Pues qué curioso, porque en el caso de Ecuador, los 10 años antes de la entrada de Correa iban a presidente y pico por año, triunviratos y gobiernos de 30 días incluidos. En unos 10 años se les marchó más del 10% de la población al extranjero, los bancos le tangaron los ahorros al pueblo de gratis, en fin, una serie de sucesos muy edificantes que no parecían preocupar demasiado a nadie, porque se iban cumpliendo los pagos de la deuda externa.
Correa llega y logra unos resultados económicos y sociales bastante buenos, cierto que un ciclo alcista, pero logra mantener el país dignamente incluso en 2016, con el petróleo en mínimos históricos y un terremoto que te hace trizas 2 provincias casi enteras y cachos de otras.
El Judas sobre ruedas se deshace de los cuadros correístas y empieza a mandar de verdad a principios de 2018, aunque entrase en el Gobierno en 2017. En año y medio de Gobierno para el FMI y las oligarquías locales se las apaña para dejar el país exactamente igual de dolido que cuando lo gobernaban hace no tantos años el FMI y las oligarquías locales.
Y el tío, escondido en una de las zonas más pijas del país, sale con todos sus cojonazos en cadena nacional a echarle la culpa a Correa y a Maduro de las protestas de los pobres a los que está sodomizando. No se puede ser más perversos.