La gente no tiene más que prejuicios que le impiden ver la realidad de un modo más claro.
Varias cosas. No es mi intención defender a Rajoy, ni mucho menos, pero seamos serios, fue el registrador de la propiedad más joven de España con 24 años. simple el señor no es. Lo que pasa es que este fumador de puros es muy buen retenedor de conocimientos y tiene una dinámica de trabajo muy buena, lo que le hace obtener unos resultados académicos brillantes. El problema es que no vale como líder, como presidente. No tiene carácter, de él hay muchos rumores de amanerado. No pasará a la historia como un gran líder, como un gran estadista. En cambio sería un buen asesor.
Resumiendo, el señor Rajoy Brey es un buen y aplicado estudiante, un ratón de biblioteca, pero un pésimo líder. Este pabo nunca ha trabajado (fuera de la política me refiero), viene de buena familia y no ha necesitado descubrir la dureza del mundo real cuando no hay un apoyo fuerte detrás. La única experiencia en este sentido ha sido la mili. Pero ahora la gente ni eso. Eso luego se paga con falta de experiencia vital, menor madurez etc.
Respecto a lo que dice de la estirpe, pues no es más que obvio. Hay familias con mejores potenciales que otras, eso cae de cajón. No por ello hay que dividir la sociedad ni aplicar un determinismo social en base a la genética.
Hay gente que tiene unas cualidades excelentes, pero no las aprovecha. A lo mejor acaba perdido en el medio de la droja y totalmente degradado sin llegar a aportar nada. Pero otros con menos capacidades son tenaces y trabajadores y acaban resultando más útiles al conjunto de la sociedad.
Todos tenemos algo que aportar. Una sociedad basada en ideales elevados tendrá unos valores a los que mirar con orgullo, unos valores por los que merezca la pena luchar y por los que esforzarse en alcanzar. La sociedad actual es todo lo contrario, es el sálvese quien pueda, valores zafios y carentes de espíritu que crean en la gente un vacío espiritual, que busca llenar bajo el mundo materialista, no llegando a satisfacerle por completo nunca.
A veces no hace falta leer tropecientos libros para saber estas cosas, aunque ayude, sino dejarse guiar por el instinto, el más sabio y natural. Muchos lo único que hacéis es dejaros guiar por prejuicios que os han metido en la cabeza como simple propaganda. Vuestro pensamiento es el producto de un adoctrinamiento, y repetís lo mismo una y otra vez sin siquiera analizar si está bien o mal o si es correcto o no.