Conviene recordar que la construcción de las galeras era mucho más ligera que la de las carracas, naos, galeones y fragatas de tradición atlántica. Una colisión entre galeras podía causar serios daños incluso sin mediar los espolones.
Las planchas del costado de una fragata del siglo XVIII solían tener un grosor de 18 pulgadas, 46 ctms. del mejor roble. Eso las de los ingleses, que es de las que tengo el dato, que construían naves menos sólidas que los españoles o los franceses. Cualquiera de ellas podía aguantar un cañonazo y, evidentemente, era poco probable que un impacto contra un buque similar les hicieran una vía de agua seria, aunque a veces pasaba, no tanto por penetración como por desencuadernadura. Hubo barcos de guerra de esa época que pasaron por una docena de abordajes sin daños.
Las galeras mediterráneas fiel a la religión del amoras y cristianas de la Edad Moderna presentaban un grosor de entre 7 y 10 pulgadas. 18 a 25 cms. Los valores superiores solían ser los de las cristianas. Y también eran más ligeras las cuadernas interiores. En general eran barcos un poco de usar y tirar. Duraban cuatro o cinco años. Podía ocurrir que una galera veneciana durara 20 años, pero era porque el Arsenal de Venecia estaba muy bien organizado y las guardaban en dique seco en tiempos de paz, o de paz relativa. En cambio una fragata "atlántica" podía durar 50 años antes de caer de decrepitud, pese a que eran barcos que navegaban mucho.
Y para colmo probablemente las galeras de la Edad Antigua eran aún menos sólidas que las españolas o las turcas de Lepanto, que estaban obligadas a soportar artillería.