Están encerrados tierra adentro, sin la proyección marítima de los otros pueblos románicos. Sometidos al influjo de cierto barbarismo orientalizante. Normalmente bajo el control político de algún vecino imperial como los turcos, los rusos o los austríacos. De remate, 45 años de comunismo aberrante, y un proceso de capitalismo desordenado y a veces cruel en los últimos 30 años.
Bastante hacen con haber aguantado fieles a su cultura y salir adelante.