Roque III
Madmaxista
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Esto no lo escribí para subirlo al foro, pero creo que a más de uno puede gustarle.
Hay demasiados días que me levanto, miro por la ventana, y veo lo mismo, la misma cosa, el mundo se detuvo hace poco más de 5 meses, y no parece que a corto plazo vaya a arrancar.
Nuestra economía defenestrada lucha día a día por sobrevivir entre ríos de rebrotes, cubrebocas, miedo y restricciones. Sobreviviremos, de eso no hay duda, pero ¿qué quedará de nosotros cuando todo esto haya pasado?
Yo sinceramente veo cada día menos humanidad, y por el contrario, los autómatas que ya antes formaban un buen porcentaje de nuestra sociedad, se están extendiendo a marchas forzadas, quedando la verdadera humanidad reducida a meros reductos.
¿Pero cómo hemos llegado a esta situación? La respuesta en parte puede ser fácil, EL MIEDO. La política del miedo no se ha usado pocas veces a lo largo de la historia, y bien es sabido que no hay mejor herramienta para manejar a las masas. Una masa temerosa se metería hasta en el mismo infierno con tal de huir del peligro que cree que le acecha, pese a estar de esta forma dirigiéndose a un peligro aún mayor.
De igual manera está pasando actualmente, por miedo a un bichito que no es especialmente grave, se está permitiendo al gobierno tomar medidas completamente dictatoriales, se está cediendo toda la libertad, y se están aceptando medidas cada una más absurda y/o dañina que la anterior. Y si no fuera poco, se está destruyendo la economía, lo cual va a redundar en muchas más muertes y sufrimiento.
Y precisamente, más absurda y dañina que el uso en la calle de las mascaras hay pocas medidas. Aquí habrá algunos que me miren como si yo fuese el diablo, pero es así. Todos los estudios científicos están de acuerdo en que la probabilidad de infectarse andando por la calle es mínima, sí TODOS. Sin embargo, el uso de la mascarilla siempre tiene el peligro de que esta se contamine y nos infectemos debido a su uso, por lo que al final, esta medida es contraproducente.
Entonces, ¿por qué se obliga al uso de las mascaras en la calle? Pues en mi opinión hay dos grandes razones, por un lado está el miedo, infundado o no, de gran cantidad de políticos, los cuales suelen ser de avanzada edad. Luego, hay una razón que muchos considerarán conspiranóica, pero yo la veo perfectamente posible. Esta razón es que la mascarilla es un medio de control social.
Os estaréis preguntando en que se basa la tontería esa de que la mascarilla es un medio de control, pero sí, así lo afirmo por una serie de razones. En primer lugar porque la mascarilla nos aísla unos de otros, el uso de la mascarilla bloquea casi completamente el lenguaje no verbal, el cual muchas veces puede ser incluso más importante que las palabras. Además, ésta oculta el rostro de la gente, siendo el rostro el principal medio para diferenciarnos. Y por último, y no menos importante, porque es un recordatorio de la situación actual, ayuda a postergar la sensación de miedo, y como ya se ha dicho antes, una masa asustada es mucho más fácil de manejar.
Alguno ahora se preguntará acerca de las soluciones, sinceramente, yo cada día pierdo más la fe. Sueño con un pueblo unido contra este estado que nos oprime, que nos coarta cada día más libertad, pero luego tengo la sensación de que serían tan pocos quienes me seguirían, que me dan ganas de tirar la toalla. Solo conservo la esperanza porque, porque me gustaría dejar un mundo, una España, mejor a mis hijos.
Hay demasiados días que me levanto, miro por la ventana, y veo lo mismo, la misma cosa, el mundo se detuvo hace poco más de 5 meses, y no parece que a corto plazo vaya a arrancar.
Nuestra economía defenestrada lucha día a día por sobrevivir entre ríos de rebrotes, cubrebocas, miedo y restricciones. Sobreviviremos, de eso no hay duda, pero ¿qué quedará de nosotros cuando todo esto haya pasado?
Yo sinceramente veo cada día menos humanidad, y por el contrario, los autómatas que ya antes formaban un buen porcentaje de nuestra sociedad, se están extendiendo a marchas forzadas, quedando la verdadera humanidad reducida a meros reductos.
¿Pero cómo hemos llegado a esta situación? La respuesta en parte puede ser fácil, EL MIEDO. La política del miedo no se ha usado pocas veces a lo largo de la historia, y bien es sabido que no hay mejor herramienta para manejar a las masas. Una masa temerosa se metería hasta en el mismo infierno con tal de huir del peligro que cree que le acecha, pese a estar de esta forma dirigiéndose a un peligro aún mayor.
De igual manera está pasando actualmente, por miedo a un bichito que no es especialmente grave, se está permitiendo al gobierno tomar medidas completamente dictatoriales, se está cediendo toda la libertad, y se están aceptando medidas cada una más absurda y/o dañina que la anterior. Y si no fuera poco, se está destruyendo la economía, lo cual va a redundar en muchas más muertes y sufrimiento.
Y precisamente, más absurda y dañina que el uso en la calle de las mascaras hay pocas medidas. Aquí habrá algunos que me miren como si yo fuese el diablo, pero es así. Todos los estudios científicos están de acuerdo en que la probabilidad de infectarse andando por la calle es mínima, sí TODOS. Sin embargo, el uso de la mascarilla siempre tiene el peligro de que esta se contamine y nos infectemos debido a su uso, por lo que al final, esta medida es contraproducente.
Entonces, ¿por qué se obliga al uso de las mascaras en la calle? Pues en mi opinión hay dos grandes razones, por un lado está el miedo, infundado o no, de gran cantidad de políticos, los cuales suelen ser de avanzada edad. Luego, hay una razón que muchos considerarán conspiranóica, pero yo la veo perfectamente posible. Esta razón es que la mascarilla es un medio de control social.
Os estaréis preguntando en que se basa la tontería esa de que la mascarilla es un medio de control, pero sí, así lo afirmo por una serie de razones. En primer lugar porque la mascarilla nos aísla unos de otros, el uso de la mascarilla bloquea casi completamente el lenguaje no verbal, el cual muchas veces puede ser incluso más importante que las palabras. Además, ésta oculta el rostro de la gente, siendo el rostro el principal medio para diferenciarnos. Y por último, y no menos importante, porque es un recordatorio de la situación actual, ayuda a postergar la sensación de miedo, y como ya se ha dicho antes, una masa asustada es mucho más fácil de manejar.
Alguno ahora se preguntará acerca de las soluciones, sinceramente, yo cada día pierdo más la fe. Sueño con un pueblo unido contra este estado que nos oprime, que nos coarta cada día más libertad, pero luego tengo la sensación de que serían tan pocos quienes me seguirían, que me dan ganas de tirar la toalla. Solo conservo la esperanza porque, porque me gustaría dejar un mundo, una España, mejor a mis hijos.