Ni tiene solución ni la va a tener. El compromiso de los políticos es justo al revés, seguir forzando la inmi gración, mantener el precio del ladrillo y no bajar impuestos y mucho menos tocar a su caladero de votantes, léase los viejos. Una vez que las tendencias de este calibre están en marcha o hay una guerra que cambie todo el tablero de juego o no hay narices a cambiar nada y todo acabará con el pais hecho pedazos al cabo de unas décadas, consumándose 2 cosas: recambio demográfico con un componente de españoles de origen en clara inferioridad numérica y empobrecimiento generalizado de la clase obrera.