Coincido además (primera vez que lo suelto por aquí) con la edad del "abridor" de este hilo. Por ciertos achaques
no importantes, (desgarrillo de menisco por sobre esfuerzo en frío, etc...) pero para mi significativos por verme unas semanas limitado con muletas, unidos a la reciente muerte de mi padre (hace dos años) me han sumergido inevitablemente en un repasar (nuevo para mi) de la cuestión que plantea "Octubre".
He repasado el hilo 'solo por encima' y puede que se me escapen algunas posturas, pero en general, yo mismo, al ver el deterioro de mi padre en los últimos meses (largos) antes de irse, me hicieron abordar un tema que, antes de eso, solo tocaba de vez en cuando hasta quedarme tranquilo armando "mi plan de fuga" para cuando llegasen esos días de deterioro limitánte más allá de los cuales creía que no querría seguir por aquí y ejecutaría mi plan para "mandarme a mudar" al otro lado.
En este planteamiento de "aceleración de la ida" influyó mucho el último capítulo de una serie documental de la BBC que emitieron hace muchos años en la 2, mucho antes de que la marcha de mi padre me lo refrescase. Solamente lo había visto cuando se emitió y en alguna reposición que me encontré "de casualidad", zapeando, en algún año posterior a su emisión de estreno en TVE. Lo había buscado en YouTube en distintas ocasiones y nada. Pero, resulta que, óh ¿casualidades?, ahora lo he buscado y resulta que veo que lo han subido el 8 de abril de 2013. Mi padre murió un día 8, seis meses antes de que a alguien se le ocurriese subirlo a YouTube.
Más abajo, al final lo pondré (de este post, me refiero... :Baile
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¿Mi postura? Lo que siempre he tenido presente es el convencimiento de que no puede uno acertar a adivinar la determinada edad a partir de la cual se den las condiciones que, desde AHORA, cree uno que van a ser suficientes para determinar el ejecutar "LA DECISIÓN", (de quienes opten por una salida provocada) pues entiendo que o serán solo condiciones físicas, biológicas, sino que el baremo de demos en ese momento a cualquier limitación física dependerá de nuestro estado ¿anímico?, ¿emocional?, ¿psicológico?, ¿estado de consciencia?, quizás ¿nueva percepción de la realidad?... llamese como queramos. La postura que tomé en un principio, hace ni sé cuantos años (quizás llegando a los 30, no recuerdo), al repasar el tema, muy poco elaborada técnicamente y con muchas lagunas en la necesaria "intendencia", era simplemente una especie de "suicidio autónomo", así, a secas. Sin pensar en "el como", ¿Y si las condiciones físicas me sorprenden impidiéndome la posibilidad de "auto-matarme"?
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En fin, que a lo largo de estos años he ido cambiando, matizando, modificando y dudando acerca de la rigidez de la decisión final. Mi padre murió con 84 y de un cáncer que evitó poner en manos de los médicos (vientre hinchandose durante "muchos meses": "vamos al médico: No me dá la gana, esto no es nada..." [puro miedo]) hasta que comenzaron los dolores y entonces, a paliativos , morfina, etc.. y hasta que aguantó, que fue mucho para lo invadido que estaba.
Mi madre actualmente tiene 87 añacos y tiene una salud biolócica que, salvo problemillas de desgaste de rodillas, y de circulación, que al levantarse por las mañanas le desaparecen "al saltar de la cama" y ponerse a hacer de todo, ir al mercado, subir a la azotea a lavar y tender... los médicos que visitaba al poco de morir mi padre (somatizando el asunto más que ahora) le decían: "¿ ¡¡..señora!! , ¡¡ dígame dónde tengo que firmar para tener la salud y la vitalidad que usted tiene a su edad..!! ?
Pero ella se cuida (la cuidamos), le aconsejamos la toma de determinados suplementos vitamínicos de lo más natural posible (se había estrenado como hipertensa en el año 2011, con un disgusto de un sobrino pero ahora, ya hace como un año que fue reduciendo "las patillas de la presión" hasta dejar de tomarlas actualmente), alcalinizantes naturales, de antioxidantes de altísima gama, etc, etc... y así ha ido dejando (reduciendo) medicación para el par de molestias que tenía, hasta abandonar la "medicación oficial" del todo y como una rosa. Al igual que ella, mi abuela y otras hermanas de mi madre, aparento mucha menos edad que la real según la partida de nacimiento. Unos 10 años menos.
Yo, aparte de estas lesiones recientes, también me cuido con la alimentación y suplementos de "alta gama". De lo más puntero. Lo digo porque sabiendo que tengo más bien la genética biológica de mi madre y abuela (murió con 90 y pico subiendo y bajando a la azotea todos los días a regar sus plantas), hay altas probabilidades que pueda tener autonomía más allá de la "normal" para esas edades. Una hermana de mi madre está en residencia de ancianos con 93 años y es la que tiene controlados al resto de ancianos psicologicamente intratables que están allí con ella. Pasea todos los días y tiene una cabeza, una conversación y un apetito en la mesa, que pa qué.
Con esto quiero decir que, en relación a la voluntad de como afrontar el final, todo es muy relativo y no se puede, ni criticar ni alabar la decisión personal que cualquiera tenga (en cada momento) acerca de "EL FINAL DE SU VIDA".
¿Quien me puede demostrar que cualquier viejillo (es un standard) de 80 y pico de años, al que tienen que ayudar a levantarse y va del sillón al baño, del baño al sillón, del sillón a la mesa para la comida, de la comida al sillón, y vuelta al sillón (ni tele ni nada) a mantener esa mirada perdida en el suelo, no está "viviendo" (¿viendo?) algo que nunca imaginó poder "ver" (no lo suelen contar) y que no esperaba poder ver en su vida?
¿Casualmente? estoy leyendo un libro con el que "me topé" en un escaparate al llamarme poderosamente la atención. Lo estoy leyendo y noto que algo está cambiando en mi con su lectura. Lo recomiendo a quienes crean que les pueda resultar interesante. Es de J.J.Benítez, de testimonios relacionados con este asunto de este hilo. O por lo menos para mi está muy relacionado.
ESTOY BIEN ::: www.jjbenitez.com