Sin que sirva de precedente, voy a conceder a los políticos el beneficio de la duda. Creo que este gobierno y nuestro ministro de Economía se encuentran en una disyuntiva. Para mí que son tan burbujistas como la mayoría de este foro.
(Un aparte: visto lo visto, no llego a comprender cómo los hay que insisten en negar que el mercado inmobiliario está al rojo vivo y que la economía adolece de serios problemas estructurales. Sus motivos tendrán.)
A mi entender, el gobierno es (y ha sido) perfectamente consciente de lo delicado de la situación. Lo que sucede es que han optado por la vía Greenspan, es decir, no hacer nada respecto a la burbuja y ya achicaremos el agua después. Si nos ponemos en su lugar, esta actitud es comprensible, aunque no favorece al bien ni al interés común. Y es comprensible, digo, porque Solbes pensará: si trato de desinflar la burbuja mediante medidas fiscales me van a acusar de revientaburbujas y de haber llevado a España hasta estos extremos. La inhibición en este caso parece ser la mejor política, siempre puedes argumentar que el mercado es el mercado, que esto venía de antes, que has hecho todo lo que buenamente has podido y estaba en tu mano, etc.
¿Esto es lo que se espera de un político? No pero es lo que hay. Así somos las personas... humanas.