Cuando dice que la gente le mira con pena por estar embarazada siendo tan joven, dice que además ella tiene cara de cría y parece una adolescente.
He mirado sus fotos y vaya tela, con arrugas en la cara y pinta de treintañera, que es lo que es, no lo critico, pero pensar de ella misma que tiene pinta de adolescente es muy significativo del alto concepto de sí mismas que tienen las españolas, y de la locura que es que una madre primeriza de 30 años le parezca a alguien muy joven.
Por lo demás, hace bien en irse de Madrid, en eso demuestra sentido común, y asusta que tías como esta, bastante vulgar intelectualmente(no he leído sus libros pero ya en esta entrevista tan corta deja 2 o 3 ramalazos de estupidez y pensamiento bastante plano), sea más sensata que la mayoría de sus contemporáneas, que a los 30 no han llegado aún a esa conclusión tan genial y con tanto mérito intelectual de la tal Ana, esto es, que con 30 años ya no es una adolescente.