Por quitar, la Usurpacion Europea, nos ha quitado hasta las vacas de los pueblos
A
Bruselas, teniendo en cuenta los fuertes intereses en este sector de países del norte como Alemania, no le ha temblado el pulso a la hora de poner fondos para apoyar a los ganaderos, mucho más que a otros sectores en dificultades, con ayudas directas desde hace casi un año. Posteriormente, en la pasada primavera, Bruselas se debatía sobre la posibilidad de aplicar medidas encaminadas a recortar la producción con la eliminación de animales, estrategia confusa que nunca se llegó a definir Y ahora, año y medio después del inicio de la crisis, no encontramos aplicando medidas para eliminar la producción de leche, justamente cuando falta y suben los precios.
La agilidad para responder a una crisis no es la mayor virtud de las estructuras comunitarias. Como en tantas ocasiones, la maquinaria de Bruselas, especialmente ante los problemas de los mercados, llega
tarde y con retraso, lo que supone en muchos casos elevar los gastos para lograr unos objetivos que, actuando con agilidad, se podían haber conseguido con menos coste para las arcas comunitarias y un mayor beneficio para los sectores. No son de recibo ahora unos gastos para eliminar producción cuando no sobra, pudiendo además destinar los fondos a otros sectores con problemas, y mucho menos, que Bruselas haya puesto en marcha esa medida con carácter general, café parea todos, sin tener en cuenta que hay países netamente excedentarios y otros deficitarios como España donde abandonar supone más problemas para el medio rural.
A Bruselas se le cortó la leche