Cirujano de hierro
Será en Octubre
Eran una figura a la que estábamos tan acostumbrados -llevábamos viéndola toda la vida- que ni reparábamos en ellos, como si fueran parte del mobiliario. Eran los jubilados que pululaban por el parqué de la Bolsa de Madrid y que aparecían siempre en las repetitivas imágenes de recurso que ponen las televisiones cuando hablan del mercado. Una reliquia de los tiempos anteriores a la operativa electrónica, es cierto, pero que no molestaban a nadie. Hasta hace cuatro años desde que la empresa que gestiona el parqué, BME (Bolsas y Mercados Españoles), se cansó de ellos y en 2015 decidió retirarles la acreditación a partir de septiembre. Oficialmente, la razón es que cada vez había más actos en el parqué y les tenían que estar echando continuamente. A día de hoy, “sólo quedan diez“ desde las más de 2.000 personas que acudían a diario a la Bolsa antes de la reforma del mercado de valores en 1989.
Además, al gestor del mercado no le gusta nada que cuando las televisiones hablan de "los inversores", siempre les enfoquen a ellos. "Da la impresión de que los que mueven la bolsa son cuatro señores ancianos que deben de estar forradísimos, cuando para nada es así. Como es bien sabido, los que mueven la bolsa son los grandes fondos de inversión y pensiones, o los bancos de inversión, pero las televisiones fomentan esta identificación tan estrambótica".
Para evitar estos problemas, han tomado la decisión de echarlos definitivamente. Estos ancianos están acreditados por los brokers que tienen todavía un puesto en el parqué, que son quienes les facilitan el pase para acceder al Palacio de la Bolsa, situado en la Plaza de la Lealtad de Madrid. Son pequeños ahorradores a los que les gusta invertir en mercado y que van al parqué a pasar el día, ya que están jubilados. Pero como más sabe el diablo por viejo que por diablo, tienen un conocimiento enciclopédico del mercado y son referencia obligada para los periodistas novatos que aterrizan en el parqué sin saber una de bolsa.
No obstante, las fuentes consultadas explican que "sólo quedan diez", desde las más de 2.000 personas que acudían a diario a la Bolsa antes de la reforma del mercado de valores en 1989. Aún sobrevivieron unos cuantos brokers y sus clientes mientras coexistieron los corros tradicionales, donde se operaba de viva voz, con el mercado electrónico; pero fueron suprimidos en 2008. Además, algunos de estos 'abuelos' son muy mayores, con lo que no es infrecuente encontrar a alguno echando una cabezadita en un rincón del parqué en estos días de calor extremo a la hora de la apertura de Nueva York.
Los jubilados se rebelan
Aunque sean pocos y de edad avanzada, no están dispuestos a rendirse sin luchar. Así, han solicitado una cita con el Defensor del Cliente de BME, el organismo creado para atender las consultas y reclamaciones de los inversores. Éste les recibirá este mismo jueves, aunque se limitará a explicarles muy educadamente que es el sino de los tiempos y que no puede hacer nada para evitar su expulsión.
No les gusta que cuando las televisiones hablan de “los inversores“, siempre les enfoquen a ellos: “Da la impresión de que mueven la bolsa cuatro ancianos“
También están empleando tácticas propias de guerrilla. Así, se acercan a todas las cámaras de televisión -no sólo las de las cadenas que tienen set en el parqué, sino también las que acuden estos días para hablar de los desplomes provocados por la crisis griega- para pedirles que les saquen en sus planos. "Sacadnos por favor, que si no, nos echan", les piden. Pero tampoco parece que vayan a tener mucho éxito con esta medida. Eso sí, serán las últimas ocasiones en que podamos verles en los informativos. Y como dicen ellos, "es mucho más entretenido ir a la bolsa que mirar obras".
Además, al gestor del mercado no le gusta nada que cuando las televisiones hablan de "los inversores", siempre les enfoquen a ellos. "Da la impresión de que los que mueven la bolsa son cuatro señores ancianos que deben de estar forradísimos, cuando para nada es así. Como es bien sabido, los que mueven la bolsa son los grandes fondos de inversión y pensiones, o los bancos de inversión, pero las televisiones fomentan esta identificación tan estrambótica".
Para evitar estos problemas, han tomado la decisión de echarlos definitivamente. Estos ancianos están acreditados por los brokers que tienen todavía un puesto en el parqué, que son quienes les facilitan el pase para acceder al Palacio de la Bolsa, situado en la Plaza de la Lealtad de Madrid. Son pequeños ahorradores a los que les gusta invertir en mercado y que van al parqué a pasar el día, ya que están jubilados. Pero como más sabe el diablo por viejo que por diablo, tienen un conocimiento enciclopédico del mercado y son referencia obligada para los periodistas novatos que aterrizan en el parqué sin saber una de bolsa.
No obstante, las fuentes consultadas explican que "sólo quedan diez", desde las más de 2.000 personas que acudían a diario a la Bolsa antes de la reforma del mercado de valores en 1989. Aún sobrevivieron unos cuantos brokers y sus clientes mientras coexistieron los corros tradicionales, donde se operaba de viva voz, con el mercado electrónico; pero fueron suprimidos en 2008. Además, algunos de estos 'abuelos' son muy mayores, con lo que no es infrecuente encontrar a alguno echando una cabezadita en un rincón del parqué en estos días de calor extremo a la hora de la apertura de Nueva York.
Los jubilados se rebelan
Aunque sean pocos y de edad avanzada, no están dispuestos a rendirse sin luchar. Así, han solicitado una cita con el Defensor del Cliente de BME, el organismo creado para atender las consultas y reclamaciones de los inversores. Éste les recibirá este mismo jueves, aunque se limitará a explicarles muy educadamente que es el sino de los tiempos y que no puede hacer nada para evitar su expulsión.
No les gusta que cuando las televisiones hablan de “los inversores“, siempre les enfoquen a ellos: “Da la impresión de que mueven la bolsa cuatro ancianos“
También están empleando tácticas propias de guerrilla. Así, se acercan a todas las cámaras de televisión -no sólo las de las cadenas que tienen set en el parqué, sino también las que acuden estos días para hablar de los desplomes provocados por la crisis griega- para pedirles que les saquen en sus planos. "Sacadnos por favor, que si no, nos echan", les piden. Pero tampoco parece que vayan a tener mucho éxito con esta medida. Eso sí, serán las últimas ocasiones en que podamos verles en los informativos. Y como dicen ellos, "es mucho más entretenido ir a la bolsa que mirar obras".