Silvia simplesa, la llamábamos de pequeños, pero solo por presentar Aplauso o cosas así. No era mala actriz (algunos Estudio 1 en los que intervino, demostró estar a años luz de las actrices españolas de ahora, ya no te digo de los actores). Era muy guapa, pero no lo parecía, como si fuera una señora que te pudieras cruzar por la calle sin prestarle atención, aunque, al final, se la prestaras.
No la conocí, por lo que no puedo decir si era buena o mala persona, si era un NPC, votante de Junts (perdón por la reiteración) o de PSOE o PP (de nuevo, perdón por la reiteración). En cualquier caso, me daba, por intuición simplemente, que era lo menos malo entre los malos o la mejor de los que están en su mundo artificial y zafio, tal y como demuestran cada año en los Goya que me tocan... la olla... pues lo pago con dinero que no tengo, pero que me quita Hacienda cuando compro el cartón de vino antes de ir a dormir en la calle (es un supuesto, pero que puede ser completamente real pasado mañana. Lo del cartón de vino y Hacienda no es un supuesto, es la realidad).
