-Con diez años le entraba a tías.
-Con trece me fui de casa unas semanas.
-He dormido en el calabozo por peleas.
-Participé en el salvamento en la playa de un tipo de más de cien kilos. Murió. El socorrista ni siquiera entró, la ambulancia tardó media vida, el estulto fue a nadar borracho a la quinta leche.
-Hice el estulto defendiendo a una tiparraca en una discoteca contra un desconocido sin saber de qué iba la historia.
-Vinieron a pegarme entre treinta. Me pegó uno de ellos.
-Vinieron a pegarme entre siete porque una amiga mía insultó a otra. Me sacaron de allí de milagro pero yo no me iba.
-Fui a echarle narices a cuatro porque casi me atropellan.
-Le he echado narices a policías cuatro veces por separado: a una en mi casa porque se negaban a identificar a alguien, a otro que me pilló a contramano y se puso chulo, a otro por teléfono que se negaba a venir por un asunto, y a un guardia civil vacilándome.
-Casi con cada tía buena o novia que he paseado he tenido que comerme el que las bordearan grupos de gente.
-He viajado solo infinidad de veces.
-He echado narices a tipos que me sacaban más de veinte kilos muchísimas veces, quizá más de quince. Cuatro problemas tuve este año. Porque estoy mal de la cabeza, luego llego a casa y me quedo mirando al suelo acojonado de mí mismo casi llorando.
-He ido a hablar con encargados sobre ocho veces, una en un pilinguiclub porque una fruta paró para hablar por teléfono.
-Le he echado narices a ascendentes de mi familia siendo un mocoso y me las he llevado mortales, y les he seguido echando narices.
-Me he quedado sin amar con muchísimas pibones por no humillarme.
-A veces tecleo
blaster en la zona de tags al abrir hilos y veo las paridas y maldades que decís de mí.
Eso a bote pronto. Si me pongo a pensar saco muchas más.