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He llegado a alguna conclusión que quería compartir con vosotros:
- El Embajador Alberto Carmona no le pidió al presidente Evo jovenlandesales que le invitara a un café en su avión porque le profesa simpatía, se lo pidió porque que debía demostrarle que no era un indio mentiroso y que el tal Snowden no estaba en el avión.
- El Embajador Alberto Carmona, cuándo le decía a Evo jovenlandesales que iba a consultar con su equipo, lo hacía con sus jefes con los que estaba en contacto telefónico directo toda la noche: el Ministro García-Margallo y el ex presidente Jose María Aznar.
A Rajoy le libero de responsabilidad, pues supongo que, como de costumbre, no se enteraría de nada. Entre Aznar, García-Margallo y Carmona se encargaron de encauzar las relaciones de España con algunos países de iberoamérica.