El regreso a la realidad.
El campo es dureza y curte al hombre-macho, las mujeres se hacen más hogareñas , hombres y mujeres que siempre han vivido en la realidad, del día a día .
Hoy es todo virtual, falso, escaparates vacíos.Y como tal vacío " la economía del supermercado mínimo", la poca cesta de compra, del bajo poder adquisitivo, un saco de patatas y una docena de bemoles, pan, leche,con ello se va el disponible diario.
Otra vez de nuevo, el hambre y la inmi gración masiva que trae más pobreza y hambre.
Supermercados con rebajas y saldos en alimentos frescos y el 50% en muchos productos a punto de caducar y las estanterías llenas.Miradas a las ofertas, el cálculo mental en calderilla, los céntimos de diferencias en diferentes marcas, cálculos y cálculos para cuadrar la cesta.
Porque la luz es muy cara, la conexión ,poder escribir en libertad es un lujo, porque todo es muy complicado en la ciudad, una selva metalizada.
El regreso a la verdad, a la vida tranquila, vivir en un pueblo sin contaminación, sin prisas, sin postureos insanos.Vivir con los necesario pero sin stress, sin enfermedades, vivir libre, vivir de lo que ofrece la naturaleza.
La juventud recuerda sus orígenes genéticos de supervivencia , cuando todavía era humanidad, no una máquina.