Todas las estaciones de esquí de la Cordillera Cantábrica son de gestión pública. Si véis claro que va a nevar más, tenéis ante vosotros la oportunidad de vuestras vidas. Constituís una empresa y os ofrecéis a llevar la gestión de cualquiera de estas estaciones. Y el contrato a veinte años, con dos narices. Os aseguro que el consejero del ramo va a aceptar antes de que acabéis la frase. De hecho, seguro que os la absorbe sólo por el alivio de quitarse ese muerto de encima.
No os lo penséis ¿qué puede salir mal?