Las generaciones sin 'colchón' inmobiliario ni ahorros

corrutrón

Madmaxista
Desde
24 Ene 2012
Mensajes
4.948
Reputación
8.874
Lugar
en mi burbuja



Foco

Vivienda

Ilustración de David Velasco.


Cristina G. Bolinches / Daniel Yebra / Yuly Jara / Victòria Oliveres

26 de abril de 2024 22:52h Actualizado el 27/04/2024 14:15h
32

En caso de crisis, no todas las generaciones cuentan con la misma capacidad de resistencia económica. Una falta de colchón que afecta, sobre todo, a los nacidos entre 1992 y 1980 (los que tienen más de 30 años y menos de 45) y que deriva de dos causas. Por un lado, de unos sueldos que no permiten –ni han permitido– a gran parte de estas generaciones el ahorro. Por otro, un gasto en vivienda, sobre todo en el alquiler, que impide esa creación de riqueza para protegerse, aunque sea mínimamente, en caso de que vengan mal dadas.

La inflación se come la reducción de la desigualdad y lleva la carencia de carne y la pobreza energética a máximos
La inflación se come la reducción de la desigualdad y lleva la carencia de carne y la pobreza energética a máximos

Esa realidad la percibe el Banco de España que, en su último informe anual constata que “unos mayores precios de la vivienda, tanto de compra como de alquiler, limitan la capacidad de ahorro de los hogares y condicionan su proceso de acumulación de riqueza a lo largo del ciclo vital”. Según destaca el equipo de economistas de la institución, “los efectos adversos vinculados a problemas de accesibilidad a la vivienda son especialmente relevantes para aquellos hogares con menor nivel de renta y, en particular, entre los jóvenes”.

El Banco de España, al explicar la situación de estas generaciones, hace referencia a la Encuesta Financiera de las Familias, que elabora el mismo supervisor, y que “pone de manifiesto que, en las últimas décadas, la acumulación de riqueza neta (financiera e inmobiliaria) por parte de los hogares jóvenes habría sido menor que la que atesoraron sus homólogos en anteriores generaciones”, tal y como se refleja en el siguiente gráfico.


“El hecho de ir acumulando un menor patrimonio a lo largo de su ciclo vital implicaría que, de cara al futuro, las actuales cohortes jóvenes serían más vulnerables a la materialización de posibles perturbaciones adversas en comparación con la exposición a estos riesgos por parte de las generaciones previas”, argumenta el Banco de España. “Estas generaciones, además, habrían experimentado un grado moderado de desigualdad de la riqueza en relación con los estándares internacionales”. Es decir, no sólo están peor que sus padres, sino que si se comparasen con otras generaciones de otros países, también saldrían perdiendo, aunque ahí la institución monetaria no entra en el detalle.
“Mi pelea es no comerme mis ahorros”
“Mi situación no es fácil, sobre todo por la edad en la que me pilla. Ahorrar para mí es una quimera”, reconoce Elena, que vive en Madrid, de alquiler, y acaba de superar los 40. “Cuando era joven conseguía ahorrar 100 euros al mes, pero ahora mismo eso ni me lo planteo. Yo veo en los medios que el alquiler no puede superar el 30% de los ingresos y para mí ahora es más del 60%, pero cuando trabajé en el extranjero sí lo conseguía”.

Elena vivió varios años en Alemania y logró un pequeño colchón de ahorros, no el suficiente para lograr una hipoteca a los precios que está la vivienda capital y que, además, se va comiendo poco a poco cada mes, porque su sueldo no da más de sí. “Me apaño haciendo sacrificios, de forma muy consciente y habiendo reducido las cosas que me permito a lo mínimo. Mi pelea ahora es que mi vida no se coma los pequeños ahorros que conseguí trabajando fuera. Antes me permitía un viaje al año y ahora mismo, solo puedo viajar un par de días, por mi cumpleaños, e irme al pueblo. Al menos puedo permitirme eso”.

Lo que dicen los datos recopilados por el Banco de España es que las personas entre 30 y 45 años apenas acumulan una riqueza financiera de 30.000 euros en promedio (básicamente, el valor de una vivienda en propiedad menos la hipoteca), mientras que sus padres, a su misma edad, ya tenían de 100.000 euros a 200.000 euros.
 
Volver