M. Priede
Será en Octubre
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Uno de cada cuatro empleos creados en el RU es de agente inmobiliario, es decir: 562.000. Es la cifra más elevada desde 1987. Según Max Keiser esa burbuja estallará antes de dos años "y si no es así me comeré mis calzoncillos".
Como dice Stacy Herbert provocan un trasvase de riqueza desde los jóvenes a los adultos ya situados. O más en concreto, desde los asalariados a la clase dirigente, la financiera. La riqueza que se les promete a los jóvenes se la quedarán quienes les venden la ganga, puesto que tendrán que trabajar para devolver un dinero que ahora no tienen y cuyo activo, la vivienda, no valdrá en el futuro lo que ahora van a pagar por ella.
Además, para garantizar la estafa, el Estado ayudará a esos jóvenes a pagar la entrada, aunque en realidad ayudará a los bancos a dar créditos. Como los bancos ya no tienen dinero para prestar, el Banco de Inglaterra les dará el dinero a un interés del 0,5%, lo que no ocurrirá, claro, con los hipotecados, que tendrán que pagar al banco bastante más.
"Cuando estalle esa burbuja --dice Keiser-- no escontraremos con una deuda que alcanzará los cuatro billones de libras". Lo mismo ocurre en Canadá, donde el número de trabajadores en la construcción supera a la de EEUU en su cifra más alta, la de 2006.
Está claro que ya no podemos generar más que burbujas y guerras. Guerras de saqueo, para quedarnos con la riqueza de otros. En realidad llevamos así muchos años, pero cada vez trancurre menos tiempo entre el proceso de crecimiento de la burbuja y su estallido. Dice Herbert que lo que está ocurriendo con el crecimiento del crédito es que quienes lo provocan adelantan ese futuro catastrófico. No lo creo; es justo al revés, porque si no estuvieran haciendo eso, los británicos llevarían tiempo con el desempleo disparado. ¿Qué otra cosa puede producir Gran Bretaña?
De no hacerlo así, la economía estaría paralizada hace mucho tiempo. Me pasma cómo gente supuestamente entendida (no lo digo solo por Herbert y Keiser) no es capaz de ver lo que sucede, se limitan a dar explicaciones técnicas. O a echarle la culpa a que existe gente muy mala; que efectivamente la hay. Pero es que siempre la hubo. Eso, con ser grave, no es el problema. No son capaces de entender que el problema no lo han ocasionado 'los malos', tal y como tratan de hacernos creer todos los documentales, sino que los malos se aprovechan de la crisis en la que estamos y que por otra parte era ineludible, porque el mal está en las mismas raíces del sistema. Y que además no hay alternativa, solo cataplasmas. Y como la crisis es del sistema ocurre que en lugar de ser la banca quien ayuda al crecimiento, tal y como era antes, resulta que la banca es el único motor de la economía que nos queda, por eso ella misma tiene que ocuparse de crear crecimientos y contracciones. De no estar en este proceso, tendríamos que fabricar manufacturas, pero eso ya lo hace la robótica y la mano de obra asiática, con las cuales no se puede competir, salvo que nos pongamos en sus niveles de vida, lo cual sería terrible porque ni ellos podrían exportar ni nosotros podríamos vender manufacturas a unos asalariados empobrecidos, tantos de aquí como de cualquier otra parte del mundo. El crecimiento económico de Asia se debe a que ellos ayudan a mantener nuestros niveles de vida comprando deuda soberana, sobre todo de EEUU, que fue quien propició el crecimiento económico chino y antes el japonés; pero a la vista está que ese modelo tiene los días contados.
Analizan también la burbuja de deuda universitaria. Resulta que la voracidad es tan grande que ahora hay una universidad que se dedica a facilitar el ingreso de aquellos aspirantes a estudiar medicina que fueron rechazados por universidades en suelo de los EEUU. ¡Cuantas más burbujas, mejor!, y si los médicos salen matasanos, poco importa. Doscientos cincuenta mil dólares de media por estudiante.
Y es que en EEUU la deuda estudiantil ronda el billón de dólares, casi tres veces la de las hipotecas subprime (en las cadenas españolas nos pondrán al entendido aquel que fichó El Confidencial --y ahí sigue-- hablando de la deuda del "banco de San Quirico", y todo arreglado. Porque en España --y en todos los demás países-- la crisis que padecemos se debe a que unos jovenlandeses de Alabama no pudieron devolver los créditos. "Por una sardina más reventó un burro", decía mi abuela hablando de las albardas y la resistencia del animal. Cuando resulta que las subprime 'solo' fueron trescientos mil millones de dólares, nada que ver con los 7,7 billones que tras la quiebra de Lehman Brothers hubo que inyectar en los bancos sistémicos mundiales para que no se desplomaran, y por culpa de los derivados financieros, que a su vez no es nada comparado con los 55 billones que tiene apalancados en ese negocio solo el Deutsche Bank).
Keiser habla con el invitado al programa de problemas similares, tales como los bajos intereses que reciben los ahorristas o bien la inflación generada en la City, que afecta sobre todo a Londres, pero que a la larga perjudicará también a los territorios más pobres de Gran Bretaña. Hablan del trasvase de riqueza de abajo hacia arriba, y de cómo la clase media está a punto de desaparecer como clase mayoritaria. También comentan que los ingresos de los asalariados han caído un 7% mientras que la inflación real asciende muy por encima de la oficial, que es, dicen las instituciones, del 3% anual. Y de cómo el Estado, tal y como acaban de hacer en Polonia y antes en el RU se apropió de algunos fondos de pensiones privados con la disculpa de que así estarían más seguros.
Keiser comenta que la situación de privilegio que viven los consumidores occidentales se acabará, cuando veamos que el precio de los bienes de consumo subirá de manera exponencial mientras los salarios se congelarán o descenderán aun más, eso sin contar aquellos que no tengan trabajo.
Importante: Keiser habla del poder de la prensa alternativa y de la influencia que tiene, de ahí que no se haya podido intervenir en Siria o que cada día más personas hablen de la burbuja de deuda y que por eso no encuentren candidato para sustituir a Bernanke.
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Reedito: un comentario en este hilo de un forero inglés
Como dice Stacy Herbert provocan un trasvase de riqueza desde los jóvenes a los adultos ya situados. O más en concreto, desde los asalariados a la clase dirigente, la financiera. La riqueza que se les promete a los jóvenes se la quedarán quienes les venden la ganga, puesto que tendrán que trabajar para devolver un dinero que ahora no tienen y cuyo activo, la vivienda, no valdrá en el futuro lo que ahora van a pagar por ella.
Además, para garantizar la estafa, el Estado ayudará a esos jóvenes a pagar la entrada, aunque en realidad ayudará a los bancos a dar créditos. Como los bancos ya no tienen dinero para prestar, el Banco de Inglaterra les dará el dinero a un interés del 0,5%, lo que no ocurrirá, claro, con los hipotecados, que tendrán que pagar al banco bastante más.
"Cuando estalle esa burbuja --dice Keiser-- no escontraremos con una deuda que alcanzará los cuatro billones de libras". Lo mismo ocurre en Canadá, donde el número de trabajadores en la construcción supera a la de EEUU en su cifra más alta, la de 2006.
Está claro que ya no podemos generar más que burbujas y guerras. Guerras de saqueo, para quedarnos con la riqueza de otros. En realidad llevamos así muchos años, pero cada vez trancurre menos tiempo entre el proceso de crecimiento de la burbuja y su estallido. Dice Herbert que lo que está ocurriendo con el crecimiento del crédito es que quienes lo provocan adelantan ese futuro catastrófico. No lo creo; es justo al revés, porque si no estuvieran haciendo eso, los británicos llevarían tiempo con el desempleo disparado. ¿Qué otra cosa puede producir Gran Bretaña?
De no hacerlo así, la economía estaría paralizada hace mucho tiempo. Me pasma cómo gente supuestamente entendida (no lo digo solo por Herbert y Keiser) no es capaz de ver lo que sucede, se limitan a dar explicaciones técnicas. O a echarle la culpa a que existe gente muy mala; que efectivamente la hay. Pero es que siempre la hubo. Eso, con ser grave, no es el problema. No son capaces de entender que el problema no lo han ocasionado 'los malos', tal y como tratan de hacernos creer todos los documentales, sino que los malos se aprovechan de la crisis en la que estamos y que por otra parte era ineludible, porque el mal está en las mismas raíces del sistema. Y que además no hay alternativa, solo cataplasmas. Y como la crisis es del sistema ocurre que en lugar de ser la banca quien ayuda al crecimiento, tal y como era antes, resulta que la banca es el único motor de la economía que nos queda, por eso ella misma tiene que ocuparse de crear crecimientos y contracciones. De no estar en este proceso, tendríamos que fabricar manufacturas, pero eso ya lo hace la robótica y la mano de obra asiática, con las cuales no se puede competir, salvo que nos pongamos en sus niveles de vida, lo cual sería terrible porque ni ellos podrían exportar ni nosotros podríamos vender manufacturas a unos asalariados empobrecidos, tantos de aquí como de cualquier otra parte del mundo. El crecimiento económico de Asia se debe a que ellos ayudan a mantener nuestros niveles de vida comprando deuda soberana, sobre todo de EEUU, que fue quien propició el crecimiento económico chino y antes el japonés; pero a la vista está que ese modelo tiene los días contados.
Analizan también la burbuja de deuda universitaria. Resulta que la voracidad es tan grande que ahora hay una universidad que se dedica a facilitar el ingreso de aquellos aspirantes a estudiar medicina que fueron rechazados por universidades en suelo de los EEUU. ¡Cuantas más burbujas, mejor!, y si los médicos salen matasanos, poco importa. Doscientos cincuenta mil dólares de media por estudiante.
Y es que en EEUU la deuda estudiantil ronda el billón de dólares, casi tres veces la de las hipotecas subprime (en las cadenas españolas nos pondrán al entendido aquel que fichó El Confidencial --y ahí sigue-- hablando de la deuda del "banco de San Quirico", y todo arreglado. Porque en España --y en todos los demás países-- la crisis que padecemos se debe a que unos jovenlandeses de Alabama no pudieron devolver los créditos. "Por una sardina más reventó un burro", decía mi abuela hablando de las albardas y la resistencia del animal. Cuando resulta que las subprime 'solo' fueron trescientos mil millones de dólares, nada que ver con los 7,7 billones que tras la quiebra de Lehman Brothers hubo que inyectar en los bancos sistémicos mundiales para que no se desplomaran, y por culpa de los derivados financieros, que a su vez no es nada comparado con los 55 billones que tiene apalancados en ese negocio solo el Deutsche Bank).
Keiser habla con el invitado al programa de problemas similares, tales como los bajos intereses que reciben los ahorristas o bien la inflación generada en la City, que afecta sobre todo a Londres, pero que a la larga perjudicará también a los territorios más pobres de Gran Bretaña. Hablan del trasvase de riqueza de abajo hacia arriba, y de cómo la clase media está a punto de desaparecer como clase mayoritaria. También comentan que los ingresos de los asalariados han caído un 7% mientras que la inflación real asciende muy por encima de la oficial, que es, dicen las instituciones, del 3% anual. Y de cómo el Estado, tal y como acaban de hacer en Polonia y antes en el RU se apropió de algunos fondos de pensiones privados con la disculpa de que así estarían más seguros.
Keiser comenta que la situación de privilegio que viven los consumidores occidentales se acabará, cuando veamos que el precio de los bienes de consumo subirá de manera exponencial mientras los salarios se congelarán o descenderán aun más, eso sin contar aquellos que no tengan trabajo.
Importante: Keiser habla del poder de la prensa alternativa y de la influencia que tiene, de ahí que no se haya podido intervenir en Siria o que cada día más personas hablen de la burbuja de deuda y que por eso no encuentren candidato para sustituir a Bernanke.
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Reedito: un comentario en este hilo de un forero inglés
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