La investidura de Biden marca un nuevo punto de inflexión en la historia del mundo

Mateo77

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Claro que fue fundada por Cristo. La cuestión es qué significa eso de fundar. También un edificio se empieza a construir con la primera piedra, pero hay un enorme trabajo previo. Esa frase de San Pio X hay que entenderla en el contexto. Parece una medida encaminada a enmendar la rebelión de los que empezarían a afirmar que Jesús solo era un hombre, o que ni siquiera existió y fue solo un símbolo.

Mi interés en profundizar en el significado de todas estas cosas se debe precisamente en que creo que hay que afianzar la fe en una época en que hay una mayor sofisticación intelectual que pone en duda todo lo espiritual.

Y para solventar este problema de rebelión frente al Papa, aparece el concepto de sedevacantismo, una novedad que parece ir en contra de las mismas Escrituras. Una cosa es un corto periodo turbulento, y otra afirmar que no haya Papa desde hace casi 60 años. Los sedevacantistas usurpan el Magisterio haciendo una interpretación personal en ruptura que no es ampliamente aceptada por el conjunto de la Iglesia (ni lo fue en el IICV). Es el mismo principio de rebelión contra toda autoridad que nace del individualismo moderno. No niego que sea un momento delicado, y que pareciera que el "sol se hubiera oscurecido", pero no estoy de acuerdo con la solución de los sedevacantistas.
 

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Pienso que son disposiciones temporales sujetas a cambio. Tampoco es que tenga los conocimientos para valorarlo. Sin embargo, lo que usted propone es una enorme conspiración en el IICV involucrando a la inmensa mayoría de los obispos, y que se mantiene hasta la actualidad. No creo que tenga sentido pensar que Dios vaya a permitir algo asi.
 

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Eso es caer en algo muy parecido a la magia, como si el poder del sacramento estuviera en las precisas palabras pronunciadas en un idioma determinado, y no en el poder dado por Dios al sacramento en si, administrado por aquellos que Él ha designado. En la Iglesia hay distintos ritos desde hace muchos siglos, asi que alguien los fue desarrollando de acorde a las peculiaridades de la Iglesia en cada lugar.

No hace falta entrar a dudar de la misma Iglesia para ver claramente la acción del ministerio de Iniquidad a lo largo de la Historia (en esta etapa manifestado en las revoluciones francesa y americana). Tampoco es difícil ver la Gran Apostasía en vista de las fuerzas movilizadas para separar a la gente de la Iglesia. Desde el principio hubo herejías. La Iglesia Armenia o la de Etiopía se separaron pronto. Luego los ortodoxos. Luego los protestantes. Ahora, la apostasía es masiva pese al enorme esfuerzo que ha hecho la Iglesia para relajar al máximo lo que pide a los fieles. Se ha revestido de pobreza y Cruz (la Divina Misericordia) y aun asi se señala como excesiva e intolerable la moral que enseña. La cuestión es apartar a las personas de la enseñanza y de los sacramentos.

La mejor señal de que el gran enemigo del mundo sigue siendo la Iglesia católica es la saña con la que se la ataca y se la intenta infiltrar.

La meretriz, la "Gran Ciudad" que tiene soberanía sobre los reyes de la tierra, solo será repudiada tras el juicio. Identificarla con la Iglesia no me parece correcto. Se podría argumentar que el Papa, tras la caída del Imperio Romano, es el que tiene autoridad sobre los reyes, pero esto supondría acusar a la Iglesia desde hace siglos, y se opone además a lo que ha ido sucediendo en la historia. La Iglesia más bien parece el Katejón que impide el avance de la meretriz. Esta solo avanza a medida que la Iglesia retrocede. El avance del Nuevo Orden mundial tras la IIGM coincide con la renuncia del Papa a la Tiara.
En la Biblia vemos que se menciona misteriosamente esta "Gran Ciudad" en la tabla de las naciones (Génesis 10), y está relacionada con Nimrod (el primer rey tras el diluvio) y Asur, el que luego dominaría la zona. La llama Resen y se traduce como brida/restricción. Habla del poder temporal desligado de Dios, que imponen un yugo tiránico opuesto al yugo suave que ofrece Cristo. En esta época está claro donde está ese poder, y no es precisamente en la Iglesia. Al contrario, desde las dos primeras revoluciones se ha ido construyendo ese poder temporal laicista, y ha ido ganando poco a poco terreno en el corazón de las personas, creyentes o no, de modo que han ido internalizando sus ideas como correctas y obrando en consecuencia. Este poder oscuro pretende apartar a las personas de Dios y de los medios que Dios establece para la salvación (la Iglesia tan denostada en esta época por causa de la Divina Misericordia).