Lo que hace este Gobierno es propio de Estados esclavistas, en los que al explotado se le descontaba la cama, la manta y el techo que se le daba para dormir, y el cuenco de arroz, de su sueldo.
En los países serios hay un amplio margen de gasto que puede tener la empresa (o el autónomo) dedicado a cada trabajador, en muchos países no hay ni que justificarlo (Países Bajos, países nórdicos, hasta en Rumanía, etc); se entiende que debe de haber un contexto alrededor del trabajador que resulte atractivo y mejore su productividad.
Y que no haya que dedicar recursos (tiempo, papeleos, gestores, etc) para justificar esos gastos, o recursos del Estado (funcionarios, burócratas) para auditarlos.
Hay países en los que también la parte del sueldo dedicada al transporte (y a veces, no sólo transporte público) está libre de impuestos, se entiende que es un gasto necesario.
En España todo es al revés.
Es absurdo (y dudo que aguante en recursos a tribunales como los europeos) considerar dispositivos como el teléfono de empresa o el PC portátil como una forma de pagar al empleado; el siguiente paso será considerar el PC workstation de un puesto fijo (sus licencias, etc), el escritorio, la lámpara, la silla, el cojín de la espalda, los discos de copias de seguridad, etc, como parte del sueldo del empleado.
Es absurdo, es como considerar que una podadora, o un rastrillo son parte del sueldo de un jardinero empleado por una empresa.
Además, no hay reprocidad, es decir, un autónomo tiene graves problemas (en ocasiones es imposible, y hay que ir a tribunales) para descontar gastos necesarios para su actividad, lo mismo que si se organiza en cooperativa (que era una opción para salvar algunas limitaciones).
Para trabajar desde casa, casi es imposible colar gastos de la propia vivienda (exigen contratos de servicios separados de los contratos propios de una vivienda particular), técnicamente, es imposible que una habitación dedicada a oficina, tenga un contrato de alquiler diferente al resto de la vivienda, pongo como ejemplo, lo mismo si esa vivienda se paga con una hipoteca, o está en propiedad (y uno se "transforma" en "casero" para autoalquilarse una habitación las horas de trabajo).
Por el contrario, el Gobierno (cuando habla del teletrabajo) pretende que sea la empresa la que cubra esos gastos (que no lo veo mal) que el propio Gobierno/Estado niega a un autónomo su derecho a desgravar.
Es el imperio de la desproporcionalidad propio de dictaduras sin Estado de Derecho, un baremo distinto; vale una posicón cuando beneficia la recaudación fiscal, y vale la contraria cuando les perjudica fiscalmente.