BUMBUM dijo:
¿El TAE=euribor+diferencial, galleta?
La Tasa Anual Equivalente (TAE): ¿Qué es? ¿Qué incluye?Autor: Consumer.es (Grupo Eroski) (Consumer.es)
Fecha: 03/02/2004
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Resumen: Qué se incluye y qué queda fuera en el cálculo de este importante indicador.
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¿Qué es más interesante? ¿Un préstamo a un 2% de interés o un préstamo a un 3%? O ¿un plazo fijo con un interés del 2% u otro con un interés del 3%? La respuesta puede parecer fácil en ambos casos. Referente al préstamo, parece más ventajoso el de menor interés, ya que se supone saldrá más barato, y en relación al depósito, se puede pensar que el mejor es el que mayor interés pague. Pero esta cuestión no es tan sencilla como parece y no siempre se corresponde. En todos los folletos informativos de créditos y depósitos bancarios, tanto bancos como cajas de ahorro incluyen dos índices: el tipo de interés nominal y el T.A.E. Este último concepto, que puede parecer más complicado, ofrece un resultado más aproximado de la operación. De hecho, el Banco de España, obliga a incluir este índice desde el año 1990, en que publica la norma 8/ 1990 sobre “Transparencia de las operaciones y protección de la clientela”. Precisamente el T.A.E., homogeneiza sobre una base anual, además del tipo de interés, otro tipo de comisiones, por lo que el resultado es más exacto.
¿Qué significa T.A.E?
El significado exacto es Tasa Anual Equivalente o Tasa Anual Efectiva. Es un término muy financiero que se define como el resultado de una fórmula matemática que incorpora el tipo de interés nominal, las comisiones y el plazo de la operación. El término T.A.E aparece tanto en los productos ahorro como en los préstamos tanto hipotecarios como consumo.
¿Qué incluye el T.A.E.?
- En productos ahorro: Recoge las liquidaciones de pago. Concretamente, es la tasa que realmente produce el dinero en juego. Aitor Beldarraín Begoña, delegado de Ausbanc en Euskadi, expone el siguiente ejemplo para explicarlo. ”Si se invierte 1 millón de euros a un plazo de 1 año a un interés nominal del 4% al final del año, ese dinero ha producido un interés de 40.000 euros. Pero sí en vez de cobrar esos 40.000 euros al final el banco o caja ofrece la posibilidad de cobrar ese dinero en períodos trimestrales o semestrales, el poder disponer de ese dinero antes, supone un interés y eso es el T.A.E., la suma de los valores futuros de los flujos de interés”.
- En préstamos: tanto en los préstamos de consumo o personales como en los hipotecarios, el T.A.E. incluye dos conceptos que son la comisión de apertura y la de cancelación anticipada. La variación está en el porcentaje que en préstamos al consumo es más alto porque son operaciones de mayor riesgo para los bancos y aplican comisiones más altas para protegerse.
Comisión de apertura: Bajo esta denominación se esconden todos los gastos originados en las entidades financieras por la tramitación de un contrato crediticio. Habitualmente, la cuantía de esta comisión se cobra de una sola vez, cuando se firma el contrato, sin embargo, es posible pactar pagarla a lo largo de la vida del préstamo.
Comisión de cancelación o amortización anticipada: Aunque no siempre es así, generalmente las entidades financieras reconocen a sus clientes el derecho a cancelar el préstamo total o parcialmente antes de que termine el plazo. Como los intereses están estimados para el total de la vida del préstamo, si ésta se acorta el beneficio del banco o caja es menor. Por ello, al cancelar el préstamo total o parcialmente (con entregas a cuenta) las entidades financieras cobran una comisión, resultado de aplicar un porcentaje sobre la cantidad cancelada o amortizada antes de tiempo. Aquí existe una limitación y es que en los préstamos a interés variable la comisión por cancelación anticipada está limitada por ley al 1%.
Arantza González, gestora comercial de Caja Laboral, explica que “una amortización anticipada puede resultar más ventajosa que una cancelación, ya que hay entidades financieras que ofrecen la posibilidad de hacer esa amortización anticipadamente sin costes y dejar pendiente una pequeña cantidad de dinero al final del préstamo”. Aitor Beldarrain, delegado de Ausbanc en Euskadi ofrece otro consejo: “Hay que tener ojo con las amortizaciones anticipadas de algunos bancos ya que permiten hacer sin costo hasta un 25% de la deuda, y si se anticipa una cantidad mayor de dinero cobran una comisión.”
¿Qué queda fuera del T.A.E.?
El T.A.E. es mucho más preciso que el tipo de interés para saber el coste o beneficio de la operación. Pero en el caso de los préstamos, especialmente los hipotecarios que son más complejos, existen otros gastos inevitables y que no incluye el T.A.E. y que por tanto el consumidor debe tener en cuenta.
Nuria Horcajada, del Departamento de Comunicación del Banco de España explica que del T.A.E. “se excluyen conceptos como los gastos que el cliente pueda evitar en uso de las facultades que le concede el contrato, se engloban aquí los gastos por transferencia de los fondos debidos por el cliente, los gastos a abonar por terceros, como corretajes, gastos notariales e impuestos y los gastos por seguros o garantías, aquí sí se incluirían dentro del T.A.E. aquellas primas que tengan por objeto garantizar a la entidad el reembolso del crédito en caso de fallecimiento, invalidez o desempleo siempre que la entidad imponga su suscripción para la concesión del crédito.”
Aitor Beldarraín, delegado de Ausbanc en Euskadi, explica otro concepto que existe dentro de los préstamos hipotecarios y que es el CER (Coste Efectivo del Remanente). “Este término marca lo que cuesta cambiar la hipoteca de un banco a otro. Incluye el tipo y la comisión por cancelación anticipada.” También la OCU ha estudiado el T.A.E. y en un informe incluye el siguiente ejemplo para explicar qué gastos quedan fuera de esta tasa.
“Feliciano ha decidido comprarse una vivienda en el centro. Mirando los ahorros que tiene, piensa que todavía le faltan unos 100.000 euros. Su banco le ofrece un préstamo hipotecario a 10 años con las siguientes condiciones: tipo de interés nominal del 5% y T.A.E. del 5,46%. Como no le parece mal el T.A.E decide aceptarlo. Lo que no sabe Feliciano es que en el cálculo del T.A.E de los préstamos, según establece el Banco de España, sólo se incluyen los gastos que el consumidor paga a la entidad financiera, pero no todos los demás que influyen, y mucho, en el coste real del préstamo, a saber: la tasación de la vivienda, las minutas del notario y del registrador, la gestoría, los seguros que exigen las entidades (incendio, amortización de préstamo), el Impuesto de Actos Jurídicos Documentados... En el caso de su préstamo, si se añaden todos esos gastos pueden llegar a sumar unos 1.900 euros.”
Conviene tener en cuenta, como explica Arantza González, gestora comercial de Caja Laboral, que estos gastos a veces son obligatorios. “Siempre hay que tasar la vivienda lo que implica unos gastos de notario, realizar las escrituras y al pedir un crédito hipotecario el banco exige hacer un seguro a la vivienda”.
Consejos
Para clarificar al consumidor qué es el T.A.E. y cómo debe interpretarlo a la hora de elegir un préstamo diversas organismos ofrecen consejos. Las fuentes consultadas son OCU, Banco de España, Ausbanc y Caja Laboral y en estos tres consejos coinciden todos ellos.
1) Utilizar el T.A.E. para comparar sólo préstamos que sean a un mismo plazo. Las comisiones hacen que sea diferente según el plazo para el que se calculan.
2) No comparar nunca el T.A.E de un préstamo fijo con el de un préstamo variable, ya que en esta última será siempre un T.A.E. teórico, porque no hay manera de saber a priori cuál va a ser la evolución del índice de referencia. En el caso de un préstamo de tipo de interés fijo es fácil decantarse ateniéndose al T.A.E., menor T.A.E., menor dinero pagaremos.
3) Tampoco es comparable el T.A.E de un préstamo personal con el de uno hipotecario. El hipotecario tiene muchos más gastos que no se incluyen en el cálculo del T.A.E. legal, como son los explicados anteriormente, de gastos notariales, seguros obligatorios, etc.
Préstamos Personales e Hipotecarios
El término T.A.E. aparece en la información sobre productos ahorro y en la relativa a préstamos. Este concepto es obligatorio incluirlo desde 1990 en que el Banco de España sacó la circular 8/1990 sobre Transparencia de las operaciones y protección de la clientela”. En el caso de los productos ahorro, además están obligados a poner un ejemplo representativo del interés que se puede obtener con el producto anunciado.
Centrándonos ahora en los préstamos los bancos y cajas de ahorro ofrecen diferentes modalidades. Una primera división es ateniéndose a la cantidad de dinero a pedir. Entonces existen dos tipos de préstamos, personales, también conocidos como de consumo, y préstamos hipotecarios.
Los préstamos personales o de consumo se solicitan para adquisiciones de pequeño valor, como un coche, reformar una casa, o pagarse unas vacaciones. Los préstamos hipotecarios implican cantidades más grandes y se suelen destinar para la compra de una casa nueva o de segunda mano, aunque también se pueden pedir para otros fines. La cuestión es que la cantidad que se solicita es grande y el cliente necesita un plazo de pago mayor a los 7 años que tiene de límite el préstamo personal. Entonces el cliente opta por hipotecar su casa como garantía. Un caso frecuente es el de aquellas personas que quieren poner un negocio por lo que hipotecan su casa para ello.
Referente a las cantidades en las que oscilan los préstamos en el caso de los personales no se puede precisar. Los bancos lo deciden en función del cliente. A un buen cliente, de muchos años, con nómina domiciliada, etc., le darán más facilidades.
En el caso de los préstamos hipotecarios la cantidad que presta el banco no supera el 80% del valor de tasación de la vivienda. También son diferentes los plazos de amortización. En el primer caso son plazos cortos, como máximo 7 años y en el segundo cada vez es más frecuente llegar a 30 o 35 años.
Ambos préstamos tienen elementos comunes y el T.A.E es uno de ellos que además es más preciso que el tipo de interés. Se puede tener en cuenta a la hora de decantarse por un préstamo u otro pero no es el único factor a considerar. No hay que olvidar la cuantía a pagar mensualmente, la posibilidad de amortización o de cancelación anticipada, agilidad y facilidad en la tramitación, comisiones aplicadas o el grado de confianza en la entidad. Otro aspecto que el consumidor debe tener en cuenta es que cuanto menor sea el período del crédito mayor será el T.A.E., por lo tanto, a la hora de solicitar un crédito hay que hacer un balance entre el período de vida del crédito y las comisiones del T.A.E para llegar a una posición equilibrada.
En los préstamos hipotecarios, además, hay otros factores que pueden ayudar a decidirse a la hora de escoger una hipoteca. La primera, es que la vivienda será la garantía del pago. Esto no suele significar que si no se paga se embargue la casa, sino que el consumidor tiene la opción de en un momento dado vender la vivienda para hacer frente a la hipoteca. Esta garantía es la que hace que los tipos de interés hipotecarios sean más bajos que los de consumo. Mientras en estos últimos la media es de un 6% en los hipotecarios es del 4% o incluso más bajo. Existen bancos que tienen ofertas de un 2%. Los plazos de pago son más largos, lo cual ofrece cuotas más cómodas para la devolución de los intereses correspondientes.
Modalidades de préstamos hipotecarios
Existen tres tipos de préstamos hipotecarios ateniéndonos al tipo de interés: fijo, variable y mixto. La explicación es muy sencilla. El préstamo a un tipo de interés fijo significa que durante toda la vida del préstamo se pagará el mismo tipo de interés, independientemente de que suban o bajen en el mercado. El variable se revisará anualmente y se pagará el tipo de interés vigente en el mercado. Actualmente, las entidades bancarias están firmando muchos créditos de esta modalidad porque los tipos de interés no cesan de ir a la baja. El problema surgirá si un día suben los tipos de interés. Por último, el préstamo mixto combina un tipo de interés fijo inicial, entre 1 y 15 años, y un tipo variable que se revisa en función del índice de referencia al que se le suma un diferencial. En estos préstamos hipotecarios mixtos vuelve a aparecer el T.A.E que nos indicará el coste efectivo de la operación.
¿A cómo está el T.A.E?
El T.A.E. se encuentra unos puntos por debajo del tipo de interés en el caso de los productos ahorro y unos puntos por encima en el caso de los préstamos. Ofrecer una cifra exacta es difícil porque son las entidades bancarias las que los estipulan. No obstante, el Banco de España, dentro de su página web, ofrece unas tablas dentro de su sección Tipos de interés y de cambio / Otros tipos de interés. Consultando estas tablas se pueden consultar medias ponderadas de cómo ofrecían los bancos y cajas de ahorro el T.A.E. desde 1987, que es cuando empezaron aplicarlo. En los años anteriores, como explica Nuria Horcajada del Departamento de Comunicación del Banco de España, “son medias simples de los tipos declarados”.
En los datos utilizados para este artículo que figuran en estas tablas, que son de marzo de 2003, se aprecia que los bancos ofrecen préstamos personales que oscilan entre uno y tres años Tasas Anuales Equivalentes al 6,29%. Las Cajas de Ahorro, pican más alto con un porcentaje de 7,91%. En el caso de préstamos personales superiores a 3 años los bancos se decantan por un 6,25 y las Cajas un 7,10.
En cuanto a los préstamos hipotecarios, los bancos oscilan con un T.A.E. 4,03% y las Cajas de Ahorro se encuentran en una media de 3,99%. Y por poner algún ejemplo referente a productos ahorro los bancos ofrecen un T.A.E. en cuentas corrientes de 1,68% frente a un 1,61 de las cajas de ahorro y en una imposición entre 1 y 2 años el T.A.E. de los bancos está en un 1,89% y el de las cajas a un 2,22%.
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