El pimpollo de mi hermano por fin le ha dicho a mis padres que se casó hace como 3 años. Yo fui uno de los testigos de la boda, que fue una sencilla y breve ceremonia civil a la que acudimos como 5 personas un martes paco de hez por la mañana en una anodina capital de provincia. Luego nos invitaron a comer, como marqueses, todo hay que decirlo, y se fueron a unas vacaciones que eran una luna de miel encubierta. Todo muy :
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Me sorprendió mucho, porque mi hermano es un catetazo más bien conservador y lleva con la novia casi desde la adolescencia, es del pueblo y nuestras familias se conocen. Siempre pensé que se iba a casar en el pueblo y por la Iglesia, y va el cabrón y se casa por lo civil, un martes vestido de calle y en secreto. Pero qué se le va a hacer, a veces tiene unas ventoleras que no sabes por dónde te va a salir. No ha sido fácil callarme, pero no se lo había contado absolutamente a nadie.
El caso es que mi cuñada está muy cerca de hacerme tío, y en los últimos meses la presión familiar para el casamiento ha sido asfixiante, sobre todo en el caso de ella. Y al final decidieron invitarnos a comer a las dos familias y contar todo el pastel. Las caras de los consuegros eran un poema, mientras los hermanos de los novios, que fuimos a la ceremonia, estábamos más tensos que el arco de Orzowei. Con el nene en camino, la cosa no se puso antiestética y al final ha acabado digiriéndose como una anécdota.
Como era de esperar, mi madre ha sido la más dolida de la casa, y me ha reprochado no haberle pasado información en secreto. Mi padre se lo ha tomado casi a chiste, y lo único que me ha dicho es "qué callado te lo tenías, zorro".
En el fondo me parece cojonudo lo que hicieron, pues lo tenían claro y al final les está yendo bien. No querían shows ni tirarse meses preparando chorradas y gastándose una pasta, mi hermano decía con mucha razón: "yo quiero estar casado, no casarme". Y mi cuñada hasta donde yo sé pasaba incluso más del asunto.
El caso es que me he quedado muy aliviado quitándome de encima la carga de guardar ese secreto. En general estoy hasta los bemoles de los secretos de la gente: si me dedicase a traficar con ellos no me los contarían, pero como tengo la mala suerte de ser una jodida tumba, luego me toca estar pendiente de no meter la pata.
:Me sorprendió mucho, porque mi hermano es un catetazo más bien conservador y lleva con la novia casi desde la adolescencia, es del pueblo y nuestras familias se conocen. Siempre pensé que se iba a casar en el pueblo y por la Iglesia, y va el cabrón y se casa por lo civil, un martes vestido de calle y en secreto. Pero qué se le va a hacer, a veces tiene unas ventoleras que no sabes por dónde te va a salir. No ha sido fácil callarme, pero no se lo había contado absolutamente a nadie.
El caso es que mi cuñada está muy cerca de hacerme tío, y en los últimos meses la presión familiar para el casamiento ha sido asfixiante, sobre todo en el caso de ella. Y al final decidieron invitarnos a comer a las dos familias y contar todo el pastel. Las caras de los consuegros eran un poema, mientras los hermanos de los novios, que fuimos a la ceremonia, estábamos más tensos que el arco de Orzowei. Con el nene en camino, la cosa no se puso antiestética y al final ha acabado digiriéndose como una anécdota.
Como era de esperar, mi madre ha sido la más dolida de la casa, y me ha reprochado no haberle pasado información en secreto. Mi padre se lo ha tomado casi a chiste, y lo único que me ha dicho es "qué callado te lo tenías, zorro".
En el fondo me parece cojonudo lo que hicieron, pues lo tenían claro y al final les está yendo bien. No querían shows ni tirarse meses preparando chorradas y gastándose una pasta, mi hermano decía con mucha razón: "yo quiero estar casado, no casarme". Y mi cuñada hasta donde yo sé pasaba incluso más del asunto.
El caso es que me he quedado muy aliviado quitándome de encima la carga de guardar ese secreto. En general estoy hasta los bemoles de los secretos de la gente: si me dedicase a traficar con ellos no me los contarían, pero como tengo la mala suerte de ser una jodida tumba, luego me toca estar pendiente de no meter la pata.
