Lamente profundamente haber nacido español

Es imposible decir más tonterías pedantes en menos tiempo. Y además, suena como un cencerro...

Toma aprende un poco de los mayores:



Para Tocqueville, el cambio social es el resultado de la aspiración a la igualdad de los hombres.3 De acuerdo con él, «si la humanidad debe elegir entre la libertad y la igualdad, siempre decidirá en favor de la segunda, incluso a costa de alguna coacción, siempre y cuando el poder público proporcione el mínimo nivel necesario de vida y seguridad».

Sin embargo, al examinar la obra de Tocqueville La democracia en América, la libertad en las sociedades democráticas es un bien superior que debe sobreponerse a la igualdad, ya que a pesar de que la igualdad sea un rasgo común en la historia de la humanidad no significa que sea buena, pues la igualdad tiene connotaciones jovenlandesales que inciden en la relación entre los ciudadanos y el Estado. Al situarse las personas en condiciones sociales iguales, los lazos de unión que tenían en otras épocas desaparecen generando en el ciudadano una idea de desprendimiento de cualquier clase de relación con sus semejantes. En cuanto a la relación con el Estado, se toman estas ideas para perpetuarse, al presentar como jovenlandesalmente bueno al ciudadano que vive aislado del otro y del Estado, es decir el tipo de estado déspota al cual Tocqueville referencia en su obra respecto a las debilidades en las que podría caer un Estado democrático.

La libertad política, en contraste, es un bien que se debe seguir a todo momento en las sociedades democráticas, aunque sus efectos sean a largo plazo y no beneficien a toda la gente son necesarios para mostrarle al ciudadano que vive con otras personas, que necesita de ellas para vivir y que requiere del Estado para desarrollarse como ciudadano y como miembro de la sociedad. De este modo, la libertad política acaba con alguna posibilidad de engendrar despotismo en la sociedad democrática.

La cuestión sigue siendo de actualidad, es la adecuación entre esta doble reivindicación de libertad e igualdad: «las naciones hoy en día no saben hacer que en su seno las condiciones no sean iguales, pero depende de ellos que la igualdad lleve a la servidumbre o a la libertad, a las luces o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria».

Si has sido capaz de entender lo que dice, y llevarlo al mundo actual, descubrirás que aquí el único que dices tonterías eres tú.


Por cierto gran descubrimiento el de este pensador. No lo conocía.
 
Toma aprende un poco de los mayores:



Para Tocqueville, el cambio social es el resultado de la aspiración a la igualdad de los hombres.3 De acuerdo con él, «si la humanidad debe elegir entre la libertad y la igualdad, siempre decidirá en favor de la segunda, incluso a costa de alguna coacción, siempre y cuando el poder público proporcione el mínimo nivel necesario de vida y seguridad».

Sin embargo, al examinar la obra de Tocqueville La democracia en América, la libertad en las sociedades democráticas es un bien superior que debe sobreponerse a la igualdad, ya que a pesar de que la igualdad sea un rasgo común en la historia de la humanidad no significa que sea buena, pues la igualdad tiene connotaciones jovenlandesales que inciden en la relación entre los ciudadanos y el Estado. Al situarse las personas en condiciones sociales iguales, los lazos de unión que tenían en otras épocas desaparecen generando en el ciudadano una idea de desprendimiento de cualquier clase de relación con sus semejantes. En cuanto a la relación con el Estado, se toman estas ideas para perpetuarse, al presentar como jovenlandesalmente bueno al ciudadano que vive aislado del otro y del Estado, es decir el tipo de estado déspota al cual Tocqueville referencia en su obra respecto a las debilidades en las que podría caer un Estado democrático.

La libertad política, en contraste, es un bien que se debe seguir a todo momento en las sociedades democráticas, aunque sus efectos sean a largo plazo y no beneficien a toda la gente son necesarios para mostrarle al ciudadano que vive con otras personas, que necesita de ellas para vivir y que requiere del Estado para desarrollarse como ciudadano y como miembro de la sociedad. De este modo, la libertad política acaba con alguna posibilidad de engendrar despotismo en la sociedad democrática.

La cuestión sigue siendo de actualidad, es la adecuación entre esta doble reivindicación de libertad e igualdad: «las naciones hoy en día no saben hacer que en su seno las condiciones no sean iguales, pero depende de ellos que la igualdad lleve a la servidumbre o a la libertad, a las luces o a la barbarie, a la prosperidad o a la miseria».

Si has sido capaz de entender lo que dice, y llevarlo al mundo actual, descubrirás que aquí el único que dices tonterías eres tú.


Por cierto gran descubrimiento el de este pensador. No lo conocía.
Yo estudié a Tocqueville en Derecho Politico en años ya lejanos.
Y no me lo compare nadie con un tipo pedante, oscuro y ridículo como es Sánchez-Dragó, una especie de Ayndrandiano antes de Ayndrandiano....
 
Yo estudié a Tocqueville en Derecho Politico en años ya lejanos.
Y no me lo compare nadie con un tipo pedante, oscuro y ridículo como es Sánchez-Dragó, una especie de Ayndrandiano antes de Ayndrandiano....

podrás estar de acuerdo o no en lo que dice S.D. pero decir que son tonterías, te convierte en un ignorante o en un sectario.
 
Hombre está describiendo la España de hoy, si hubiera nacido en la época imperial no lo lamentaría tanto.
 
Dragó, la reserva cultural de VOX.

Otro motivo para reafirmarme en mis opiniones.

España es un país con virtudes y defectos, como todos. Pero es como mi progenitora, no será la más guapa, ni la más lista, pero es la mía y la quiero con todo mi corazón. Jamás renegaré de ella porque por cada una de sus miserias puedo responder con una de sus grandezas.
 
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