su población como para dar de baja de la suscripción de la vida a 400 civiles para tener un casus belli válido para una limpieza étnica. Aún sin conocer la totalidad de los detalles, sí pienso que fueron yihadistas los del 11-S, 11-M, 11-J, Bali... los campos de entrenamiento en distintos entornos protegidos no son ninguna invención y, sobre todo, internet para divulgar información. Pero yihadistas de células aisladas, de grupitos que se propagan víricamente con bien poco: un caldo de cultivo perfecto (arrabales de rabat, casablanca, argel), una doctrina sencilla y con una finalidad clara, recursos de probada eficacia...
En otras palabras: no nos amenazan una al Qaeda que a veces parece un malo de película. Nosotros, occidente, jorobamos sin parar a distintos países fieles a la religión del amor y, en reacción incontrolable, pequeños grupos con igual bandera atacan cuándo y dónde pueden. Los grupos salafistas para la predicación y el combate de jovenlandia y argelia son dos ejemplos, ejemplos que incluso me permito poner en duda: si al qaeda es una entelequia interesada, ¿no pueden ser los grupos salafistas una etiqueta fácil para grupos incontrolables, que aparecen y desaparecen, en las ciudades del Magreb superpobladas de jóvenes sin empleo?
¿Consecuencia? Mi convencimiento de que habrá más 11-M en España y en otros países de Europa, pero seguro aquí. Que tendremos que aprender a vivir con golpes horrendos. Mi gran temor es que esto ocurra en mitad de una profunda crisis económica, con las emociones de la población a flor de piel por el paro, los impagados... en ese caso, si de por sí una crisis va a empeorar sustancialmente la convivencia interétnica en España, un nuevo 11-M traerá pogromos o quién sabe qué más a la población de más de 250.000 magrebíes. Y con los pogromos, y quizás campos de internamiento o desplazamientos masivos, nuestro sistema político por el retrete. No tengo la seguridad de que ocurra, pero sí bastante prevención.
Como se suele decir, perdonad por el troncho. Espero que os interese a alguno o, aún mejor, que rebatáis lo que no os convenza: de todo corazón, ¡Cuánto deseo equivocarme!
Saludos y eso.