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Era cuestión de tiempo, y cuanto colapse este estado gigantesco de derroche e ineficiencia antes podremos rehacerlo para convertirlo en algo decente que no deprede al sector productivo.
A alguno le habrá pillado al poco de empezar, mala suerte y a otra cosa. La frutada es esos opositores perpetuos, que en un país de por sí dolido laboralmente, con la crisis que se viene, las van a pesar pero que bien pilinguis.
La chica es guapilla. Pero tiene frente como para opositar a pista de aterrizaje de la T4.
Esta oposita porque quiere. Malditas mamas provincianas que se empeñan en casar a la nena con el Estado.
Móstoles nunca defrauda.
La tragedia es para los hombres que mantienen a esos parásitos (sean sus padres o sus novios).
Una mujer opositora es una mujer machista porque depende voluntariamente de un hombre.
Una mujer parada es machista porque prefiere ser mantenida a ser autosuficiente.
Una mujer que gana menos que su pareja es machista porque prefiere hacer labores del hogar antes que meter horas extra.
Una mujer que quiere ser progenitora y no trabaja duro y ahorra (sino que gasta todo en viajes instagrameros+peluquería+ropa) es machista por saberse necesitada de un hombre que la mantenga el resto de su vida (y sino robarle-divorciarse)
el día que el mundo se detenga
girando a su propio riesgo