El problema es que los políticos no conocen la realidad y quieren crear una nueva a golpe de decreto. Que por supuesto, nunca llegará.
EStoy pasa como cuando la Colau empezó a meterle mano al turismo, pensando en su estupidez que esa era la forma de que floreciese la industria. Porque ellos piensan así. Pues no, si te cargas el turismo, solo te cargas el turismo. No va a aparecer mágicamente una industria productiva y competente.
Con esto pasa lo mismo. Las empresas tienen unas necesidades, y eso es innegable. Su mentalidad de planificadores no comprende que en el mundo real no sabes cuánto vas a facturar, cuando va a llegar un cliente nuevo o cuando se va ir uno existente, cuando un empleado se pone enfermo, cuando hay picos de trabajo. Y hay muchos negocios que son muy estacionales.
Para los políticos, todas las empresas sin excepción pueden organizarse, planificarse, tener un 100% de plantilla fija y cumplir con la ley sin problemas porque tienen recursos de sobra. Y cada vez se les aprieta más y se les pone más trabas, de ahí nace la necesidad de las ETTs.
En su estupidez ahora pensarán que todos esos trabajos temporales de subcontrata pasarán a ser nóminas de la empresa final, fijas y hasta si te descuidas con buen sueldo.
Pues no, esto no funciona así. Al revés, cuantas más trabas más puestos desaparecerán. Porque el mundo es cambiante y las necesidades son cambiantes. Y por mucho que sea una frutada (que lo es!) para el subcontratado, es una vía de acceso al mundo del trabajo que se va a cerrar.
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