Por si fuera necesario para ampliar el estudio minucioso... del éxito chino, recordar que hasta la llegada en tromba de empresas occidentales deslocalizadas y el beneficio mutuo de la producción barata con buenos beneficios de un lado y la entrada masiva de divisas y conocimiento industrial occidental en China, na de na. Hubo un beneficio mutuo que precipitó la universalización -proletarización- de la tecnología de alto nivel -dejando fuera la militar u otras más estratégicas-, el enriquecimiento súbito de las tecnológicas en detrimento de otras industrias clásicas y el despegue de China como potencial mundial económica. Se podría decir que el "gran salto adelante" lo hacen conjuntamente China y Occidente por intereses diferentes y con resultados que al menos en apariencia parecen contraproducentes al último. Algunos comentarios parecen dar a entender que el mérito chino se lo debe todo a los chinos cuando en realidad es su rigor social la mejor garantía para que aquel país se convirtiera en nicho preferente de la inversión extranjera. Como ya han apuntado, es como si Franco con su dictadura hubiera abierto el mercado laboral a la codicia inversora de fuera sin ninguna contrapartida de tipo político y social, o si las hubiera habido, solo como gestos fatuos para consumo interno de esas potencias exportadoras de democracia y libre comercio.
Ha habido una cooperación necesaria de China con las grandes empresas occidentales sin la cual no sería posible hablar de ningún éxito chino, a menos que se considerara que tal hubiera consistido en sacar de su hambruna a cientos de millones de chinos, lo cual sería un gran éxito en efecto, pero sin el brillo que ahora parece cegar a tantos expertos económicos...
Luego están los bancos y los sistemas de pago internacionales que son como el espíritu de "la cosa" y sin los cuales no se entendería nada. Errores o aciertos en función del poder real adquirido o perdido por cada parte, nada se explicaría sin esa autoridad sobrevolando por encima de cada decisión por más que a nuestra humilde mirada parezca cosa de magia el haber convidado a la misma mesa a comensales cuyo destino parece consistir en destruirse mutuamente.
El truco está en que por encima de todo existe el ánimo irrefrenable de concentrar "toda la riqueza" en unas pocas manos. Lo hace el capitalismo creándola incentivando el esfuerzo y la creatividad en un entorno de posibilidad y garantías que poco a poco, crisis mediante y otros desfalcos, concentra poco a poco ese capital; y lo hace el comunismo que de un solo golpe, concentra toda la riqueza en manos del estado. Son el mismo proceso por caminos distintos pero al final el dinero se junta con el dinero y donde abunda el dinero, el poder crece y se desarrolla al punto de que será capaz de determinar el siguiente flujo del dinero.