Y el idioma. Eso también pesa mucho para relacionarse.
Es verdad, pero cuando de verdad te quieres integrar con la población local haces todo lo posible por aprender el idioma de ese lugar.
Pero yo lo que veo aquí, entre mis vecinos guiris del pueblo, es que o no se molestan en aprender más que las 10 palabras más útiles, o lo aprenden pero juntan a sus hijos guiris sólo con otros niños guiris, y los envían a colegios guiris. Conozco una familia de fineses que llevan 3 años en Fuengirola, el padre es un ex técnico de Nokia que al parecer hizo buena pasta y dejó de remar para disfrutar lo ganado ahora que puede, vive de rentas. Los conocí el verano 2018 y me sorprendió que ninguno de los tres hijos, de entre 12 y 16 años hablaba español.
Este verano que pasó, el de 2019 estuvieron por mi casa otra vez y lo mismo, cero español, aunque el inglés al parecer lo han mejorado bastante ya que van a un colegio finlandés.
Otro caso que ya he comentado antes, un vecino suizo a quien invité con su señora e hija pequeña a pasar Nochebuena con nosotros en mi casa, ya que estaban recién llegados al pueblo (2 meses) y como no conocían a nadie pensaban pasarla solos. Están aprendiendo español a buen ritmo, cada vez que me los cruzo sale un
small talk donde aprovecho a hablar un poco de alemán, pero aún así, y a pesar de haber ido varias veces a su casa y ellos a la mía, no hay manera de conectar. Es como si se pusiesen en modo
spanisch por un rato por ser corteses y ya está, después todas sus reuniones sociales son entre paisanos suizos, alemanes, o austríacos.