Comer puede llegar a ser una adicción como lo es el tabaco, alcohol, sesso, etc. La gente subida de peso encuentra en la comida una satisfacción puntual con la que evadir sus problemas, una satisfacción ilusoria pues después los problemas se acrecentan. Son personas con baja autoestima, que no se quieren ni valoran y como no les importa piensan que llegados a ese punto, qué más da, y se entregan a esa adicción. Luego vienen los remordimientos y la culpabilidad. Pero en cuanto el mono aparece, esa lucha interior vuelve a suceder. Muchísimos alimentos son procesados y contienen azúcar en mayor o menor medida, por eso son altamente adictivos. Eso facilita el enganche. La gente subida de peso lo somos por todos esos motivos: adicción, gula, baja autoestima, dejadez y flojera. Para revertirlo necesitamos que nos abran los ojos. Precisamente cuando más caña me dieron fue cuando le eché narices y dije "¿Si? Pues esta subida de peso va a demostrar qué es capaz de hacer" y así conseguí hasta en 3 ocasiones bajar 25 kg. Ahora, a falta de ese estímulo externo, hay que tirar de motivación intrínseca y voluntad propia y es muchísimo más difícil.