La ocre de PAPEL. Vaya jodida sarama

Esto no es un hilo de series. Es un hilo para hablar de como los hijos de la grandisima fruta de la SECTA se han inventado esta historia de cosa para promocionar que el crimen y las mafias comunistas son algo muy molon, entre mañacas astutas pilinguis drojatas borrachas repetidoras de la eso

Y la de saul es una sarama. Si te parece que la de jaisenber tiene relleno y la de saul no, eres que te falta medio celebro

jorobar ¿y le haces cunnilingus a tu progenitora con esa lengua?
 
En mi opinión el ÚNICO personaje interesante y que realmente vale la pena es BERLÍN.
¿No te parece?

El personaje mas odioso de todos. Forzado, sobreactuado, repelente, pensado exprofeso para dar ardor de estomago, para cuando le tienes profundo ardor de estomago, que se ponga a decir ESTO ES EL PATRIARRRRRRRCADOOOO a gritos y que las mañacas pilinguis digan buuuuu machirulo opresooooorrrrr tenemes que voter a unedes jorobames.

Anda y que se mueran.
 
Rojo y podemita lo será vuestra querida progenitora.
 
Dejando de lado la catarata de insultos, cosa nada fácil, el autor del hilo da en el blanco.

No está en mis planes ver esa inmundicia, lo que es chocante es:
1. la idea de que "tenemoh genteh malah muh malah ke eh ricah muh ricah, noh vamoh a robah el banco, jur jur jur" pegue en la gente. Me quedó la misma impresión de que el guionista es un comunacho quinceañero con menos calle que una peatonal.
2. la idea que existe "código entre ladrones", cuando la realidad suele ser bastante diferente. El "Lufthansa heist" que se narra en Uno de los Nuestros terminó con los cadaveres de casi todos los involucrados. En Argentina, uno de los golpes presuntamente exitosos a un reputado banco acabó cuando la mujer de uno de los ladrones supo que su pareja la iba a abandonar, y los denunció a todos (uno por uno!) en la policía.
3. la celebración/simpatía hacia la guano de la sociedad (ficticia o real), cosa propia de una sociedad que ha perdido el norte y la noción de que no existe crimen perfecto: todo se paga en esta vida, en el purgatorio, o en las llamas del infierno. Nadie sale sin pagar hasta el último cuarto.
 
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