Portada de El País 27/4:"¿Esta crisis es como la del 29... o va a ser peor?

ronald29780

Mercutio
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¿Qué tienen en común los apellidos de esta gente? ¿Qué hacían estos elegidos y las instituciones/corporaciones a las que representan mientras las burbujas se inflaban? ¿Cómo no van a acertar en sus maravillosas predicciones si conocen el plan de antemano? Se hicieron ricos vendiéndonos los problemas y se harán mucho más ricos imponiéndonos las soluciones...:



http://ar.geocities.com/catolicosalerta01/complot_contra_la_iglesia/d45.html
Roach no indica para nada una descendencia de alubios, ni el nombre Soros tampoco.:D
 

fuenla

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La cuestión es cuando se nos acabará el dinero de la UE... cuando ese día llegue y tengamos que acostumbrarnos a vivir con lo que tenemos y no por encima de nuestras posibilidades, entonces estaremos dolidos.

Apostemos, ¿cuando será ese día?
 

ronald29780

Mercutio
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No le hagas mucho caso a Saquetas, que tiene un judío incrustado hasta en su nick, (en realidad, mejor hubiera quedado "saquetas de Goldenberg").
Una obsesión bastante ibérica también, similar a la pisitofilia.
No esque según Freud, ha tenido una experiencia pre-pubertaria mala con su madre. Y la cual era judia.:D
 

saquetas de Goldman

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No le hagas mucho caso a Saquetas, que tiene un judío incrustado hasta en su nick, (en realidad, mejor hubiera quedado "saquetas de Goldenberg").
Una obsesión bastante ibérica también, similar a la pisitofilia.
La elección del nick fue hecha a conciencia, lástima que no te hayas percatado.:)
 

Tuttle

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Saquetas, todas las religiones aspiran al control mundial, como todas las corporaciones, no veo nada reprochable en eso. Un amigo mio griego con mucho mundo, es marino, decía una cosa de los alubios:

Cuando un judio quiere mejorar en la vida, los que están con el lo empujan hacia arriba y los de arriba tiran de el. En cambio en nuestra cultura si alguien quiere mejorar los que están a su nivel lo agarran y los de arriba lo pisan.
Personalmente hay muchas cosas de esa comunidad que creo que deberíamos de aprender porque son mucho más avanzados que nosotros, aunque nadie ni nada es perfecto.
 

melonet

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Ladrillos rotos en ambas orillas del Atlántico

La crisis inmobiliaria golpea en España, Irlanda, EE UU y Reino Unido


Las ventas de casas nuevas llegan a su nivel más bajo desde la década de 1990. Las hipotecas caen un 17% en marzo. Un 73% menos de viviendas registradas el mes pasado. La crisis inmobiliaria copa titulares, pero al contrario de lo que parece a primera vista, no se refieren a España. Hablan de Estados Unidos, Reino Unido e Irlanda este abril.

La crisis inmobiliaria, tan anunciada en España y que recibió la semana pasada su certificado de autenticidad al confirmarse la caída real de los precios, afecta a más países. De hecho, España es uno de los últimos en acceder a este club.
En Irlanda, tras la caída de precios del pasado trimestre, ya van cinco consecutivos de descensos. Y en Estados Unidos, los permisos de edificación se han desplomado desde comienzos de 2006. Los datos negativos sobre el sector inmobiliario se acumulan a los dos lados del Atlántico. Tanto es así que en un informe reciente, la casa de análisis Oxford Economics se preguntaba si ésta era la primera crisis inmobiliaria global.
Javier García-Mateo, director de análisis de la consultora inmobiliaria Aguirre Newman, duda de esta tesis. "Una de las características del mercado inmobiliario es que no es cien por cien global. No se atraviesa en todo el mundo el mismo ciclo". Sin embargo, García-Mateo reconoce que la crisis financiera puede tener un impacto en zonas dependientes del exterior, por ejemplo en Europa del Este.
Los precios de la vivienda crecieron durante años gracias a unos tipos de interés históricamente bajos, tanto en Estados Unidos como en Europa. El Euríbor, el índice al que se referencian la mayor parte de hipotecas en España, llegó al 2,014% en junio de 2003. En aquellos meses, los tipos de interés oficiales de la zona euro estuvieron en el 2% y los del dólar bajaron al 1%.
El dinero barato favoreció el endeudamiento para comprar una casa, y con él, la demanda. Los precios se dispararon. Entre 1997 y 2006 el coste de la vivienda en Irlanda se multiplicó por cuatro; en España y Reino Unido se triplicó y en EE UU se duplicaron. Este crecimiento ha llevado al Fondo Monetario Internacional a hablar de sobrevaloración de la vivienda en todo el mundo. A la cabeza estaría Irlanda (más del 30%), tras ella Holanda y Reino Unido. España (20%) aparece en el noveno lugar. En la lista aparecen Australia, Japón, Canadá y Estados Unidos.
"La disponibilidad de dinero barato fue la causa principal del aumento global de los precios", afirma Oxford. Para García-Mateo, esto generó un exceso de confianza en el lado de la oferta, "que sobreestimó la demanda".
En España llegaron a construirse más de 800.000 viviendas en 2006. Con esta actividad, la contribución del sector inmobiliario al empleo y al crecimiento fue importante. Irlanda y España han encabezado las tasas de crecimiento en la zona euro en los últimos años.
El encarecimiento del dinero con la subida de los tipos de interés -la Reserva Federal aumentó los tipos de interés en casi cinco puntos en dos años- invirtió la situación y lo que había contribuido a hinchar la burbuja propició el pinchazo.
También ha contribuido el endeudamiento de las familias. En España, según el Banco de España, el 45% de la renta familiar se destina al pago de las hipotecas. "Una consecuencia de la burbuja ha sido el deterioro de la posición financiera de los hogares", explican en Oxford.
El estallido de la crisis financiera en verano trajo la restricción del crédito. La crisis se ha agudizado. En España, se ha pasado del "suave aterrizaje de precios", como lo ha calificado el Gobierno, a la caída.
Ahora, la contribución al crecimiento se convierte en un freno, y la fuente de empleo comienza a drenarlo. Las miradas se fijan en el futuro. ¿Cuánto durará la crisis inmobiliaria? ¿Qué impacto tendrá? Para España, los conocedores del sector hablan de dos o tres años, y corrección de precios en torno al 20%. Sobre Estados Unidos, Goldman Sachs ha previsto un ajuste más brusco: 18 meses y un descenso del 30% al 35%. -
Otros pinchazos

Si ésta es o no la primera crisis inmobiliaria global, como se ha preguntado Oxford Economics, lo dirá el tiempo. De todas formas, el Fondo Monetario Internacional ha hablado de sobrevaloración de la vivienda en todo el mundo desarrollado. Sólo Canadá y Austria escapan a esta situación a ojos del organismo internacional.
En todo caso, en los últimos 35 años no hay una crisis en el sector con las dimensiones geográficas que tiene la actual, según el banco de inversión Goldman Sachs.
A comienzos de los ochenta, al calor de la segunda crisis del petróleo, muchos países de Europa occidental sufrieron desplomes en el precio de la vivienda. Sin embargo, entre los afectados no estaba EE UU, que vive ahora el peor momento del sector tras la II Guerra Mundial, lo que resta dimensión global a coyunturas anteriores.
Entre los afectados de aquel estallido estaba Holanda, que entre el segundo trimestre de 1978 y el tercero de 1985 vio cómo sus inmuebles perdían una media del 50% de su valor, según la entidad estadounidense.
Pero en ningún caso en las últimas cuatro décadas se ha superado la duración de la crisis japonesa, que comenzó a comienzos de los noventa y todavía se prolongaba a finales del año pasado. En más de 16 años, los precios de las viviendas niponas han caído el 44%. -



Consecuencias

- Caída de precios. Tras tocar techo, los precios caen. La demanda se retrae a la espera de menores precios.
- Bajada de la inversión inmobiliaria. La caída de precios trae consigo la caída de la rentabilidad en el sector. La inversión decae.
- Subida del desempleo. La bajada de la actividad en un sector con gran demanda de mano de obra supone el aumento del desempleo.
- Frenazo económico. El crecimiento se resiente ante la parada de la construcción.



Causas

- Aumento del precio del dinero. Tras tocar suelo en 2003, los bancos centrales suben los tipos de interés.
- Altos precios de la vivienda. En casi una década los precios se disparan en casi todo el mundo desarrollado.
- Exceso de oferta. La construcción de viviendas supera a la demanda.
- Crecimiento de la deuda familiar. La época del dinero barato lleva el endeudamiento a cotas desconocidas.

http://www.elpais.com/articulo/sema...lantico/elpepueconeg/20080427elpneglse_10/Tes
 

ronald29780

Mercutio
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Nunca te he tomado por simple, si escribo:

A - Roach no indica para nada una descendencia judia, significa que Roach es un nombre bastante como en el mundo anglo-sajon. Igual habrá Müller's que sean alubios, pero que los 400.000 Müller's de Alemania fueran alubios pongo en duda.

B - Antes de escribir mi mensaje volvia a asegurarme, que el nombre Soros no es necesariamente judio y de camino re-afirmé mi oscuro conocimiento de la historia registral del individuo en cuestion.
 

saquetas de Goldman

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Vale, vayamos de a poco..., paso por paso. Obviemos lo de los apellidos y planteemos la cuestión de otro modo: ¿No eran estos los mismos que se forraron gracias a aquellos "sofisticados instrumentos financieros" que ellos mismo crearon y comercializaron? ¿Y ahora encima nos traen el apocalipsis y la solución mágica?
La verdad que lo que apunta Blackholesun respecto a lo meritorio de la coordinación es cierto. La labor de los ilusionistas es digna de admiración, aunque también hay que tener en cuenta que la credulidad, desidia e ignorancia de los ilusos hace que todo sea mucho más llevadero y hasta divertido.

 

ronald29780

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Vale, vayamos de a poco..., paso por paso. Obviemos lo de los apellidos y planteemos la cuestión de otro modo: ¿No eran estos los mismos que se forraron gracias a aquellos "sofisticados instrumentos financieros" que ellos mismo crearon y comercializaron? ¿Y ahora encima nos traen el apocalipsis y la solución mágica?
La verdad que lo que apunta Blackholesun respecto a lo meritorio de la coordinación es cierto. La labor de los ilusionistas es digna de admiración, aunque también hay que tener en cuenta que la credulidad, desidia e ignorancia de los ilusos hace que todo sea mucho más llevadero y hasta divertido.

Yo no creo en las conspiraciones de alubios-masones y/o miembros de Bilderberg. La Ley de Murphy habla en su contra.
 

4.25 TAE

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No, lo que quiero decir es que Daniel Estulin está desaparecido desde Dic-07,
al menos no escribe en su web desde entonces, y que yo sepa Estulin fué el que hizo estas fotos.

Saludos.
Es verdad, es bastante siniestro lo de su "desaparición"
 

Allanacerros

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Imagine un día en que los bancos no tuvieran liquidez, y, en vez de prestar dinero a sus clientes, fueran ellos -o, más exactamente, los contribuyentes- quienes les prestaran más de medio billón de euros. Imagine que grandes bancos de inversión de EE UU y Europa fueran rescatados de la quiebra por fondos de países en vías de desarrollo. Imagine que las viviendas perdieran una cuarta parte de su valor en dos años, y miles de familias no pudieran hacer frente a sus hipotecas, obligando a los Gobiernos a socorrer a los más apurados pagando la ampliación de los créditos hipotecarios. Imagine que los precios de los alimentos básicos se dispararan, se iniciara el racionamiento de arroz en EE UU y en Europa y el coste del petróleo se triplicara en cuatro años sin que apenas se detectaran revueltas sociales, ni la Bolsa, aunque a la baja, sufriera crash alguno. En realidad no hace falta tener mucha imaginación: todo eso ya ha sucedido.

La pregunta que ahora se hacen casi todos los expertos -con la única excepción, tal vez, de los que están a sueldo de los gobiernos- es si estamos ante una crisis más, dentro de los grandes ciclos económicos que alternan la bonanza con la depresión, o se trata de algo más.

¿Es el fin del capitalismo tal y como lo conocemos? Esa pregunta no es nueva. Ni mucho menos. Se ha utilizado en decenas de publicaciones para explicar fenómenos tan dispares como la incorporación de la mujer al mundo laboral, el imparable ascenso de China e India, o la globalización. Pero ha vuelto a ser acuñada para tratar de explicar en una sola frase las turbulencias que sacuden los mercados internacionales desde hace casi un año.

Bajo ese mismo título, el diario The Independent publicaba el pasado 28 de marzo un artículo que resume la teoría que podría denominarse apocalíptica. "El mundo occidental se encuentra en una crisis económica de una magnitud similar a la del petróleo de 1973. Asistimos nada menos que al desmoronamiento del liberalismo, el modelo ideológico y económico dominante en los últimos 30 años", decía el rotativo.

Cuando los mercados son concebidos en términos de obtención de beneficios, no promueven -como dice la teoría clásica liberal- la eficiencia en los servicios, sino la concentración de la riqueza y la especulación. De esta forma, el valor económico real de los activos del planeta es ahora tres veces inferior a los instrumentos financieros (bonos, títulos, acciones, derivados, etcétera) emitidos tomando como referencia esos activos.

Incluso alguien que vive de la buena marcha del negocio financiero como el presidente del BBVA, Francisco González, alertó hace justo un año de esa inflación financiera y "del riesgo que supone el auge de los hedge funds y del capital riesgo".

Y, mientras, los asalariados se han enfrentado a 35 años de rebaja de su parte de la tarta. La edad de oro del asalariado, como proporción del PIB, fue entre la II Guerra Mundial y la crisis del petróleo, y no esta edad de la liberalización, en la que sólo el 1% de la población en el Reino Unido (ojo, no de Congo) controla más de un tercio de toda la riqueza del país, según el diario británico.

Esa corriente de pensamiento (o de pesimismo, según se mire) no hace sino sumar adeptos a medida que las turbulencias se prolongan. La afirmación de que estamos ante la peor crisis financiera desde la Gran Depresión de 1930 es compartida por gente nada sospechosa de extremista. El multimillonario Georges Soros, el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan, el ex director del FMI Rodrigo Rato o el economista Paul Krugman han comparado la actual crisis financiera con los acontecimientos posteriores al crash bursátil de 1929.

A ese pesimismo le dan carta de naturaleza publicaciones que pasan por ser biblias del capitalismo, como The Economist, Fortune, Business Week o Financial Times. Hay expertos que piensan que esta crisis puede desembocar en un apocalipsis si las autoridades monetarias no dan con la solución adecuada. No son precisamente pancarteros antisistema, sino analistas reconocidos o altos cargos de bancos de inversión con sueldos estratosféricos. Entre los más renombrados: Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del FMI; David Rosenberg, estratega jefe de Merrill Lynch; Henry Kaufman, jefe de Solomon Brothers entre 1970 y 1980 y dueño ahora de una firma de inversión; Bernard Connolly, analista de AIG y ex jefe de análisis de la Comisión Europea, y Stephen Roach, jefe de operaciones en Asia de Morgan Stanley.

Aunque desde posturas muy diferentes, todos critican la falta de reacción de las autoridades monetarias para prever las consecuencias de una economía crecientemente especulativa apoyada en el apalancamiento, es decir, en instrumentos financieros (bonos, opciones, acciones, futuros, derivados, etcétera) cuyo valor es muy superior al valor real de los activos en que se basan.

La "exuberancia irracional de los mercados", una expresión de Greenspan que hizo fortuna, ha sido llevada al extremo en el caso de los bancos de inversión. Las cinco mayores firmas independientes -Goldman Sachs, Merrill Lynch, Morgan Stanley, Lehman y Bear Stearns- tenían un nivel de deuda en 2007 de 41 a 1, según cálculos de Fortune. En plata: por cada euro contante y sonante que captan se endeudan por 41.

Para entenderlo mejor, lo sucedido desde la última crisis de 2001 se parece al cuento de la lechera, la aldeana que, según caminaba hacia el mercado para vender su cántaro de leche, hacía planes sobre las ganancias crecientes que podía obtener y llegaba a la conclusión de que, trueque tras trueque, acabaría comprándose una granja. En un descuido, el cántaro cae y se rompe, y todos los sueños se van al garete. En la crisis financiera mundial, el cántaro son las hipotecas basura, y los planes de la lechera se llaman CDO, SIV y Conduits, los nombres imposibles de los paquetes de títulos basados en esas hipotecas -y en la firme creencia de que su valor crecería en el futuro-, que han contaminado a todo el sector financiero internacional cuando son un fenómeno genuinamente estadounidense.

Pero las hipotecas -denominadas subprime o directamente basura- habían sido otorgadas alegremente a gente de dudoso crédito que ahora no puede hacer frente a los pagos. Y el valor de los títulos, como los sueños de la aldeana, se ha venido abajo. No sólo el de las hipotecas subprime, sino el de todos los productos financieros relacionados con ellas. Ahora, los bancos no se fían de sí mismos porque aún no saben quién posee esos productos que sencillamente no pueden colocarse en el mercado: nadie sabe cómo valorar nada de lo relacionado con las subprime. El FMI ha hecho una estimación del agujero de las entidades financieras: un billón de dólares. Pero la banca apenas ha reconocido hasta ahora una cuarta parte de esas pérdidas.

Jan Loeys, de JPMorgan, cree que hablar de la peor crisis desde la Gran Depresión "es una exageración que refleja el calor del momento", pero admite que sus efectos perdurarán en los mercados "al menos una década".

Una de las causas apuntadas por Fortune para esa locura especulativa es la ambición de los ejecutivos de esas firmas de inversión, que de 2002 a 2006 triplicaron sus beneficios hasta los 30.000 millones de euros, y eran más rentables que la industria farmacéutica o la energética. A sus ejecutivos no les importaba el creciente riesgo que asumían las entidades, porque en ello les iba su sueldo. Las retribuciones de los empleados representaban el 60% de los ingresos de esas firmas, frente al 20% que suponen los salarios en la banca comercial.

"Uno de los agujeros por los que ha llegado la crisis es que no se ha controlado bien el riesgo, ha faltado juicio para tomar decisiones de inversión por un problema de incentivos perversos. Quienes contrataban las hipotecas basura en EE UU eran agentes que trabajaban a comisión, no les importaba si luego el cliente pagaba o no. Y los bancos se quitaban del balance esos créditos al venderlos en paquetes financieros. Al final nadie se interesaba por si el crédito era de buena o de mala calidad, porque todo se vendía. Pero eso va a cambiar", asegura Guillermo de la Dehesa, presidente de Centre for Economic Policy Research, con sede en Londres.

Henry Kaufman, que llegó a ser conocido como Doctor Fatalidad (Dr. Doom) porque predijo el alza de las tasas de inflación y los tipos de interés en la década de los ochenta, ha señalado que la actual crisis no tiene nada que ver con las anteriores. Las de 1998 (que provocaron graves problemas en varios países asiáticos, con fuertes devaluaciones de sus monedas) y 2001 (tras el pinchazo de la burbuja puntocom) tuvieron su origen en mercados emergentes. En cambio, la actual nace -y hasta ahora se mantiene- en Occidente: EE UU y Europa.

Kaufman ha responsabilizado de "la peor calamidad global desde la II Guerra Mundial" a la Reserva Federal (Fed), el banco central norteamericano, por permitir esa expansión financiera sin base real y no poner coto a las prácticas especulativas. Para este economista, no es suficiente con inyectar dinero al sistema, sino que hay que controlarlo férreamente, con la creación de una autoridad supervisora que regule y vigile a la banca.

Rogoff también critica a la Fed por su decisión de combatir la recesión reduciendo los tipos de interés, porque, a su juicio, esa medida convertirá a EE UU en una máquina de inflación a escala mundial, agravando las tensiones procedentes del alza de las materias primas.

Pero el dramatismo de su análisis es aún mayor cuando pronostica que el rescate del sistema financiero no resistirá porque no hay suficiente dinero fresco. Por el contrario, estima que persistirá la contracción del crédito y el desplome del valor de los pisos, que desembocará en un "gigantesco rescate inmobiliario que costará a los contribuyentes estadounidenses un billón de dólares o más". ¿Y quién se atreverá a comprar esa nueva deuda con los tipos de interés por los suelos y un dólar más devaluado que nunca?, se pregunta.

La respuesta: "El próximo año habrá un aumento masivo de las quiebras corporativas en EE UU, aun cuando muchas empresas llegaron a la recesión con balances sólidos. Las finanzas estatales y municipales están aún en peores condiciones. Ante la caída de ingresos, decenas de municipios en EE UU podrían quebrar".

Stephen Roach también tiene su apodo. Le llaman el eterno bajista (perennial bear) por sus previsiones fatalistas. Considera que estamos viviendo las consecuencias de la segunda burbuja en siete años, tras la crisis que tuvo lugar entre 2000 y 2001 con el desplome de los valores tecnológicos, provocando un colapso financiero que representaba al 13% del producto interior bruto (PIB). Pero señala que la actual crisis es mucho más grave porque combina dos burbujas, la hipotecaria y la crediticia, que afectan simultáneamente a la construcción y al consumo, que representan el 78% del PIB de EE UU, un peso seis veces mayor que en la anterior crisis.

Roach estima que el recorte de los tipos en EE UU no bastará para ayudar a los consumidores que han visto caer el valor de sus propiedades y tienen difícil acceso al crédito. Y propone medidas fiscales de corte keynesiano que favorezcan las exportaciones e inversiones para renovar las anticuadas infraestructuras del país para salir de la recesión.

Apocalípticos o no, la inmensa mayoría de los expertos coincide en el hecho de que el sistema financiero no volverá a ser el de antes. Cuanto más profunda es una crisis, mayores cambios provoca. Pero hasta los neoliberales tienen claro que ya nada será igual. "No estoy seguro de que podamos ir tan lejos como para hablar del fin del capitalismo como lo conocemos. Pero es evidente que vamos hacia un mundo en el que la banca va a estar sujeta a una regulación mucho más restrictiva que la actual", explica desde Washington Desmond Lachman, economista de cabecera de la American Enterprise Institute, un influyente think tank neoconservador. "El peligro es que la reacción ante la crisis crediticia provoque un exceso de regulación en el sistema financiero, como sucedió tras los escándalos de WorldCom y Enron", añade, en una posición similar a la que ha adoptado recientemente el Instituto de Finanzas Internacionales, el gran lobby bancario.

El papel de los bancos centrales está siendo fundamental en la resolución de la crisis. Pero sus acciones son discutibles, hasta el punto de que muchos analistas los han puesto en el disparadero. Bernard Connolly, economista de la aseguradora AIG, podría llamarse también el analista antieuro, por su aversión a la moneda común europea, a la que responsabiliza de casi todos los males del Viejo Continente. Ahora vuelve a la carga, al punto de que ha señalado que si la Fed, aunque con medidas no siempre acertadas, trata de evitar la crisis financiera, la misión del Banco Central Europeo (BCE) parece ser la de provocarla. Su teoría tiene como base que la Unión Económica y Monetaria (UEM) se fundó sobre una economía y un marco alemán sobrevalorados, financiados por el resto de países y respaldados por el BCE mediante tipos de interés artificialmente bajos para la conveniencia del conjunto de la UEM.

Esa combinación generó un boom económico en muchos países que tenía como base el sobreendeudamiento de familias y empresas gracias a la sobreexposición crediticia de bancos e inversores, a menudo basado en la ilusoria seguridad de un inflado precio de la vivienda. Muchos de esos países acumularon enormes déficit y deberán restaurar ahora su competitividad. Pero, como están atrapados en la UEM, sólo pueden hacerlo mediante un ajuste del mercado laboral: desempleo y reducciones salariales. En cadena, esas altas tasas de paro y la caída de los precios y salarios harían que las deudas que han contraído familias y negocios fueran impagables; es decir, el caos. Sobre España, Connolly tiene peores augurios que las brujas de Macbeth: "España se dispone a afrontar la más calamitosa de todas las circunstancias: un ciclo de recesión, deflación y caída general de todo el sector privado".

Es de esperar que Connolly y el resto de los apocalípticos yerren. Porque lo peor que le puede pasar al atribulado propietario en apuros no es colgar el cartel de "se vende" en el balcón de casa, sino que el cartel lo herede el banco que le concedió la hipoteca. Del destino de ese cartel depende, tal vez, el futuro de la economía, en España y en el resto del mundo.
Consecuencias

- Fuertes pérdidas y deterioro de la base de capital de numerosos bancos de Europa y EE UU.

- Subida de los tipos de interés interbancarios ante la escasez de liquidez y pese a las inyecciones de los bancos centrales.

- Contracción del crédito y préstamos más caros para empresas y particulares.

- Frenazo económico ante las restricciones monetarias.

- Debilitamiento del dólar frente al euro.
Causas

- La crisis financiera esconde en su interior en realidad tres crisis.

- La primera es de crédito, por la alta jovenlandesesidad de las hipotecas subprime tras el fin del boom inmobiliario.

- La segunda crisis es la del apalancamiento (directo, de hedge funds o con titulizaciones), que amplifica la crisis.

- La tercera es una crisis de liquidez, por la dependencia de financiación a corto plazo para invertir en productos estructurados.



http://www.elpais.com/articulo/semana/apocalipsis/capitalismo/elpepueconeg/20080427elpneglse_3/Tes
Totalmente de acuerdo con toda esta exposición. Esto no es una burbuja si no una superburbuja, que he explicado en varios post. Y de lo que estoy seguro que la única salida es la deflación, como ya insistí en junio 2006.
 

CHARLIE

Madmaxista
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23 Ene 2007
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Exactamente, Pacomer.....................................

Lo que jamás se podría imaginar es que se haga justicia: ver a la mayoría de estos bancos procesados legalmente por corrupción, estafa e irresponsabilidad financiera... no, aquí se sigue alimentando el tumor con el dinero de todos, manda narices pedrin!! viva el liberalismo, dos veces tropezams en la misma piedra.
....................como ya planteé en el pasado:

http://www.burbuja.info/inmobiliaria/showthread.php?t=29194

Sin embargo, a medida que la gente empiece a entender poco a poco todo el tinglado de estafas en que se a basado este "tenderete", creo que se van a "encender" de una manera violenta, y podría ser (aunque cueste de creer) que empezaran a pìntar bastos para unos cuantos políticos y Banqueros que podrían ser algo más que "abucheados" por personas expoliadas entre ambos.

Tiempo al tiempo, porque lo que viene es tan serio que más de algún "pájaro de altos vuelos" tendrá que abandonar el país precipitadamente, antes de que le vayan a buscar de malas maneras (espérate a que el paro y el "hambre" empiecen a hacer estragos y verás como se moverá el mogollón).

Saludos.-