*Tema mítico* : Pisitófilos Creditófagos

Ds_84

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Yo que era BorjaMateoista voy a tener que corregir y ampliar su teoría de formación de precios del inmobiliario...a ver si alguien se anima a comentar.

Que sucede cuando el entorno físico y social en el que está situado un bien inmobiliario se empieza a derroír a marchas forzadas. Ya sea un ático con vistas a una zona No-Go, un chalet de 1millón de euros en un pueblo Paco con un 40% de paro...o una nave industrial en un secarral de una comarca con un paro juvenil del 60% donde todos quieren ser funcionarios???

Lo sensato sería pensar que las presiones deflacionarias del.mercado bla bla bla...falso, en el imaginario colectivo mientras cada mes se cobre la pensión 'esa zona va parriba' aunque la derroición sea visible y palpable en las paredes del edificio. Aquí radica la perversión del sistema. Que el apuntalamiento de los precios está basado en la confianza, la esencia del fiat.

Hace poco un familiar quería vender una casa, se la tasaron en 1millón y algo...invendible en la zona que está ya que el salario moda eran 14,000eu/brutos año (zona muy rural y despoblada). Pensamos en bajarla a mitad de precio...sigue sin llamarle nadie roto2
Normal...siguen siendo necesarios 50 años de ese salario para pagar esa casa (intereses aparte).

Cuanto vale una casa/piso donde no hay oportunidades laborales o de mejora profesional?

Lo que puedan pagar los lugareños dice la teoria monetaria moderna...pero que pasa si los lugareños ya tienen casa y los extranjeros prefieren Málaga, Azahara de los Atunes..antes que un lueblo de la España vaciada?

Esas presiomes deflacionistas de activos DESAPARECEN y esos activos NO VALEN NADA.
Y lo digo con conocimiento de causa de vivirlo por un familiar.

Cuando la borregada despierte de la narcolepsia fruto del coronamoto, dinero gratis y terracitas..muchos se darán cuenta que los 280k que piden por un piso Paco en barrio derroido con peste a meaos y donde el negocio más prospero es el zapatero que malvive de arreglar zapatos y cinturones....junto al paki que abre 16horas al dia...ahí veremos un catacrock.

Estamos de vuelta del cenit, nos falta el empujoncito y este nos lo dará la subida de 50 pbs del BCE.

Sin duda.
 

killer queen

Madmaxista
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QUE LES DEN; NOSOTROS, A LO NUESTRO.—

Ya no hay ningún pisitófilo creditófago que no sepa que lo que viene no es bonito... para ellos. Y con qué insistencia se aferran a la supuesta inflación salvadora.

Los estructuraltransicionistas estamos viviendo una fiesta, aunque algunos todavía no se animen a salir a bailar.

Esta vez no hay que montar operaciones escoba ni escudos ni desagües ni leches. Sanseacabó. Ha pasado a la historia el sufrimiento de la primera década tras el Turning Point (2006) y Capitulación (2010) del modelito popularcapitalista ochentero. Ahora la situación está controlada. El golpe financiero se lo van a llevar las entidades financieras en la sombra, es decir, no al sol de la regulación y la garantía. Solo lo niegan los apegados al ladrillo y los falsos estructuraltransicionistas e impostores que contemporizan con nosotros.

Esta vez la fiesta es para siempre. Por fin, se esfuma el espantajo de la supuesta hermandad pisitófilo-creditófaga del todos capitalistitas vigente desde mediados de los 1980:

(Los personas de color no han sido exterminados de EEUU gracias a que la Luisiana fue española, lo que permitió que se desarrollaran libres y que pudiera surgir el Jazz:
)

Los pisitófilos aman la inflación porque implica la depreciación del dinero, el antagonista del ladrillo. Los creditófagos, porque implica la depreciación del derecho de crédito que tiene contra ellos el acreedor hipotecario. Es la misma cosa porque los derechos de crédito también son dinero en sentido amplio. Como quieren que haya inflación, tienen que rasgarse las vestiduras por cuánto valor pierde el dinero que no tienen y reivindicar, cínicamente, que 'deus ex machina' aparezca de repente de entre las nubes y tire para arriba de los tipos de interés... de Pasivo —los de Activo, no, porque son los que tienen que pagar ellos—.

Tiene, ¡ja!, que haber inflación porque, si no, sería el acabose... para ellos. Y a las autoridades financieras, de momento, no les viene mal que se crea que la hay, para gozar de una temporadita de munición monetaria y recaudación fiscal, pero sobre todo porque está en el ortograma acabar con la pisitofilia creditofágica y nada mejor que asustar a los ya asustadísimos con inflaciones bidigitales. Por eso la 'inflación' que hay es rara y la entrecomillamos. Cada bocazas que la da por hecha tiene su propia teoría pretendidamente académica, para regodeo de quienes tenemos dinero y vemos los toros desde la barrera.

Hemos leído en un medio de comunicación 'falsorrojo', quijote del pensamiento único popularcapitalista, que «la medida más eficaz para frenar la escalada de precios y reducir la pobreza que sufren los más vulnerables es la subida de tipos de interés». ¿Cómo? Para que los 'pobreticos' pobres no sean tan pobres, ¿hay que engordar las rentas financieras de quienes tienen dinero? ¿Y en detrimento de qué otras rentas? ¿De las salariales, de las empresariales, de las pensiones? Desde luego, de las rentas inmobiliarias, no. Quienes estamos contra el rentismo usurario inmobiliario, sabemos que modificar discrecionalmente el nivel de tipos de interés en una economía supermegahiperendeudada e instalada permanentemente en la 'trampa de liquidez' (vid. Modelo IS-LM) no vale nada más que para descomponer expectativas. Ya solo se puede creer en la política fiscal. La relación causal entre inflación y tipos es biunívoca, pero más fuerte al revés de lo que creen quienes ven a los bancos centrales como si fueran dioses —los tipos de interés no son más que una clase de precios especial—. Es más, las subidas de tipos de interés, en estas situaciones, realimentan la inflación al alza. Los perdedores se ponen interesantes con los tipos de interés contra la inflación porque tienen una restricción mental: «El Pisito no me lo toques». Pero nos tememos que va ser que sí. Por fin, el bancocentralismo ha decidido actuar contra la pisitofilia y la creditofagia. Primero, por las buenas, enseñando la patita de la inflación rara. Pero, avisando implícitamente de que, al final, lo va a hacer por las malas: las autoridades han incluido la represión y depleción de rentas inmobiliarias entre los instrumentos de política monetaria no convencional, del mismo modo que lo es toda retención en las nóminas. Powell:
Fed Trying to Tank the Market? | bubbleinfo.com
— "… you are seeing a changing housing market... if you are homebuyer, somebody or a young person looking to buy a home, you need a bit of a reset… we do our work in a way that the housing market settles in a new place…".

Dejémonos de mamonadas, perdón por la expresión. Las dos medidas más eficaces para «frenar la escalada de precios y reducir la pobreza que sufren los más vulnerables» son:
depreciar la vivienda, es decir, liberar a la economía productiva de la inmensa losa que desde mediados de los 1980 la asfixia directa e indirectamente, anidada en los costes salariales; y
depreciar el dólar norteamericano; no solo por los hidrocarburos y las materias primas; también por la ingente masa de deuda denominada en dólares norteamericanos que hay.

Sí sabemos cómo se deprecia la vivienda: descomponiendo su hez de expectativas usurarias y reprimiendo sus rentas —como hacemos con las rentas financieras—. Recordemos que la usura es la ganancia excesiva que se saca de algo; más precisamente, la injusticia conmutativa o desigualdad de prestaciones en términos de valor, en las relaciones sinalagmáticas.

¿Pero cómo se deprecia el dólar norteamericano? ¿Qué interesa a sus grandes tenedores, p. ej., la República Popular China, para la que EEUU es un tigre de papel? —jamás hubiéramos imaginado lo literal que iba a ser esta metáfora maoísta—. Desde luego, el dólar ahora está sobrevaloradísimo. No parece que pudiera ir más allá sin causar daños muy graves. El EUR no debiera razonablemente abaratarse más. En la eurozona, el margen para inflacionar —y velar ajustes valorativos— se ha volatilizado, aparte de que el euro es irreversible (el bréxit fue posible porque UK no estaba en la eurozona). A la rareza de la inflación se suma la anomalía de la carestía del dólar norteamericano. No obstante, 'cosas veredes, amigo Sancho'.

Este mes de julio de 2022 ha sido histórico.

'La inflación más rara que jamás se haya visto' ha servido de coartada para que las autoridades ordenaran alzas destempladas de los niveles de tipos de interés de intervención, para que los agentes abandonen ya, de una puñetera vez, sus expectativitas popularcapitalistas y se humillen ante el cambio estructural que dicta el ortograma capitalista. Como la economía no está bien y abundan los idiotas dostoyevskianos que se creen que los bancos centrales —y los fiscos— son los culpables de todo —patraña muy bien orquestada por los gestores de DOP, Dinero de Otras Personas, y los voceros falsoliberales-neoliberales—, las alzas destempladas han tenido que ir acompañadas de una retórica suavona acerca del concepto de recesión coyuntural, que nos ha venido a los estructrualtransicionistas como anillo al dedo. El caso es que, por hache o por be, ha tenido lugar la oficialización blanda de un importantísimo hito estructural, cosa que vemos que no entiende bien casi ningún analista. También, las fechas veraniegas han ayudado al triunfo de esta operación de política de comunicación bancocentralista. Tras su decisión, que ha sido una de las más orientadoras de expectativas que se recuerdan, han proclamado que, a partir de este momento, se apean de la 'foward guidance' e irán 'partido a partido'. Ya lo dijo Lagarde: 'It will come in due course'. ¡Entendido! Queda finiquitado —de momento— el anuncio de decisiones a adoptar. Los popularcapitalistas ya no solo están asustadísimos. Han sido colocados 'a fortiori' en Modo Supervivencia. Corredor de la muerte, total.
Nos viene a la memoria aquello de:
—¿Qué tal el enfermo?
—Ha pasado muy buena noche y esta mañana ha fallecido muy mejorado.
Hay que ser simple o malo para decir que «es que no tienen ni idea de lo que está pasando», máxime cuando en blogs como este, noticia que sale, noticia que se integra en el análisis sin disonancia cognitiva alguna.

Este mes de julio ha tenido lugar la inflexión definitiva de la última fase de la Transición Estructural (TE) del modelo popularcapitalista falsoliberal-neoliberal de los 1980 al nuevo modelo de dinero fortísimo y planificación central. La cota ha sido conquistada. Solo queda el aprovechamiento del éxito y la sumisión del enemigo, que no es poca cosa, proceso que no tiene por qué extenderse más allá de 2025.

El nuevo modelo es infinitamente mejor que el viejo.

Durante las dos primeras semanas de este mes se han distribuido las últimas dosis de narcóticos. Las dos más notables:
— una verdad:
• que una recesión (que es un concepto de los ciclos coyunturales, no de los estructurales) no se define por la menudencia de que alguien con poder político estime dos datos estadísticos de PIB trimestral negativos seguidos (que pase esto quiere decir que es seguro que ya se estaba en recesión); y
— cuatro mentirijillas piadosas:
• que la inflación 'es' el dato estadístico de IPC,
• que la inflación estaría siendo racional pero intolerablemente alta,
• que todo se normaliza subiendo unos cuantos puntos básicos los tipos de interés de intervención y
• que, aunque se resientan la actividad y el empleo, el daño no será permanente porque las dificultades no son estructurales (cóvid, cadenas de suministro, Ucrania).

En este blog sabemos que esta recesión es especial porque el ciclo coyuntural al que pertenece es el último del pack de ciclos coyunturales que componen el ciclo estructural que muere. Y, por tanto, es menso pensar la política económica actual solo en términos de coyuntura.

Nosotros situamos el ‘dies a quo’ del proceso de Catacrack (inflexión de la transición estructural) en la tercera semana de julio, Arbitrariamente, dijimos que sería el pasado martes 19, para gozar del 'hype' de una cuenta atrás que antecediera al espasmo y darle en los morros a 'El Sector', y a sus correveidiles y lametraseros, que siempre están moliendo con porcentajitos y fechitas. Misión cumplida. Además, hemos dado en el blanco. Hoy, diez días después de aquel martes 19, que ya se antoja tan lejano, han pasado tantas cosas, especialmente en EEUU, que nadie se atreve a hablar de otra cosa que no sea de lo paradójica que es esta recesión, aunque no utilicen los conceptos propios de los ciclos estructurales —pero, tiempo al tiempo—.

Desde luego, qué poco dura la alegría en la casa del pobre. ¿Se acuerdan cuando nos dio por las metáforas de La Sansona y el augusto Marcelino? Entonces, empezaban a pasar cosas —eventos de calidad— como las que estamos viendo ahora día sí, día también. Entonces, el BCE tuvo que salir a aguachirlar la hipotética 'Rerrecuperación de la Reburbuja', tan cacareada por los ganchos del timo inmobiliario. Recuerden que vino a avisar de que la tensión en el mercado inmobiliario era a pesar de que las cosas no iban tan bien como se creía; que dicha tensión estaría provocada única y exclusivamente por el ahorro de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ('savings accumulated during the pandemic') y realimentada por su propio Efecto Riqueza; y que no hay presión sobre los mercados de capitales porque las expectativas de inflación de las familias y empresas no financieras, que son quienes 'himbierten', son irracionalmente superiores a las de los mercados financieros, razón por la cual no tenemos que sentirnos incómodos con el desquicie del bajísimo —negativísimo— nivel de tipos de interés reales. Lo cierto es que, hace solo unos pocos meses, los 'triunfadores' de El Pisito, normalmente nacidos antes de 1955, babeaban sin cesar con «loh miyoneh que ya nos dan», a pesar de que la inmensa mayoría de la población, especialmente la juventud, lo estaba pasando tan mal que la necesidad de atención psiquiátrica apareció en la agenda de todos. En este histórico julio de 2022, los babosos han ensuciado sus pantalones.

Ahora solo cabe esperar la caída generalizada de precios inmobiliarios (que será, como mínimo, del 50%, como se entrevé ya en EEUU —en la media, de 500 mil a 250 mil USD, con el dólar caro actual—).

Maquiavelo propondría al príncipe meter como Dios manda la vivienda en el IPC, pero solo mientras dure la corrección valorativa, para poner los IPC en negativo y, así, abaratar silenciosamente las nóminas de los funcionarios y las pensiones.

Como estamos de fiesta, ahí va esto, de una pianista 'caucásica' del Cáucaso, con la voz bien colocada:



"Im Sokhak" can be traced back to the village of Shatakh, in the province of Van. The lyrics depict a mother who tries to lull her crying baby to sleep. She calls on the kindly dove, the sweet nightingale, and the lark to help, but it is only when she calls on the hawk (the fighting bird), who sings a song of war, when her child finally sleeps. It is the call of rebellion that drives the child to comfort and rest, which some draw connection to the Armenian people as a whole. Thus, this simple lullaby has come to symbolize the David and Goliath story of Armenians and their nation.
Serj Tankian, from the super-successful Armenian American heavy metal band, System of a Down, recorded a duet of this lullaby with Larisa Ryan for the film, "1915," about the Armenian Genocide. The result is a stunning, melancholic delivery. The music video antiestéticatures clips from the film and a stoic Larisa and Serj, surrounded by near total darkness.
On the surface, "Im Sokhak" children, but its powerful underlying meaning and beautifully simple melody speaks to all Armenians as a whole. How many lullabies do you know that can bring you to tears?
 

frangelico

Madmaxista
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26 Nov 2014
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QUE LES DEN; NOSOTROS, A LO NUESTRO.—

Ya no hay ningún pisitófilo creditófago que no sepa que lo que viene no es bonito... para ellos. Y con qué insistencia se aferran a la supuesta inflación salvadora.

Los estructuraltransicionistas estamos viviendo una fiesta, aunque algunos todavía no se animen a salir a bailar.

Esta vez no hay que montar operaciones escoba ni escudos ni desagües ni leches. Sanseacabó. Ha pasado a la historia el sufrimiento de la primera década tras el Turning Point (2006) y Capitulación (2010) del modelito popularcapitalista ochentero. Ahora la situación está controlada. El golpe financiero se lo van a llevar las entidades financieras en la sombra, es decir, no al sol de la regulación y la garantía. Solo lo niegan los apegados al ladrillo y los falsos estructuraltransicionistas e impostores que contemporizan con nosotros.

Esta vez la fiesta es para siempre. Por fin, se esfuma el espantajo de la supuesta hermandad pisitófilo-creditófaga del todos capitalistitas vigente desde mediados de los 1980:

(Los personas de color no han sido exterminados de EEUU gracias a que la Luisiana fue española, lo que permitió que se desarrollaran libres y que pudiera surgir el Jazz:
)

Los pisitófilos aman la inflación porque implica la depreciación del dinero, el antagonista del ladrillo. Los creditófagos, porque implica la depreciación del derecho de crédito que tiene contra ellos el acreedor hipotecario. Es la misma cosa porque los derechos de crédito también son dinero en sentido amplio. Como quieren que haya inflación, tienen que rasgarse las vestiduras por cuánto valor pierde el dinero que no tienen y reivindicar, cínicamente, que 'deus ex machina' aparezca de repente de entre las nubes y tire para arriba de los tipos de interés... de Pasivo —los de Activo, no, porque son los que tienen que pagar ellos—.

Tiene, ¡ja!, que haber inflación porque, si no, sería el acabose... para ellos. Y a las autoridades financieras, de momento, no les viene mal que se crea que la hay, para gozar de una temporadita de munición monetaria y recaudación fiscal, pero sobre todo porque está en el ortograma acabar con la pisitofilia creditofágica y nada mejor que asustar a los ya asustadísimos con inflaciones bidigitales. Por eso la 'inflación' que hay es rara y la entrecomillamos. Cada bocazas que la da por hecha tiene su propia teoría pretendidamente académica, para regodeo de quienes tenemos dinero y vemos los toros desde la barrera.

Hemos leído en un medio de comunicación 'falsorrojo', quijote del pensamiento único popularcapitalista, que «la medida más eficaz para frenar la escalada de precios y reducir la pobreza que sufren los más vulnerables es la subida de tipos de interés». ¿Cómo? Para que los 'pobreticos' pobres no sean tan pobres, ¿hay que engordar las rentas financieras de quienes tienen dinero? ¿Y en detrimento de qué otras rentas? ¿De las salariales, de las empresariales, de las pensiones? Desde luego, de las rentas inmobiliarias, no. Quienes estamos contra el rentismo usurario inmobiliario, sabemos que modificar discrecionalmente el nivel de tipos de interés en una economía supermegahiperendeudada e instalada permanentemente en la 'trampa de liquidez' (vid. Modelo IS-LM) no vale nada más que para descomponer expectativas. Ya solo se puede creer en la política fiscal. La relación causal entre inflación y tipos es biunívoca, pero más fuerte al revés de lo que creen quienes ven a los bancos centrales como si fueran dioses —los tipos de interés no son más que una clase de precios especial—. Es más, las subidas de tipos de interés, en estas situaciones, realimentan la inflación al alza. Los perdedores se ponen interesantes con los tipos de interés contra la inflación porque tienen una restricción mental: «El Pisito no me lo toques». Pero nos tememos que va ser que sí. Por fin, el bancocentralismo ha decidido actuar contra la pisitofilia y la creditofagia. Primero, por las buenas, enseñando la patita de la inflación rara. Pero, avisando implícitamente de que, al final, lo va a hacer por las malas: las autoridades han incluido la represión y depleción de rentas inmobiliarias entre los instrumentos de política monetaria no convencional, del mismo modo que lo es toda retención en las nóminas. Powell:
Fed Trying to Tank the Market? | bubbleinfo.com
— "… you are seeing a changing housing market... if you are homebuyer, somebody or a young person looking to buy a home, you need a bit of a reset… we do our work in a way that the housing market settles in a new place…".

Dejémonos de mamonadas, perdón por la expresión. Las dos medidas más eficaces para «frenar la escalada de precios y reducir la pobreza que sufren los más vulnerables» son:
depreciar la vivienda, es decir, liberar a la economía productiva de la inmensa losa que desde mediados de los 1980 la asfixia directa e indirectamente, anidada en los costes salariales; y
depreciar el dólar norteamericano; no solo por los hidrocarburos y las materias primas; también por la ingente masa de deuda denominada en dólares norteamericanos que hay.

Sí sabemos cómo se deprecia la vivienda: descomponiendo su hez de expectativas usurarias y reprimiendo sus rentas —como hacemos con las rentas financieras—. Recordemos que la usura es la ganancia excesiva que se saca de algo; más precisamente, la injusticia conmutativa o desigualdad de prestaciones en términos de valor, en las relaciones sinalagmáticas.

¿Pero cómo se deprecia el dólar norteamericano? ¿Qué interesa a sus grandes tenedores, p. ej., la República Popular China, para la que EEUU es un tigre de papel? —jamás hubiéramos imaginado lo literal que iba a ser esta metáfora maoísta—. Desde luego, el dólar ahora está sobrevaloradísimo. No parece que pudiera ir más allá sin causar daños muy graves. El EUR no debiera razonablemente abaratarse más. En la eurozona, el margen para inflacionar —y velar ajustes valorativos— se ha volatilizado, aparte de que el euro es irreversible (el bréxit fue posible porque UK no estaba en la eurozona). A la rareza de la inflación se suma la anomalía de la carestía del dólar norteamericano. No obstante, 'cosas veredes, amigo Sancho'.

Este mes de julio de 2022 ha sido histórico.

'La inflación más rara que jamás se haya visto' ha servido de coartada para que las autoridades ordenaran alzas destempladas de los niveles de tipos de interés de intervención, para que los agentes abandonen ya, de una puñetera vez, sus expectativitas popularcapitalistas y se humillen ante el cambio estructural que dicta el ortograma capitalista. Como la economía no está bien y abundan los idiotas dostoyevskianos que se creen que los bancos centrales —y los fiscos— son los culpables de todo —patraña muy bien orquestada por los gestores de DOP, Dinero de Otras Personas, y los voceros falsoliberales-neoliberales—, las alzas destempladas han tenido que ir acompañadas de una retórica suavona acerca del concepto de recesión coyuntural, que nos ha venido a los estructrualtransicionistas como anillo al dedo. El caso es que, por hache o por be, ha tenido lugar la oficialización blanda de un importantísimo hito estructural, cosa que vemos que no entiende bien casi ningún analista. También, las fechas veraniegas han ayudado al triunfo de esta operación de política de comunicación bancocentralista. Tras su decisión, que ha sido una de las más orientadoras de expectativas que se recuerdan, han proclamado que, a partir de este momento, se apean de la 'foward guidance' e irán 'partido a partido'. Ya lo dijo Lagarde: 'It will come in due course'. ¡Entendido! Queda finiquitado —de momento— el anuncio de decisiones a adoptar. Los popularcapitalistas ya no solo están asustadísimos. Han sido colocados 'a fortiori' en Modo Supervivencia. Corredor de la muerte, total.
Nos viene a la memoria aquello de:
—¿Qué tal el enfermo?
—Ha pasado muy buena noche y esta mañana ha fallecido muy mejorado.
Hay que ser simple o malo para decir que «es que no tienen ni idea de lo que está pasando», máxime cuando en blogs como este, noticia que sale, noticia que se integra en el análisis sin disonancia cognitiva alguna.

Este mes de julio ha tenido lugar la inflexión definitiva de la última fase de la Transición Estructural (TE) del modelo popularcapitalista falsoliberal-neoliberal de los 1980 al nuevo modelo de dinero fortísimo y planificación central. La cota ha sido conquistada. Solo queda el aprovechamiento del éxito y la sumisión del enemigo, que no es poca cosa, proceso que no tiene por qué extenderse más allá de 2025.

El nuevo modelo es infinitamente mejor que el viejo.

Durante las dos primeras semanas de este mes se han distribuido las últimas dosis de narcóticos. Las dos más notables:
— una verdad:
• que una recesión (que es un concepto de los ciclos coyunturales, no de los estructurales) no se define por la menudencia de que alguien con poder político estime dos datos estadísticos de PIB trimestral negativos seguidos (que pase esto quiere decir que es seguro que ya se estaba en recesión); y
— cuatro mentirijillas piadosas:
• que la inflación 'es' el dato estadístico de IPC,
• que la inflación estaría siendo racional pero intolerablemente alta,
• que todo se normaliza subiendo unos cuantos puntos básicos los tipos de interés de intervención y
• que, aunque se resientan la actividad y el empleo, el daño no será permanente porque las dificultades no son estructurales (cóvid, cadenas de suministro, Ucrania).

En este blog sabemos que esta recesión es especial porque el ciclo coyuntural al que pertenece es el último del pack de ciclos coyunturales que componen el ciclo estructural que muere. Y, por tanto, es menso pensar la política económica actual solo en términos de coyuntura.

Nosotros situamos el ‘dies a quo’ del proceso de Catacrack (inflexión de la transición estructural) en la tercera semana de julio, Arbitrariamente, dijimos que sería el pasado martes 19, para gozar del 'hype' de una cuenta atrás que antecediera al espasmo y darle en los morros a 'El Sector', y a sus correveidiles y lametraseros, que siempre están moliendo con porcentajitos y fechitas. Misión cumplida. Además, hemos dado en el blanco. Hoy, diez días después de aquel martes 19, que ya se antoja tan lejano, han pasado tantas cosas, especialmente en EEUU, que nadie se atreve a hablar de otra cosa que no sea de lo paradójica que es esta recesión, aunque no utilicen los conceptos propios de los ciclos estructurales —pero, tiempo al tiempo—.

Desde luego, qué poco dura la alegría en la casa del pobre. ¿Se acuerdan cuando nos dio por las metáforas de La Sansona y el augusto Marcelino? Entonces, empezaban a pasar cosas —eventos de calidad— como las que estamos viendo ahora día sí, día también. Entonces, el BCE tuvo que salir a aguachirlar la hipotética 'Rerrecuperación de la Reburbuja', tan cacareada por los ganchos del timo inmobiliario. Recuerden que vino a avisar de que la tensión en el mercado inmobiliario era a pesar de que las cosas no iban tan bien como se creía; que dicha tensión estaría provocada única y exclusivamente por el ahorro de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ('savings accumulated during the pandemic') y realimentada por su propio Efecto Riqueza; y que no hay presión sobre los mercados de capitales porque las expectativas de inflación de las familias y empresas no financieras, que son quienes 'himbierten', son irracionalmente superiores a las de los mercados financieros, razón por la cual no tenemos que sentirnos incómodos con el desquicie del bajísimo —negativísimo— nivel de tipos de interés reales. Lo cierto es que, hace solo unos pocos meses, los 'triunfadores' de El Pisito, normalmente nacidos antes de 1955, babeaban sin cesar con «loh miyoneh que ya nos dan», a pesar de que la inmensa mayoría de la población, especialmente la juventud, lo estaba pasando tan mal que la necesidad de atención psiquiátrica apareció en la agenda de todos. En este histórico julio de 2022, los babosos han ensuciado sus pantalones.

Ahora solo cabe esperar la caída generalizada de precios inmobiliarios (que será, como mínimo, del 50%, como se entrevé ya en EEUU —en la media, de 500 mil a 250 mil USD, con el dólar caro actual—).

Maquiavelo propondría al príncipe meter como Dios manda la vivienda en el IPC, pero solo mientras dure la corrección valorativa, para poner los IPC en negativo y, así, abaratar silenciosamente las nóminas de los funcionarios y las pensiones.

Como estamos de fiesta, ahí va esto, de una pianista 'caucásica' del Cáucaso, con la voz bien colocada:



"Im Sokhak" can be traced back to the village of Shatakh, in the province of Van. The lyrics depict a mother who tries to lull her crying baby to sleep. She calls on the kindly dove, the sweet nightingale, and the lark to help, but it is only when she calls on the hawk (the fighting bird), who sings a song of war, when her child finally sleeps. It is the call of rebellion that drives the child to comfort and rest, which some draw connection to the Armenian people as a whole. Thus, this simple lullaby has come to symbolize the David and Goliath story of Armenians and their nation.
Serj Tankian, from the super-successful Armenian American heavy metal band, System of a Down, recorded a duet of this lullaby with Larisa Ryan for the film, "1915," about the Armenian Genocide. The result is a stunning, melancholic delivery. The music video antiestéticatures clips from the film and a stoic Larisa and Serj, surrounded by near total darkness.
On the surface, "Im Sokhak" children, but its powerful underlying meaning and beautifully simple melody speaks to all Armenians as a whole. How many lullabies do you know that can bring you to tears?
En Toronto, que va adelantada en la hinchazón (precio medio de la vivienda =20× salario anual medio), ya están cayendo. Y les queda mucho a juzgar por su historia de precios y de salarios reales.

housing-sales-june.PNG
toronto-real-estate-market-crash-main-1024x691.png

Parece que es uno de los mercados históricamente más calientes de América y también uno muy eficiente en el que las señales se transmiten con enorme rapidez. Falta ver cuando empiezan las caídas en USA, que tendrán qje ser de más del 50%. Nótese que el gráfico histórico de Toronto acaba en 2016 con un precio medio un 40% inferior al máximo de 2021, han tenido, desde los ya desorbitados precios de 2016, una subida vertical de 5 años sustentada en un endeudamiento salvaje de las familias.

La realidad de los salarios reales es más modesta.

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Yo que era BorjaMateoista voy a tener que corregir y ampliar su teoría de formación de precios del inmobiliario...a ver si alguien se anima a comentar.

Que sucede cuando el entorno físico y social en el que está situado un bien inmobiliario se empieza a derroír a marchas forzadas. Ya sea un ático con vistas a una zona No-Go, un chalet de 1millón de euros en un pueblo Paco con un 40% de paro...o una nave industrial en un secarral de una comarca con un paro juvenil del 60% donde todos quieren ser funcionarios???

Lo sensato sería pensar que las presiones deflacionarias del.mercado bla bla bla...falso, en el imaginario colectivo mientras cada mes se cobre la pensión 'esa zona va parriba' aunque la derroición sea visible y palpable en las paredes del edificio. Aquí radica la perversión del sistema. Que el apuntalamiento de los precios está basado en la confianza, la esencia del fiat.

Hace poco un familiar quería vender una casa, se la tasaron en 1millón y algo...invendible en la zona que está ya que el salario moda eran 14,000eu/brutos año (zona muy rural y despoblada). Pensamos en bajarla a mitad de precio...sigue sin llamarle nadie roto2
Normal...siguen siendo necesarios 50 años de ese salario para pagar esa casa (intereses aparte).

Cuanto vale una casa/piso donde no hay oportunidades laborales o de mejora profesional?

Lo que puedan pagar los lugareños dice la teoria monetaria moderna...pero que pasa si los lugareños ya tienen casa y los extranjeros prefieren Málaga, Azahara de los Atunes..antes que un lueblo de la España vaciada?

Esas presiomes deflacionistas de activos DESAPARECEN y esos activos NO VALEN NADA.
Y lo digo con conocimiento de causa de vivirlo por un familiar.

Cuando la borregada despierte de la narcolepsia fruto del coronamoto, dinero gratis y terracitas..muchos se darán cuenta que los 280k que piden por un piso Paco en barrio derroido con peste a meaos y donde el negocio más prospero es el zapatero que malvive de arreglar zapatos y cinturones....junto al paki que abre 16horas al dia...ahí veremos un catacrock.

Estamos de vuelta del cenit, nos falta el empujoncito y este nos lo dará la subida de 50 pbs del BCE.

Sin duda.
Una amiga heredó en tiempos de la burbuja un piso enorme en Gijon, más de 400m2, tasado en millón y medio siendo conservadores. Pues le llevó venderlo más de 5 años, acabó rematado en 700k y porque apareció un inversor profesional que creo que ha dividido el piso en varios, le podía pasar 1 año con cero llamadas; y era buen sitio y edificio. En la herencia le venían también varios pisos en Mieres que esos los tuvo prácticamente que regalar por unas decenas de miles cada uno. Y una casa cerca de Astorga que se ha quedado con ella por no seguir intentando venderla.

El entorno es efectivamente importante y las regiones decadentes o sin juventud no tienen suelo de precios. Bueno, pongamos que una casa debería aguantar en el coste de reposición, en torno a 1000 el metro si es nueva o casi. Todo lo demás sobra, y casos habrá en que ni esos 1000-1200 los ofrezca nadie.
 

TAMBOR el conejo

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El entorno es efectivamente importante y las regiones decadentes o sin juventud no tienen suelo de precios. Bueno, pongamos que una casa debería aguantar en el coste de reposición, en torno a 1000 el metro si es nueva o casi. Todo lo demás sobra, y casos habrá en que ni esos 1000-1200 los ofrezca nadie.
El coste de reposición puede ser ese que indicas pero el suelo de precio para un piso usado con más de 16 años siempre será una porción de lo que cueste nuevo, pero ojo, sólo si hay cierta demanda y ademas hay oferta de obra nueva (ya que esa sí tiene suelo de precios y cuando el mercado es inferior a ese suelo la oferta desaparece). Si no hay oferta de obra nueva entonces no hay suelo de precio.
 

grg1972

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"Tanto en el cierre del último trimestre de 2021 —que en Alemania tuvo el signo menos delante— como en el de este primer trimestre, hemos observado que las autoridades se están dando un margen de silencio prudente de quince días y que los medios de comunicación solo dan la noticia cuando termina dicho margen temporal. Y, lógicamente, es al día hábil siguiente cuando el gran público ‘vota con los pies’, es decir, reacciona a favor del dinero ante lo que se le está comunicando. Este año el 15 de julio cae en viernes. Los medios de comunicación darán la noticia el lunes 18. Recibido el golpe, el martes 19 estará en boca de todos.

El Catacrack será el martes 19 de julio.



Será cuando será pero será
Dónde está el Catacrack? Alguien lo ha visto publicado?
 

Mentefria2

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Una amiga heredó en tiempos de la burbuja un piso enorme en Gijon, más de 400m2, tasado en millón y medio siendo conservadores. Pues le llevó venderlo más de 5 años, acabó rematado en 700k y porque apareció un inversor profesional que creo que ha dividido el piso en varios, le podía pasar 1 año con cero llamadas; y era buen sitio y edificio. En la herencia le venían también varios pisos en Mieres que esos los tuvo prácticamente que regalar por unas decenas de miles cada uno. Y una casa cerca de Astorga que se ha quedado con ella por no seguir intentando venderla.

El entorno es efectivamente importante y las regiones decadentes o sin juventud no tienen suelo de precios. Bueno, pongamos que una casa debería aguantar en el coste de reposición, en torno a 1000 el metro si es nueva o casi. Todo lo demás sobra, y casos habrá en que ni esos 1000-1200 los ofrezca nadie.
En entornos como Mieres y alrededores, muchos pisos ni se venden a coste de reposición. Y en muchas partes de Asturias cuando la langostada mayor vaya pereciendo se rifarán las casas como ya sucede en las cuencas, donde hay sitios en que el precio es directamente cero.
 

frangelico

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El coste de reposición puede ser ese que indicas pero el suelo de precio para un piso usado con más de 16 años siempre será una porción de lo que cueste nuevo, pero ojo, sólo si hay cierta demanda y ademas hay oferta de obra nueva (ya que esa sí tiene suelo de precios y cuando el mercado es inferior a ese suelo la oferta desaparece). Si no hay oferta de obra nueva entonces no hay suelo de precio.
Exactamente. Donde veas languidecer o morir la obra nueva es señal de que no hay limite inferior.
 

frangelico

Madmaxista
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Bueno, yo conozco Santander y Madrid y obra nueva no hay mucha, si es que la hay. Y los precios tienen un dolido suelo bastante alto.
Pero sigue habiendo obra nueva en donde hay suelo. Tampoco es la única señal de desplome, claro. Hay sitios con poca obra nueva porque no hay apenas suelo, como París, donde no hay donde edificar.
 

Guillotin

Será en Octubre
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Dónde está el Catacrack? Alguien lo ha visto publicado?
En España cuando la vivienda llego a anunciarse por un 50% menos, incluso en algunas zonas inferior a ese 50% del precio que unos años antes se podía ver en los escaparates de las agencias inmobiliarias, en la prensa y en la Televisión insistían en que era el mejor momento para comprar.
 

Erio-Eleuterio

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Pisandonieve
QUE LES DEN; NOSOTROS, A LO NUESTRO.—

Ya no hay ningún pisitófilo creditófago que no sepa que lo que viene no es bonito... para ellos. Y con qué insistencia se aferran a la supuesta inflación salvadora.

Los estructuraltransicionistas estamos viviendo una fiesta, aunque algunos todavía no se animen a salir a bailar.

Esta vez no hay que montar operaciones escoba ni escudos ni desagües ni leches. Sanseacabó. Ha pasado a la historia el sufrimiento de la primera década tras el Turning Point (2006) y Capitulación (2010) del modelito popularcapitalista ochentero. Ahora la situación está controlada. El golpe financiero se lo van a llevar las entidades financieras en la sombra, es decir, no al sol de la regulación y la garantía. Solo lo niegan los apegados al ladrillo y los falsos estructuraltransicionistas e impostores que contemporizan con nosotros.

Esta vez la fiesta es para siempre. Por fin, se esfuma el espantajo de la supuesta hermandad pisitófilo-creditófaga del todos capitalistitas vigente desde mediados de los 1980:

(Los personas de color no han sido exterminados de EEUU gracias a que la Luisiana fue española, lo que permitió que se desarrollaran libres y que pudiera surgir el Jazz:
)

Los pisitófilos aman la inflación porque implica la depreciación del dinero, el antagonista del ladrillo. Los creditófagos, porque implica la depreciación del derecho de crédito que tiene contra ellos el acreedor hipotecario. Es la misma cosa porque los derechos de crédito también son dinero en sentido amplio. Como quieren que haya inflación, tienen que rasgarse las vestiduras por cuánto valor pierde el dinero que no tienen y reivindicar, cínicamente, que 'deus ex machina' aparezca de repente de entre las nubes y tire para arriba de los tipos de interés... de Pasivo —los de Activo, no, porque son los que tienen que pagar ellos—.

Tiene, ¡ja!, que haber inflación porque, si no, sería el acabose... para ellos. Y a las autoridades financieras, de momento, no les viene mal que se crea que la hay, para gozar de una temporadita de munición monetaria y recaudación fiscal, pero sobre todo porque está en el ortograma acabar con la pisitofilia creditofágica y nada mejor que asustar a los ya asustadísimos con inflaciones bidigitales. Por eso la 'inflación' que hay es rara y la entrecomillamos. Cada bocazas que la da por hecha tiene su propia teoría pretendidamente académica, para regodeo de quienes tenemos dinero y vemos los toros desde la barrera.

Hemos leído en un medio de comunicación 'falsorrojo', quijote del pensamiento único popularcapitalista, que «la medida más eficaz para frenar la escalada de precios y reducir la pobreza que sufren los más vulnerables es la subida de tipos de interés». ¿Cómo? Para que los 'pobreticos' pobres no sean tan pobres, ¿hay que engordar las rentas financieras de quienes tienen dinero? ¿Y en detrimento de qué otras rentas? ¿De las salariales, de las empresariales, de las pensiones? Desde luego, de las rentas inmobiliarias, no. Quienes estamos contra el rentismo usurario inmobiliario, sabemos que modificar discrecionalmente el nivel de tipos de interés en una economía supermegahiperendeudada e instalada permanentemente en la 'trampa de liquidez' (vid. Modelo IS-LM) no vale nada más que para descomponer expectativas. Ya solo se puede creer en la política fiscal. La relación causal entre inflación y tipos es biunívoca, pero más fuerte al revés de lo que creen quienes ven a los bancos centrales como si fueran dioses —los tipos de interés no son más que una clase de precios especial—. Es más, las subidas de tipos de interés, en estas situaciones, realimentan la inflación al alza. Los perdedores se ponen interesantes con los tipos de interés contra la inflación porque tienen una restricción mental: «El Pisito no me lo toques». Pero nos tememos que va ser que sí. Por fin, el bancocentralismo ha decidido actuar contra la pisitofilia y la creditofagia. Primero, por las buenas, enseñando la patita de la inflación rara. Pero, avisando implícitamente de que, al final, lo va a hacer por las malas: las autoridades han incluido la represión y depleción de rentas inmobiliarias entre los instrumentos de política monetaria no convencional, del mismo modo que lo es toda retención en las nóminas. Powell:
Fed Trying to Tank the Market? | bubbleinfo.com
— "… you are seeing a changing housing market... if you are homebuyer, somebody or a young person looking to buy a home, you need a bit of a reset… we do our work in a way that the housing market settles in a new place…".

Dejémonos de mamonadas, perdón por la expresión. Las dos medidas más eficaces para «frenar la escalada de precios y reducir la pobreza que sufren los más vulnerables» son:
depreciar la vivienda, es decir, liberar a la economía productiva de la inmensa losa que desde mediados de los 1980 la asfixia directa e indirectamente, anidada en los costes salariales; y
depreciar el dólar norteamericano; no solo por los hidrocarburos y las materias primas; también por la ingente masa de deuda denominada en dólares norteamericanos que hay.

Sí sabemos cómo se deprecia la vivienda: descomponiendo su hez de expectativas usurarias y reprimiendo sus rentas —como hacemos con las rentas financieras—. Recordemos que la usura es la ganancia excesiva que se saca de algo; más precisamente, la injusticia conmutativa o desigualdad de prestaciones en términos de valor, en las relaciones sinalagmáticas.

¿Pero cómo se deprecia el dólar norteamericano? ¿Qué interesa a sus grandes tenedores, p. ej., la República Popular China, para la que EEUU es un tigre de papel? —jamás hubiéramos imaginado lo literal que iba a ser esta metáfora maoísta—. Desde luego, el dólar ahora está sobrevaloradísimo. No parece que pudiera ir más allá sin causar daños muy graves. El EUR no debiera razonablemente abaratarse más. En la eurozona, el margen para inflacionar —y velar ajustes valorativos— se ha volatilizado, aparte de que el euro es irreversible (el bréxit fue posible porque UK no estaba en la eurozona). A la rareza de la inflación se suma la anomalía de la carestía del dólar norteamericano. No obstante, 'cosas veredes, amigo Sancho'.

Este mes de julio de 2022 ha sido histórico.

'La inflación más rara que jamás se haya visto' ha servido de coartada para que las autoridades ordenaran alzas destempladas de los niveles de tipos de interés de intervención, para que los agentes abandonen ya, de una puñetera vez, sus expectativitas popularcapitalistas y se humillen ante el cambio estructural que dicta el ortograma capitalista. Como la economía no está bien y abundan los idiotas dostoyevskianos que se creen que los bancos centrales —y los fiscos— son los culpables de todo —patraña muy bien orquestada por los gestores de DOP, Dinero de Otras Personas, y los voceros falsoliberales-neoliberales—, las alzas destempladas han tenido que ir acompañadas de una retórica suavona acerca del concepto de recesión coyuntural, que nos ha venido a los estructrualtransicionistas como anillo al dedo. El caso es que, por hache o por be, ha tenido lugar la oficialización blanda de un importantísimo hito estructural, cosa que vemos que no entiende bien casi ningún analista. También, las fechas veraniegas han ayudado al triunfo de esta operación de política de comunicación bancocentralista. Tras su decisión, que ha sido una de las más orientadoras de expectativas que se recuerdan, han proclamado que, a partir de este momento, se apean de la 'foward guidance' e irán 'partido a partido'. Ya lo dijo Lagarde: 'It will come in due course'. ¡Entendido! Queda finiquitado —de momento— el anuncio de decisiones a adoptar. Los popularcapitalistas ya no solo están asustadísimos. Han sido colocados 'a fortiori' en Modo Supervivencia. Corredor de la muerte, total.
Nos viene a la memoria aquello de:
—¿Qué tal el enfermo?
—Ha pasado muy buena noche y esta mañana ha fallecido muy mejorado.
Hay que ser simple o malo para decir que «es que no tienen ni idea de lo que está pasando», máxime cuando en blogs como este, noticia que sale, noticia que se integra en el análisis sin disonancia cognitiva alguna.

Este mes de julio ha tenido lugar la inflexión definitiva de la última fase de la Transición Estructural (TE) del modelo popularcapitalista falsoliberal-neoliberal de los 1980 al nuevo modelo de dinero fortísimo y planificación central. La cota ha sido conquistada. Solo queda el aprovechamiento del éxito y la sumisión del enemigo, que no es poca cosa, proceso que no tiene por qué extenderse más allá de 2025.

El nuevo modelo es infinitamente mejor que el viejo.

Durante las dos primeras semanas de este mes se han distribuido las últimas dosis de narcóticos. Las dos más notables:
— una verdad:
• que una recesión (que es un concepto de los ciclos coyunturales, no de los estructurales) no se define por la menudencia de que alguien con poder político estime dos datos estadísticos de PIB trimestral negativos seguidos (que pase esto quiere decir que es seguro que ya se estaba en recesión); y
— cuatro mentirijillas piadosas:
• que la inflación 'es' el dato estadístico de IPC,
• que la inflación estaría siendo racional pero intolerablemente alta,
• que todo se normaliza subiendo unos cuantos puntos básicos los tipos de interés de intervención y
• que, aunque se resientan la actividad y el empleo, el daño no será permanente porque las dificultades no son estructurales (cóvid, cadenas de suministro, Ucrania).

En este blog sabemos que esta recesión es especial porque el ciclo coyuntural al que pertenece es el último del pack de ciclos coyunturales que componen el ciclo estructural que muere. Y, por tanto, es menso pensar la política económica actual solo en términos de coyuntura.

Nosotros situamos el ‘dies a quo’ del proceso de Catacrack (inflexión de la transición estructural) en la tercera semana de julio, Arbitrariamente, dijimos que sería el pasado martes 19, para gozar del 'hype' de una cuenta atrás que antecediera al espasmo y darle en los morros a 'El Sector', y a sus correveidiles y lametraseros, que siempre están moliendo con porcentajitos y fechitas. Misión cumplida. Además, hemos dado en el blanco. Hoy, diez días después de aquel martes 19, que ya se antoja tan lejano, han pasado tantas cosas, especialmente en EEUU, que nadie se atreve a hablar de otra cosa que no sea de lo paradójica que es esta recesión, aunque no utilicen los conceptos propios de los ciclos estructurales —pero, tiempo al tiempo—.

Desde luego, qué poco dura la alegría en la casa del pobre. ¿Se acuerdan cuando nos dio por las metáforas de La Sansona y el augusto Marcelino? Entonces, empezaban a pasar cosas —eventos de calidad— como las que estamos viendo ahora día sí, día también. Entonces, el BCE tuvo que salir a aguachirlar la hipotética 'Rerrecuperación de la Reburbuja', tan cacareada por los ganchos del timo inmobiliario. Recuerden que vino a avisar de que la tensión en el mercado inmobiliario era a pesar de que las cosas no iban tan bien como se creía; que dicha tensión estaría provocada única y exclusivamente por el ahorro de la esa época en el 2020 de la que yo le hablo ('savings accumulated during the pandemic') y realimentada por su propio Efecto Riqueza; y que no hay presión sobre los mercados de capitales porque las expectativas de inflación de las familias y empresas no financieras, que son quienes 'himbierten', son irracionalmente superiores a las de los mercados financieros, razón por la cual no tenemos que sentirnos incómodos con el desquicie del bajísimo —negativísimo— nivel de tipos de interés reales. Lo cierto es que, hace solo unos pocos meses, los 'triunfadores' de El Pisito, normalmente nacidos antes de 1955, babeaban sin cesar con «loh miyoneh que ya nos dan», a pesar de que la inmensa mayoría de la población, especialmente la juventud, lo estaba pasando tan mal que la necesidad de atención psiquiátrica apareció en la agenda de todos. En este histórico julio de 2022, los babosos han ensuciado sus pantalones.

Ahora solo cabe esperar la caída generalizada de precios inmobiliarios (que será, como mínimo, del 50%, como se entrevé ya en EEUU —en la media, de 500 mil a 250 mil USD, con el dólar caro actual—).

Maquiavelo propondría al príncipe meter como Dios manda la vivienda en el IPC, pero solo mientras dure la corrección valorativa, para poner los IPC en negativo y, así, abaratar silenciosamente las nóminas de los funcionarios y las pensiones.

Como estamos de fiesta, ahí va esto, de una pianista 'caucásica' del Cáucaso, con la voz bien colocada:



"Im Sokhak" can be traced back to the village of Shatakh, in the province of Van. The lyrics depict a mother who tries to lull her crying baby to sleep. She calls on the kindly dove, the sweet nightingale, and the lark to help, but it is only when she calls on the hawk (the fighting bird), who sings a song of war, when her child finally sleeps. It is the call of rebellion that drives the child to comfort and rest, which some draw connection to the Armenian people as a whole. Thus, this simple lullaby has come to symbolize the David and Goliath story of Armenians and their nation.
Serj Tankian, from the super-successful Armenian American heavy metal band, System of a Down, recorded a duet of this lullaby with Larisa Ryan for the film, "1915," about the Armenian Genocide. The result is a stunning, melancholic delivery. The music video antiestéticatures clips from the film and a stoic Larisa and Serj, surrounded by near total darkness.
On the surface, "Im Sokhak" children, but its powerful underlying meaning and beautifully simple melody speaks to all Armenians as a whole. How many lullabies do you know that can bring you to tears?

Que verdad eso de que se aferran a la inflación. Anda que no he tenido movidas en el foro por indicarles el otro 50% de la situación rstanflacionaria, es decir, el componente recesivo. Uff!!! Es como hacerle comer un ajo a un vampiros, se ponen to locos....
 

grg1972

Madmaxista
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19 Oct 2017
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En España cuando la vivienda llego a anunciarse por un 50% menos, incluso en algunas zonas inferior a ese 50% del precio que unos años antes se podía ver en los escaparates de las agencias inmobiliarias, en la prensa y en la Televisión insistían en que era el mejor momento para comprar.
No

PPCC escribió que los medios de comunicación iban a publicitar el Catacrack el pasado 19 de julio. Y que todos seríamos conscientes y tal y pascual.

dónde está ese Catacrack? que yo no lo he visto publicado ni aquí en Burbuja. Ni siquiera el amigo “especial” de Erio se lo ha comentado…