Claro, si es que aquí no hay uno que no sea culpable.
La situación esta era un win-win para los bancos, que no remuneraban a sus clientes por el dinero, y para los estados, que veían cómo, ahora que los bancos comerciales (o el BCE) ya no les compraban la deuda, se la compraban los particulares, a los que la banca comercial no quería retribuir.
Pero como los estados antes habían cargado de letras a la banca comercial, les ha acabado estallando en la cara el tinglado que tenían montado para ir detrayendo dinero de los particulares.
Obviamente, de esta solo se sale rebajando tipos y que nos mate la inflación, o volviendo a darle a la impresora, con lo cual también nos matará la inflación.
A ver qué hacen.