Ahí estamos, si señor.
Que poder tiene la cultura que hemos mamado, las maneras de socializar que nos han enseñado, todas las cadenas que sin darnos cuenta nos han puesto y llevamos incluso orgullosos.
Os han hecho pensar que no tener trabajo es sinónimo de demorado, de fulastre, algo personal. Todo un triunfo para éste sistema (inmoral).
A mi el trabajo siempre me ha parecido lo menos indicativo del valor de una persona. Un buen médico puede ser un me gusta la fruta y mi opinión de él irá en consonancia.
A mi firma me remito, y estos casos son los buenos ejemplos. El mejor en ésa película el Santa, que no se conforma sabiendo que no tiene porqué conformarse. Y conformarse, hay que recordarlo aqui, seria agachar la cabeza e irse de camarero.
