Patologico a mas no poder :ouch:
Ya te reporte por troll.
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Aqui tenemos otro victima del auto-repruebo patólogo Español:
- EL MUNDO | Suplemento cronica 524 - EL ESPA?OL QUE INVENTO LA RADIO
HISTORIA
EL ESPAÑOL QUE INVENTO LA RADIO
ONCE AÑOS antes que Marconi, el comandante Julio Cervera logró transmitir la voz sin cables de Alicante a Ibiza. La falta de los apoyos que le sobraron al italiano puede explicar su anonimato
VICTOR RODRIGUEZ
PIONERO. Julio Cervera (dcha.) trabajó con Marconi (izqda.) en Londres. A su regreso a España desarrolló los principios de la radio antes que el italiano.
Eran esos fascinantes tiempos, románticos o no tanto, de Julio Verne, de Claude Monet, de Graham Bell... Eran los tiempos de Guillermo Marconi, el italiano que ha pasado a la Historia como el padre de la radio. Y eran los tiempos de Julio Cervera.
Desde 1894, Marconi, primero en Italia y después en Inglaterra, venía trabajando en la telegrafía sin hilos. Ya en 1896 había transmitido mensajes telegráficos a través del mar entre Penarth, en Gales, y Weston-super-Mare, en Inglaterra, a unos 10 kilómetros de distancia.
Julio Cervera Baviera era entonces un comandante del arma de Ingenieros del Ejército de Tierra español. El ferrocarril, el telégrafo, el teléfono estaban alumbrando la era de la comunicación, pero las noticias no viajaban tan rápido como ahora. Cervera aún tardó dos años en enterarse de los avances de Marconi y lograr permiso del Ministerio de la Guerra para desplazarse a Londres.
Durante tres meses de 1898, Cervera estuvo trabajando en el laboratorio privado de Marconi. Fueron tres meses intensos en los que el comandante, de 45 años, llegó a conocer personalmente al genio italiano, por aquellos días un veinteañero bien relacionado con los círculos de poder de Londres.
Cervera, un castellonense brillante (Segorbe, 26 de enero de 1854), volvió con muchas ideas. En los años siguientes registró más de una veintena de patentes. Entre ellas, según afirma el profesor de la Universidad de Navarra Angel Faus, la del primer sistema de radio como la conocemos hoy de la Historia.
«Marconi inaugura la era de la comunicación inalámbrica y eso nadie lo discute; tampoco yo», mantiene Faus. «Él es el padre de la telegrafía sin hilos. Pero su imperio de empresas, y él mismo lo reconoce en algún escrito, no entra en la radio, esto es, en la transmisión de la voz humana [y no de meras señales telegráficas] hasta 1913. Para entonces Cervera ya hacía 11 años que había demostrado que funcionaba un sistema de transmisión de voz sin hilos».
Tanta fe tenía Cervera en su invento que en 1902 llegó a constituir con cinco socios -entre ellos algún catedrático de Ingeniería- una empresa para la producción y venta de aparatos emisores y receptores. No se tiene constancia de que la compañía llegase a fabricar alguno ni se sabe si Cervera y sus socios llegaron a hacer dinero, pero, como sugiere Faus, que lleva cuatro años trabajando en un libro sobre la historia de la radio en España que verá la luz en 2006, el hecho de que se llegase a constituir una sociedad para la explotación comercial del invento da cierta idea de lo maduro que estaba.
A su regreso de Londres, el comandante de Ingenieros había seguido trabajando en la misma línea que Marconi, la transmisión sin cable de señales telegráficas. Una de sus primeras patentes, de hecho, fue un ingenio que permitió duplicar la velocidad de transmisión de mensajes. El sistema de telegrafía sin hilos de Marconi se basaba en el morse, por lo que, dependiendo de la habilidad del operario, se podían transmitir unas 20 o 22 palabras por minuto. Cervera lo aplicó a una máquina de escribir, con lo que consiguió transmitir 40 palabras por minuto, además de sentar el primer precedente de lo que hoy es un e-mail.
Más tarde estableció la segunda red telegráfica permanente sin hilos del mundo, después de la que Marconi había iniciado entre la Isla de Wight y Bournemouth. Fue entre Tarifa y Ceuta. Durante tres meses el Ejército estuvo usando a diario ese sistema. «Como militar, Cervera sentía una pasión enorme por jovenlandia», explica Faus. Entre 1888 y 1890, Cervera, que también se distinguió tiempo después en la defensa de Guanami, en Puerto Rico, fue agregado militar en la embajada española en Tánger. «Es probable que llegara a la comunicación sin hilos pensando en jovenlandia y en las dificultades para la comunicación entre Africa y la Península».
Pero el verdadero avance de las investigaciones de Cervera llegó en 1902. Fue entonces cuando sus pruebas con la telefonía sin hilos, en otras palabras, la transmisión de voz, la radio, dieron sus frutos. Durante 40 días de aquel año estuvo habiendo transmisiones telefónicas sin hilos entre la localidad alicantina de Jávea e Ibiza. Llegó a registrar la patente en cuatro países: España, Inglaterra, Alemania y Bélgica.
LA VENTAJA DE MARCONI
¿Por qué, pues, se ha considerado a Marconi y no a Cervera el padre de la radio?
La situación de España en las primeras décadas del siglo XX, con las colonias de Cuba, Puerto Rico y Filipinas recién perdidas y en guerra con jovenlandia, no era la mejor para que el Ejército financiase investigaciones. Por otra parte, añade el profesor Faus, está el proverbial Que inventen ellos. Y finalmente, quizá lo más importante, Cervera nunca tuvo una progenitora como mamá Marconi.
Cuando, con apenas 20 años, el joven italiano empezó a experimentar en su país con las ondas hertzianas, su progenitora, Annie Jameson, de origen irlandés, fue una de las personas que antes intuyó la trascendencia de los trabajos de su hijo y se lo llevó a Inglaterra.Allí, un primo de su progenitora, Henry Jameson, coronel del Ejército con excelentes conexiones en la alta sociedad, se encargó de presentarle a William Preece, responsable del servicio de Correos británico, a quien fascinó la idea de desarrollar un sistema de telegrafía sin hilos. Desde el principio Marconi contó con todo el apoyo. La reina Victoria bendecía sus inventos, el Times publicitaba cada avance.
En 1909 le concedieron el Premio Nobel de Física. Para entonces la pista de Cervera ya está perdida. Casado y con dos hijas, no sólo había trabajado en la telegrafía y la telefonía sin hilos.Entre sus patentes había proyectos de control remoto de buques y armas. También fundó una Escuela de Ingenieros en Valencia.De su mano salieron manuales que conformaban la mitad del plan de estudios. A pesar de ello, apenas se conoce su nombre. Por no saber, no se sabe ni la fecha de su fin.
LAS CLAVES
JULIO CERVERA
Emprendedor. Julio Cervera Baviera (Segorbe, Castellón, 1854) era comandante de Ingenieros cuando, en 1898, obtuvo permiso del Ejército para viajar a Inglaterra y trabajar con Marconi.A su vuelta registró numerosas patentes relacionadas con la telegrafía y la telefonía sin hilos.
POLÉMICA
La paternidad de la radio. Aunque se suele atribuir a Marconi la invención de la radio, siempre ha sido un asunto motivo de encendidos debates. Unos dicen que el alemán Heinrich Hertz, descubridor de las ondas electromagnéticas, fue el verdadero pionero. Otros apuntan la figura del serbio Nikolai Tesla. Ahora surge el nombre del español Cervera.
LA RADIO, HOY
Oyentes. Más de 24 millones de personas escuchan a diario la radio en España. El porcentaje de viviendas con, al menos, un transistor (88,4%) supera al de hogares con teléfono (86,8%), pero es menor que el de hogares con televisor (99,5%).
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De un espa?ol olvidado de todos, Cosme Garc?a, inventor del submarino - ReL
De un español olvidado de todos, Cosme García, inventor del submarino
… o uno de ellos debería decir mejor, que el de conseguir navegar bajo el agua es un camino plagado de nombres, muchos de ellos, por cierto, españoles: así Narciso Monturiol, así Mateo García de los Reyes, así, por supuesto, el gran Isaac Peral... así nuestro Cosme García a quien glosamos hoy.
Cosme García Sáez nace en Logroño un 27 de septiembre de 1818, hijo de riojano y de navarra. Fue su padre un carpintero riojano fabricante de guitarras; fue su progenitora una navarra. El pequeño Cosme recibirá una formación bastante elemental, por lo que hemos de pensar en un verdadero autodidacta, algo que le asemeja a otros genios de la navegación como el inventor de la máquina de vapor, el norteamericano Robert Fulton.
Como quiera que sea su prolífica imaginación acompañada de su buen hacer dará lugar inmediatamente a innovaciones en un nutrido número de campos. Ideará unas máquinas para sellar en las oficinas de correos, y durante su etapa como regente de la Imprenta Nacional, mejorará la fundición de los caracteres de imprenta, llegándosele a encargar una imprenta con caracteres griegos para la universidad. Construyirá también las máquinas de timbre de la Casa de la Moneda, e inventará una carabina de retrocarga, capaz de disparar 3.000 disparos sin necesidad de limpiar el arma, de la que aunque llegaron a fabricarse 500 unidades en Oviedo, su robo durante la Revolución Gloriosa de 1868, producirá la desaparición de la práctica totalidad de ellas.
El capital que le proporcionan todos estos ingenios, 900.000 reales, permitirá a nuestro inventor emplearse en la que será su gran aportación al campo del saber, el sumergible la que jocosamente llamó el Garcibuzo, un ingenio capaz de albergar a dos personas que se halla en el árbol genealógico del submarino entre sus primeros y más antiguos ancestros.
Planos del Garcibuzo
Maqueta del Garcibuzo realizada por el maquetista naval Carlos García
El prototipo, como bien informa el gran historiador de la marina y biógrafo del propio D. Cosme, Agustín Rodríguez González, tenía forma de tonel, con sus extremos aguzados a proa y popa. Medía 3 metros de eslora por 1,5 de manga, y llevaba a proa y popa cuatro escotillas y otros cuatro orificios para remos metálicos accionados desde el interior. Los remos iban además engranados para vaciar cuatro tanques de lastre que permitían los movimientos verticales. La dotación del pequeño buque no podía ser de más de dos personas, y todo funcionaba a mano.
Probablemente el gran acierto de D. Cosme consistió en apostar por los cascos metálicos, mientras Monturiol en cambio apostaba por la madera. Su diseño anunciaba ya el de cualquier submarino de los que existen ahora. Aunque nacía con fines industriales, rescate de naufragios, etc., nunca se desestimó su posible aplicación militar, y el propio D. Cosme llegó a diseñar un cañón de retrocarga que podía disparar por aberturas en los extremos de proa y popa. El arma por cierto, fue probada con éxito en el polígono de Experiencias del Ejército en Carabanchel.
Construído en Barcelona, será finalmente probado en 1860 en Alicante, manejado por el inventor y por su hijo, los cuales conseguirán permanecer sumergidos durante nada menos que 45 minutos, lo que se puede considerar una auténtica proeza para la época.
El éxito de las pruebas llevará a construir un prototipo en cobre que será presentado a la mismísima reina Isabel II, y aunque la reina se mostrará muy impresionada, los gastos en los que incurría el estado español derivados de la Guerra de Africa impiden financiar su fabricación. D. Cosme presenta entonces el prototipo en París, y parece que hasta es invitado por Napoleón III a fabricarlo en Tolón, si bien lo cierto es que al final, Francia apostará por otro prototipo francés, el Plongeur, que resultó un auténtico fracaso.
El final del Garcibuzo es el más honroso que quepa imaginar para un buque y el más deshonroso que quepa imaginar para una nación: anclado en Alicante, cuando la autoridad portuaria informó de las molestias que ocasionaba su presencia en el puerto, Enrique García, hijo de D. Cosme, lo manda al fondo del mar, donde aún permanece, a la espera de que alguien que no sea Discovery Channel lo rescate para que todos conozcamos uno más de los grandes logros del genio español.
Cosme García fallecerá en Madrid en 1874, a la temprana edad de 55 años. Su final, como si de un mal fario se tratara, asemejará mucho a la de su ingenio: pobre, desamparado y olvidado de todos. Su hijo Enrique volverá a ofrecer el Garcibuzo al gobierno español al estallar la Guerra de Cuba de 1898, pero la oferta, una vez más, será desestimada por el Gobierno. Cabe preguntarse si no haberlo hecho habría cambiado el signo de la amarga derrota sufrida por nuestra patria.
Submarino S-34 de nombre Cosme García
El nombre de Cosme García será sacado del olvido por la Marina española que en 1917, 43 años después de su fin, se lo pondrá a uno de los submarinos de la Armada Española adquiridos a Italia. Posteriormente otro submarino más, un S-32 procedente esta vez de Norteamérica, llevará también su nombre. Y a partir de 2012 otro submarino de la clase S-80 construído en Cartagena lo vuelve a portar, con la galanura que corresponde a tan extraordinario ingeniero.