Antes he citado que para "Hércules en Nueva York", le cambiaron el nombre de Arnold Schwarzenneger, a Arnold Strong, pues su agente decía que su apellido austríaco sería impronunciable, y mucho menos recordable, para el público estadounidense; pero finalmente Arnold se negó, y quiso seguir con su nombre de Arnold Scwarzenneger, y fue otro gran acierto, pues al final la gente se lo aprendió y lo pronunció correctamente (excepto el ex-marido de Julia Otero, Ramón Pellicer, jejejeje), y ha sido uno de sus signos de distinción.
Lo curioso es que Arnlod Schwarzenneger, no se llama en realidad Arnold Schwarzenneger, sino que se llama Arnold
Alois Schwarzenneger; vamos, que se puso delante el apellido de la madre, mucho mas complicado que el Alois del padre, para darse a conocer profesionalmente.
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Es una característica, que, oh cachualidá, también comparte con Sylvester Stallone, otro de los paralelismos en la vida de ambos, pues Sly en realidad se llama Sylvester
Gardenzio Stallone, pero para su carrera como actor, al igual que el austríaco, puso delante el nombre de la madre.
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Da la casualidad de que ambos nacieron en familias humildes, y de niños fueron maltratados por su padre, al que veían como alguien frío, distante e irascible, ambos veían una vía de escape en el cine para sus tristes vidas, y ambos tuvieron el personaje de Hércules como inspiración, solo que Arnold lo hizo con el actor y culturista Reg Park, y Stallone con su competidor interpretando al mismo personaje, Steve Reeves.
Cada vez queda mas claro que el repruebo que se tuvieron estos dos en los 80, con el pique que se llevaban, era pura proyección psicológica, pues ambos veían su sombra reflejado en el otro, hasta que por fin se conocieron, y se dieron cuenta de que se parecían mas de lo que creían, debido a que la vida les llevó a vivir similares experiencias.
No obstante, el que los referentes de la masculinidad en el cine, fueran dos tipos que tuvieran un conflicto con su padre, al punto de negar su apellido en su exposición pública, dándose a conocer con el de su madre; ello explica porque la masculinidad que representaron estos dos, teatral e hiperbolizada, era fruto del resentimiento y la necesidad de escapismo, por lo que no era una masculinidad pura y reivindicable, la de alguien que tiene una relación sana con su padre, sino mas bien la de un claro complejo de Edipo.
En ese aspecto, cobra nuevo sentido la secuencia de "El Último Gran Héroe", donde hay una escena de un sueño, en la que Schwarzenneger interpreta a Hamlet, y mirando a la calavera se pregunta ¿Ser o no Ser?, y la respuesta es clara, no ser, mientras saca una metralleta y se carga a todo bicho viviente que sale por la pantalla....película, "El Último Gran Héroe", que repite un tema latente en muchas películas de Schwarzenneger (Perseguido, Desafío Total, Mentiras Arriesgadas, El 6º Día), como es la confusión entre la realidad y la ficción.