Tarúguez
Madmaxista
Hasta la fecha de 1998, cuando Abertis dice que el decreto esta derogado, pasaron 11 años.
Los beneficios obtenidos durante ese periodo no han sido el 15% sobre el coste de la obra, no se han construido ni un solo kilómetro de autopista a cargo de los beneficios obtenidos, ni aparecen por el balance contable una aplicación correcta del fondo de reversión.
Acesa en lugar de considerar que la explotación de la autopista es una concesión administrativa, sus administradores, y toda la cadena política que les acompaña en esta procesión de vaciar los bolsillos de una población indefensa, han tomado la autopista como suya
Cuando los demás tiburones se percataron de que Pujol utilizaba el peaje de las autopistas para zanjar asuntos de partido entendieron que se había abierto la veda. Fue entonces La Caixa que de un bocado se llevó Acesa y sus concesiones.
Capítulo IX, Financiación ilegal del partido
http://ataquealpoder.files.wordpress.com/2012/06/autopistas2-0.pdf
Los fondos públicos volvieron a ser la medicina que curó todos los males convergentes.
El doctor Pujol solo prescribe una receta, con la milagrosa medicina del curalotodo.
El mecenazgo de la banca tendría su rentabilidad y cobraría hasta la última peseta, (se refiere al descalabró económico que sufrió el subsidiario partido PRD liderado por Miquel Roca) pero no por la vía directa de depositar en sus entidades el dinero constante y sonante.
El sistema seria otro, indirecto, a través de sus empresas participadas. Ejemplos no faltan.
Al Banco Hispano Americano se le conoce su cobro por medio de la empresa constructora Ferrovial, que fue adjudicada la construcción y explotación de la autopista Terrassa-Manresa, por decisión personal y directa de Pujol, a pesar de que el proyecto presentado a última hora por Ferrovial estaba inacabado, no cumplía con los requisitos de la adjudicación, y, en definitiva, no podía competir con las otras ofertas, por lo que ya estaba descartado por los técnicos.
Pero Pujol lo resucito.
Hizo una llamada telefónica justo en el momento que la comisión estaba decidiendo la adjudicación, y por imperativo divino no hubo mas que discutir.
Fue el mismo Pujol quien el 20 de junio de 1989 inauguraba con todo el boato correspondiente este tramo de autopista de tan solo 33,5 kilómetros y que costaba 360 pesetas de la época todo un dineral.
El beneficio extraordinario de la concesión de la autopista superaba con creces la inversión de toda la banca que había otorgado créditos al Partido Reformista y por derivación a CiU, Roca y compañía.
Como en los cuentos infantiles, todos acabaron contentos y comieron perdices, pero en este caso hasta la indigestión.
Fueron los sufridos usuarios del tramo de autopista los que acabaron pagando los platos rotos de los convergentes, a los mismos que Pujol arenga de patriotismo dominguero en la defensa de la tierra.
A partir de 1987, las empresas concesionarias y constructoras multiplicaron sus ofertas para construir autopistas de peaje en Catalunya, en vistas de lo acontecido entre Pujol y Ferrovial.
Vale la pena dejar aquí un dato reservado de lo ya expuesto en el capitulo sexto cuando nos referimos al escándalo al por mayor de la política de autopistas en Catalunya:
hay varios tramos que los usuarios con sus monedas han llegado a pagar hasta 16 veces el valor de la obra.
Parece claro que este pagar de mas se lo reparten alegremente los patricios convergentes y los capitostes de la gran banca. En este caso podríamos decir que el oasis catalán funciona a toda pastilla y va sobre ruedas.
Los peajes de las autopistas financian el partido de Jordi Pujol | Ataque al poder
Los beneficios obtenidos durante ese periodo no han sido el 15% sobre el coste de la obra, no se han construido ni un solo kilómetro de autopista a cargo de los beneficios obtenidos, ni aparecen por el balance contable una aplicación correcta del fondo de reversión.
Acesa en lugar de considerar que la explotación de la autopista es una concesión administrativa, sus administradores, y toda la cadena política que les acompaña en esta procesión de vaciar los bolsillos de una población indefensa, han tomado la autopista como suya
Cuando los demás tiburones se percataron de que Pujol utilizaba el peaje de las autopistas para zanjar asuntos de partido entendieron que se había abierto la veda. Fue entonces La Caixa que de un bocado se llevó Acesa y sus concesiones.
Capítulo IX, Financiación ilegal del partido
http://ataquealpoder.files.wordpress.com/2012/06/autopistas2-0.pdf
Los fondos públicos volvieron a ser la medicina que curó todos los males convergentes.
El doctor Pujol solo prescribe una receta, con la milagrosa medicina del curalotodo.
El mecenazgo de la banca tendría su rentabilidad y cobraría hasta la última peseta, (se refiere al descalabró económico que sufrió el subsidiario partido PRD liderado por Miquel Roca) pero no por la vía directa de depositar en sus entidades el dinero constante y sonante.
El sistema seria otro, indirecto, a través de sus empresas participadas. Ejemplos no faltan.
Al Banco Hispano Americano se le conoce su cobro por medio de la empresa constructora Ferrovial, que fue adjudicada la construcción y explotación de la autopista Terrassa-Manresa, por decisión personal y directa de Pujol, a pesar de que el proyecto presentado a última hora por Ferrovial estaba inacabado, no cumplía con los requisitos de la adjudicación, y, en definitiva, no podía competir con las otras ofertas, por lo que ya estaba descartado por los técnicos.
Pero Pujol lo resucito.
Hizo una llamada telefónica justo en el momento que la comisión estaba decidiendo la adjudicación, y por imperativo divino no hubo mas que discutir.
Fue el mismo Pujol quien el 20 de junio de 1989 inauguraba con todo el boato correspondiente este tramo de autopista de tan solo 33,5 kilómetros y que costaba 360 pesetas de la época todo un dineral.
El beneficio extraordinario de la concesión de la autopista superaba con creces la inversión de toda la banca que había otorgado créditos al Partido Reformista y por derivación a CiU, Roca y compañía.
Como en los cuentos infantiles, todos acabaron contentos y comieron perdices, pero en este caso hasta la indigestión.
Fueron los sufridos usuarios del tramo de autopista los que acabaron pagando los platos rotos de los convergentes, a los mismos que Pujol arenga de patriotismo dominguero en la defensa de la tierra.
A partir de 1987, las empresas concesionarias y constructoras multiplicaron sus ofertas para construir autopistas de peaje en Catalunya, en vistas de lo acontecido entre Pujol y Ferrovial.
Vale la pena dejar aquí un dato reservado de lo ya expuesto en el capitulo sexto cuando nos referimos al escándalo al por mayor de la política de autopistas en Catalunya:
hay varios tramos que los usuarios con sus monedas han llegado a pagar hasta 16 veces el valor de la obra.
Parece claro que este pagar de mas se lo reparten alegremente los patricios convergentes y los capitostes de la gran banca. En este caso podríamos decir que el oasis catalán funciona a toda pastilla y va sobre ruedas.
Los peajes de las autopistas financian el partido de Jordi Pujol | Ataque al poder