Francamente, leído el decreto, me parece que seguimos pudiendo o teniendo que ir a trabajar los mismos que antes.
Esencialmente todos los profesionales liberales, las trabajadoras de hogar de dependientes y de trabajadores esenciales, los de las tiendas de informática, los de las papelerías, los kioskeros, los de la industria pesada, los de la industria ligera...
Lo malo va a ser encontrarse con el Charles Bronson de turno y explicarle que eres esencial...
Me temo que la fulastre de hacienda, según sus propias palabras, ha tratado de poner en práctica la imaginativa solución de "hacer como si fuera domingo" (sic) y acaba de descubrir que para que la señora tenga domingo, hay un huevo de gente que tiene que doblar el lomo.
Al final estos botarates pretendían quitarnos el remo y que la galera siguiese avanzando, y ha tenido que ir el que marca el ritmo con el tambor a decirles que sin remos no se puede remar.