ESTAMOS VIVIENDO EL FIN DEL IMPERIO ANGLOAMERICANO, PERO HASTA EL regazo TODO ES TORO.—
Los
precios en la Bolsa norteamericana y de los inmuebles norteamericanos son absurdos en relación con sus
expectativas económicas presentes y futuras (capitalización bursátil de las 5000 primeras empresas norteamericanas dividido por el PIB norteamericano e índice Case-Shiller):
En estos extraños días de
apoteosis de la astracanada popularcapitalista, los precios de Bolsa & inmuebles norteamericanos (o norteamericanizados, v. ese Dallas de la UE que es 'Mierdrid') dan una mezcla de risa y de vergüenza ajena al mundo entero, con la única excepción de los habituales cipollas estúpidos y comemierdas, sordociegos a las añagazas roñosas de los payasos y payasas naranja horripilantes, ya por interés, ya por blandenguería mental.
Trump (74 años) podría estar enfermo de «
cóvid persistente»:
— obesidad mórbida (110 kg) y probable 'síndrome metabólico'
— dolores torácicos que le llevan a estar vigilado por médicos militares
— hidroxicloroquina
— dificultad para acercarse un vaso de agua a la boca con un solo brazo
Para colmo, hoy sabemos que la mujer de Trump, la hécate eslovena Melania (50 años), forzó la modificación del régimen económico matrimonial con el argumento de que había contribuido a la victoria electoral en el ominoso 2016, 'dies a quo' de la Reburbuja —bendita eres, Melania, que nos has traído a Trump, perfecto chivo expiatorio del hundimiento final del popularcapitalismo—:
Sin Melania no habría habido Trump y sin Trump no habría habido 'brexit', las dos grandes 'aportaciones' mundiales recientes del imperio angloamericano —que da gusto verlo, ¿o no?—.
Recemos para que Trump salga reelegido y el
sistema capitalista cumpla su ortograma y dé su merecido al
modelito popularcapitalista de los 1980, de modo que el
nuevo modelo Era Cero (cero inflación, es decir, dinero fortísimo) vuele en solitario a mediados de década —todo indica que así será—.
Añadan el aislacionismo internacional —inclúyase el 'brexit'—, las revueltas raciales, la senectud del candidato alternativo (Biden cumpliría 80 años de Presidente si resultara elegido, Dios quiera que no sea así), la dinámica de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo (con su persistencia, recidivas individuales y rebrotes colectivos) y, sobre todo, el
consenso de previsiones sobre la evolución del PIB para este y el próximo año (lean con mucha atención, por favor):
https://i.postimg.cc/sgpm7rdH/cobi19-Previsi-n-Recuperaci-n-Econ-mica-Mundo-1.jpg
P. S.:
Sin Construcción no hay Reconstrucción. Las promotoras y constructoras alardean de salud económica a prueba de cobi19. Y, con ellas, la mayoría natural electoral, ultrapisitófila, resentida y echada al monte, que está metiéndose en el búnker desde 2018, cuando comenzó el proceso de Repinchazo de la Reburbuja.
El búnker solo tiene una salida: cianuro y tiro en la sien. A la Transición Estructural le viene muy bien que la construcción de viviendas sea uno de los pilares de la Reconstrucción. ¡Que una ola de construcción de nuevas viviendas recorra España, con
epicentro en 'Mierdrid'! No les regalemos ni un solo
argumentito 'leydeofertademandista' con el que estirar desesperadamente su agonía. Ellos son conscientes de su destino y de su vinculación al de los payasos y payasas naranja horripilantes. Por eso no anuncian un nuevo mercado inmobiliario más barato y accesible, sino solo
unos cuantos trimestres de 'cultureta de la oportunidad' «antes de que todo vuelva a su ser y rerreburbujee a finales de 2021 según qué zonas», como estamos leyendo. Pero la gente no es sencilla. Todos sabemos que
la recesión económica viene para largo —incluso lo proclaman los trabajadores-directivos de todos los empresones, con la Sra. Botín a la cabeza— y que
los precios inmobiliarios actuales no son nada de equilibrio —cuando los precios están por encima de los de equilibrio, solo se vende si se cree que va a haber más desequilibrio aún en el futuro, manipulación mental que ahora, en el tardopopularcapitalismo, requiere de lo que llamamos
mierdismo: «Todo es y va a ser tan de hez, incluido tener dinero, que lo mejor que puedes hacer, membrillo, es comerte mi hez, perdón, 'himbertir'»—. Hasta que no pase la fiebre de la apoteosis y se vayan materializando las siniestras previsiones macroeconómicas que todos tenemos en la cabeza,
hay que estar en dinero-euros (no se dejen engañar con que, como llevamos unos días de alza del EUR/USD, «el dólar está depreciado», enésima patraña de los ganchos del timo popularcapitalista):