La verdad es, que recordar la insistencia de cobrar por una jarra de agua en Madrid, lo recuerdo como si fuese ayer, me ha hecho reflexionar profundamente sobre este asunto desde una perspectiva más amplia y filosófica a lo Lord How How.
Pensamiento que los nuevos en este foro desconoceran.
Y lo cierto es que cobrar 10 o 20 euros por una jarra de agua del grifo, en lugares emblematicos cargados de interes historico, artistico y cultural, como lo puede ser la Plaza Mayor de Madrid, nos puede dar un cache internacional que podria favorecer muy positivamente a la marca España.
Imaginad solo por un momento en Mónaco, Seul, Tokio, Londres, o Viena, cuando sus ciudadanos puedan afirmar en la oficina, o en el ascensor de cualquier empresa multinacional de las de allí:
"Pues a mi me cobraron, 20 euros por una jarra de agua del grifo, en la Plaza Mayor de Madrid".
Ante el asombro del que escucha y no ha viajado a la capital de nuestro reino, el viajero continua: "la capital de España se llama Madrid, precisamente, por las muchas fuentes y el buen agua que brota de todas ellas. Era costumbre de los madrileños durante las torridas noches de verano, reunirse alrededor de sus fuentes y degustar el agua que manaba en sus fuentes, mientras charlaban pacificamente sobre la actualidad de los sucesos en la Corte y en el reino".
¡Lujazo!, ¡lujazo y caché!, ¿a ver que otro viajero puede presumir de pagar, con dos narices, 20 euros por una jarra de agua? Con grandeza y sin complejos. Marcando clase social y poder adquisitivo. La fruta envidia de los pobretonos que no pueden acceder a ese lujo destinado solo para los más exquisitos paladares