En España VOTAR a un partido político es SER de ese partido.
Al igual que pasa con los abonados de un equipo de fútbol, que siguen yendo a ver sus partidos aunque vayan mal o no estén de acuerdo con sus dirigentes. E incluso los abuchean si las cosas van mal, pero aún así siguen siendo de ese equipo y lo siguen animando.
Hay un porcentaje que bascula y es el que da la mayoría a unos u otros.