Marlo
Madmaxista
- Desde
- 2 Feb 2007
- Mensajes
- 13.676
- Reputación
- 12.992
Posteo esto aquí porque es un desproposito. Antes de que las chicas se me tiren a la yugular aviso de que cuelgo esto porque casualmente se ha comentado algo cuento de esto en el hilo sobre el foro de los visillos.
La casualidad es que minutos despues del comentario un tronao de la oficina me ha enviado esto:
Mientras que los hombres estamos en velocidad lechona toda nuestra vida, ellas se mueven entre dos marchas. En velocidad lechona buscan en una pareja su utilidad sensual, y sólo eso, un buen cuerpo que les dé marcha. En modo fruta por el contrario buscan una utilidad práctica, rebajan su filtro sobre el físico y buscan más una buena cartera o una seguridad afectiva.
Generalmente en la adolescencia van a velocidad lechona. En el momento en el que se miran frente a un espejo y comienzan a verse viejas pasan a velocidad fruta. Es ese momento en el que buscan al calzonazos de su vida para que cuide de ellas y sea el padre de sus hijos (o al menos el que los mantenga y el padre sea cualquier otro). Una divorciada con dos retoños por ejemplo tiene un 100% de posibilidades de ir a velocidad fruta y seguramente se haya divorciado porque intentó montar una familia a velocidad lechona.
A veces la evolución lechona>fruta se sigue a la inversa, como con cierto caso que conozco, la llamaremos Y, una chica insegura de si misma y de su aspecto que necesitaba un primo que la hiciese sentirse una diosa, por eso se lió con un tipo feo y sin carácter que besaba el suelo que ella pisaba, incluso se casó con él, pero era demasiado joven para ir a velocidad fruta.
Una vez inflada su autoestima el cuerpo le pedía velocidad lechona. Por eso se divorció y se lió con el chuloputas con el que está ahora. Cuando se haga más vieja volverá a velocidad fruta, con lo que su evolución quedará como fruta>lechona>fruta.
Los hombres por el contrario, más simples, siempre estamos en velocidad lechona. Una foca es una foca, por muy millonaria y protectora que sea, y tiene escasas posibilidades de éxito (en general…, hay excepciones de hombres que se comportan como pilinguis, pero son la excepción que confirma la regla).
Mujeres de futbolistas: velocidad fruta.
Famosas ricas: velocidad lechona.
Adolescentes seguras de si mismas: velocidad lechona.
Adolescentes inseguras de si mismas: velocidad fruta.
Madres solas: velocidad fruta.
Paso ente la juventud y la madurez (síndrome “me estoy haciendo vieja”): velocidad fruta.
Mujeres con problemas económicos: velocidad “a toda fruta”.
Mujer ya casada con calzonazos: velocidad lechona (excepto con su marido, que estará en punto muerto).
Hombres: velocidad lechona constante.
Hay gente que no sigue estas reglas. Gente que está tarada, chiflados, gente con trastornos de la personalidad. Esta ralea busca otro tipo de utilidad llamada utilidad afectiva (generalmente porque papá o mamá no los querían…). En cierta forma van a velocidad fruta, pero sólo en busca de afecto. Cuando se trata de una chica puede conseguir cierto éxito: es decir un tipo que se la trajine a cambio de cuidar de ella. Pero un tipo que sigue esta estrategia se queda más solo que la una.
Las mujeres buscan al chulo de su vida, no otra fruta llorona con la que compartirla.
-------------------------------
Dejo claro que no doy por bueno este rebuzno que por otra parte no deja de resultarme gracioso por lo acido. Lo posteo simplemente por jorobar a las de los visillos....
La casualidad es que minutos despues del comentario un tronao de la oficina me ha enviado esto:
Mientras que los hombres estamos en velocidad lechona toda nuestra vida, ellas se mueven entre dos marchas. En velocidad lechona buscan en una pareja su utilidad sensual, y sólo eso, un buen cuerpo que les dé marcha. En modo fruta por el contrario buscan una utilidad práctica, rebajan su filtro sobre el físico y buscan más una buena cartera o una seguridad afectiva.
Generalmente en la adolescencia van a velocidad lechona. En el momento en el que se miran frente a un espejo y comienzan a verse viejas pasan a velocidad fruta. Es ese momento en el que buscan al calzonazos de su vida para que cuide de ellas y sea el padre de sus hijos (o al menos el que los mantenga y el padre sea cualquier otro). Una divorciada con dos retoños por ejemplo tiene un 100% de posibilidades de ir a velocidad fruta y seguramente se haya divorciado porque intentó montar una familia a velocidad lechona.
A veces la evolución lechona>fruta se sigue a la inversa, como con cierto caso que conozco, la llamaremos Y, una chica insegura de si misma y de su aspecto que necesitaba un primo que la hiciese sentirse una diosa, por eso se lió con un tipo feo y sin carácter que besaba el suelo que ella pisaba, incluso se casó con él, pero era demasiado joven para ir a velocidad fruta.
Una vez inflada su autoestima el cuerpo le pedía velocidad lechona. Por eso se divorció y se lió con el chuloputas con el que está ahora. Cuando se haga más vieja volverá a velocidad fruta, con lo que su evolución quedará como fruta>lechona>fruta.
Los hombres por el contrario, más simples, siempre estamos en velocidad lechona. Una foca es una foca, por muy millonaria y protectora que sea, y tiene escasas posibilidades de éxito (en general…, hay excepciones de hombres que se comportan como pilinguis, pero son la excepción que confirma la regla).
Mujeres de futbolistas: velocidad fruta.
Famosas ricas: velocidad lechona.
Adolescentes seguras de si mismas: velocidad lechona.
Adolescentes inseguras de si mismas: velocidad fruta.
Madres solas: velocidad fruta.
Paso ente la juventud y la madurez (síndrome “me estoy haciendo vieja”): velocidad fruta.
Mujeres con problemas económicos: velocidad “a toda fruta”.
Mujer ya casada con calzonazos: velocidad lechona (excepto con su marido, que estará en punto muerto).
Hombres: velocidad lechona constante.
Hay gente que no sigue estas reglas. Gente que está tarada, chiflados, gente con trastornos de la personalidad. Esta ralea busca otro tipo de utilidad llamada utilidad afectiva (generalmente porque papá o mamá no los querían…). En cierta forma van a velocidad fruta, pero sólo en busca de afecto. Cuando se trata de una chica puede conseguir cierto éxito: es decir un tipo que se la trajine a cambio de cuidar de ella. Pero un tipo que sigue esta estrategia se queda más solo que la una.
Las mujeres buscan al chulo de su vida, no otra fruta llorona con la que compartirla.
-------------------------------
Dejo claro que no doy por bueno este rebuzno que por otra parte no deja de resultarme gracioso por lo acido. Lo posteo simplemente por jorobar a las de los visillos....
