Imaginad esa tía con gafas de sol en la playa. Te sonríe, te pones nervioso perdido, se acerca como quien no quiere la cosa, y te lanzas a hablar.
Cinco minutos, diez,.. miradas al balcón, jijajeo constante... hasta que te dice que tiene que acercarse a casa a sacar al perro, que si la acompañas.
Te levantas, sin creerte lo que te está pasando, viendo que la tía más buena de la jodida comarca se está insinuando... tus amigos se quedan locos cuando ven que te levantas y te despides diciendo que luego los llamas... y según te giras para ver dónde está, te das cuenta que te está mirando, con una media sonrisa en la cara, y estira el brazo para que le cojas la mano y te suelta:
- Vamos, guapo?
Te quedas paralizado. No piensas. No eres capaz. La única que actúa es tu berenjena... que empieza a levantarse. Y entonces tu instinto se hace con el control. Estiras la mano, coges la suya, y le sueltas, acercándote a ella:
- Al fin del mundo si quieres.
La oyes reír. Una risa limpia, pura, infantil,... llena de vida y energía. Tú berenjena empieza a espabilarse a una velocidad inusitada.
Empezáis a andar, salís de la playa y vais hacia el coche. Tú no tienes, pero uno de tus amigos te ha dejado las llaves del suyo, y vais hacia él. Le abres la puerta, y a ella le encanta.
- Que caballeroso!
- Gracias.
- Tendré que compensarte, no?
Ni siquiera piensas. Ya vas volcado.
- Bueno, ya me pagarás en carne.
La risa de ella, mirándote con deseo, hace que tu berenjena intente saltar del bañador. No puede ser real, esto no puede estar pasándote a ti.
Sales del parking quemando rueda, deseando llegar a su casa. Te va indicando el camino entre risas y alabanzas. Llegáis, aparcáis, y subes. No eres capaz de pensar, pero sí lo suficiente para darte cuenta de que allí no sale perro alguno al llegar. Era todo una excusa para irse contigo.
Entras en la casa, y te pregunta si quieres algo.
- A ti - le dices, mientras la acercas a ti tirándole del brazo.
-Mmm... que travieso, me encanta.
Le pones la mano en la cintura y empiezas a besarla. Primero suave, tanteando, y en cuanto te toca la camiseta, empiezas a meter la lengua. No vacila. Tendrá apenas 18-19 años, pero la chica sabe lo que hace. Bajas la mano, le agarras el trastero, y te echa la mano al paquete. Antes de darte cuenta la has levantado en volandas, cerrando las piernas en torno a tu cintura y bajando despacio... despacio... mientras te va masajeando y frotándose.
Te estás volviendo loco. Empiezas a andar sin saber por dónde vas. Sales del pasillo, y ves un sillón de refilón, mientras ella aprovecha para meterte la lengua en el cuello, mordisqueándote y aumentando la respiración.
Te echas en el sillón, con ella encima. Tiene dos tetones enormes, que se le salen casi por el bikini. Los pezones luchan por salir y respirar, igual que tú berenjena más abajo. Se inclina para besarte, desparramándose el pelo por tu cara, mientras la oyes decir entre gemidos que le vuelves loca y que la has puesto como una moto.
- jorobar... ha sido verte en la playa y ya sabía que quería churupartela
- Pues ya estás tardando, muñeca.
- jijijiji
Se inclina mientras empieza a bajarte el bañador. Suelta un suspiro al ver lo que sale de ahí, y te da un lametón de abajo a arriba mientras se le caen las gafas.
Te da otro, otro más, y mientras te agarra la berenjena con fuerza, dándote una descarga de placer, le agarras del pelo. Quieres ver esa preciosa cara mientras se la mete en la boca.
Fijas la vista, ella la levanta, y... oh Wait.
Replanteémos la pregunta, chavales. Luego seguís con la paja.
OS LA amaRÍAIS??????