Si es así entonces entras en contradicción al decirles a otros de qué va el hilo; si cada uno decide...
"Ellos" son también quienes la insultan en las redes diciéndole que es una progre poco equilibrada y cositas por el estilo. Entiendo que se ensañen con un político o con cualquiera que se dedique a insultar a quienes no piensan igual, pero no es el caso. Era una mujer que padecía un trastorno evidente y con eso se ensañaban, diciéndole que estaba loca, que era ridícula y que deberían llevarla a un manicomio, como si los que estaban con ella fueran un ejemplo. No se le dice eso a quien está sufriendo precisamente por eso. Quienes padecen cualquier trastorno mental sufren porque se dan cuenta de que lo padecen y no encuentran solución.
Esta mujer no ha sido plenamente inocente de la situación en la que está España actualmente. Ella, como todos los artistillas, ha sido cómplice del lavado de cara y difusión de las ideas de una izquierda enloquecida y ajena a todo tipo de sentido común. Su enfermedad en los últimos tiempos no excusa que ha sido un elemento pernicioso y desestabilizador de nuestra sociedad o que hubiera ocurrido lo mismo en cualquier sociedad sana. A ella la pagaban por interpretar, más allá de lo moralmente reprobable de algunos de sus papeles y el tono general de las películas en las que participó (esto se puede casi justificar pues un actor primerizo no elige sus papeles) está el hecho de las entrevistas en las que ninguna de esta gente se calla la boca como debe hacer sino que se dedican a pontificar (que no opinar) sobre cómo debe funcionar el mundo y cuál debe ser su brújula moral pese a ser analfabetos en potencia y trabajar al servicio de unos intereses que promocionan para los demás pero no siempre se aplican en su totalidad (comunismo para los demás, no para mí que yo soy muhhh importante) y que son claramente destructivos para la sociedad que les da pábulo.
Se añade al caso que esta mujer tenía una familia en la que apoyarse y que le pudieron aconsejar, proteger, apartar del peligro de las redes y de sus propios comportamientos psicóticos pero que se dedicaron a la autopromoción de sus más que reprobables maneras de conseguir dinero (que no ganarse la existencia)
Con lo cual ni nosotros ni los opinadores de Instagram,... deben reflexionar sobre ningún tipo de actitud o comentario que hayan dicho o tenido porque es única y exclusivamente problema del propio desequilibrio de la fallecida, de su disfuncional e interesada familia y de un programa de televisión que como carroñeros aprovecharon unas imágenes sabedores de que la polémica se traduce en pingües beneficios en un medio que ella, para más inri, conocía a la perfección.
Que reflexionen todos esos y se apliquen un puntito en la boca, que ya tenemos suficiente con los moralismos de la política y sus intentos de criminalizar todo lo que se salga de su línea de pensamiento como para tener que autocensurarnos por unos comentarios que se han vertido en función de una actitud constatable que se ha interpretado (con mejor o peor criterio) como repelente, autoritaria, sectaria y dogmática.
Si estás mal, trata de curarte y no coquetees con cosas que te pueden poner peor. Es es la única reflexión que hay que hacer en todo este asunto.